2 resultados para Saques de esquina

em Universidad de Alicante


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El objetivo de estudio es conocer los tipos de saques utilizados, dependiendo el momento del set en el que se producen. Este estudio ha sido desarrollado durante el torneo Nestea Spanish Master de Vóley Playa disputado en Valencia en el año 2006. La muestra de estudio la componen 10 jugadoras que conforman 5 equipos con un total de 4 encuentros analizados que suman 331 saques analizados. El análisis de las videograbaciones se llevó a cabo con el software SportCode Pro v.8.5.2. Los saques se clasificaron dependiendo del momento en el que se produjeron, siendo la franja 1 (del punto 1 al 7), franja 2 (del punto 8 al 14) y franja 3 (del punto 15 al 21). El análisis de datos se llevo a cabo con el software SPSS v.19. La prueba Chi-cuadrado, estableció diferencias significativas entre los diferentes tipos de saques para la franja 1 y 3 (p<.05), pero no se establecieron diferencias significativas en la franja 2 para los tres tipos de saque utilizado (p>.05). Se experimenta una disminución en el uso del saque en potencia (SP) de la franja 1 (84.1%) con respecto al de la franja 3 (4.8%), mientras que el saque flotante (SF) aumenta de la franja 1 (13.5%) a la franja 3 (81%). Finalmente el saque flotante (SF) en salto aumentan de la franja 1 (2.4%) a la franja 2 (28%) y decrece de esta última a la franja 3 (14.3%).

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El único ejemplo claro de Modernidad en la ciudad de Albacete (y así lo registra el Docomomo Ibérico) es el Edificio Legorburo en la calle Mayor, 43 esquina a Marqués de Molíns, un proyecto de comercio y viviendas de 1935 de los arquitectos José Luis García Pellicer y Baldomero Pérez Villena. Paradigma del más depurado racionalismo, rotundo, pero discreto, representa en Albacete, en el cruce de la calle Ancha, nuevo eje burgués, con una calle histórica y mirando hacia el Parque, lo que el Edificio Capitol en la Gran Vía madrileña. Pero, además de su posición y composición, encierra toda una serie de lecciones que nos proponemos desentrañar. Una de ellas es que el proyecto es resultado de un concurso convocado por la propiedad, en 1935, a través del Colegio de Arquitectos de Valencia, lo cual llama poderosamente la atención sobre el procedimiento del encargo y sobre el proceder de los promotores. Otra es la auténtica aventura que su construcción supone, arrancando a finales de 1935, quedando paralizada por la guerra y sobreviviendo a continuación a base de reinventarse hasta 1946 en que se concluye. Los cambios entre proyecto y obra evidencian ese ejercicio, apasionante y dramático, de ir repensando el proyecto una y otra vez para poderlo construir con los materiales y recursos disponibles en cada momento. El Edificio Legorburo es un magnífico exponente de la idea corbuseriana de la arquitectura como juego sabio y soberbio de los volúmenes bajo la luz pues es la plasticidad de sus cuerpos, muy matizados, la que le confiere su fuerza y elegancia casi mendelsohnianas. Estos cuerpos, acusados por sus respectivos planos, son tres: el principal y de mayor vuelo de los pisos, que resuelve la esquina en curva así como las transiciones con ésta y con las medianeras; el del bajo que, ajustándose a la alineación oficial, emerge sobre el principal en la esquina, como un faro que iluminara la ciudad con su linterna; y el de transición entre ambos, de vuelo intermedio, en el entresuelo y sobreático, flancos de la torre y medianeras. Este juego de volúmenes acusa un sinfín de matices resueltos con gran clase, como la transformación del mirador de la esquina en balcón, donde asienta la torre y se derrama luego a los costados, o el descenso hasta el bajo de la torre. El tratamiento de superficies insiste en este concepto escultural: las estrías verticales que simulan un orden gigante de pilastras, las franjas horizontales que delinean y subrayan las curvas, los antepechos de los huecos con cuadrados almohadillados... Todo está exquisitamente cuidado, trabajado y pensado. Las plantas, modélicas, albergan dos viviendas por piso con sus zonas de día recayentes a fachada y sus servicios a medianeras, en cuyo centro se aloja una majestuosa escalera elíptica y un patio que absorbe las irregularidades del trazado. Todas estas razones (funcional, impecablemente resuelta; técnica, ingeniosamente conseguida; formal, espectacularmente consumada y el entendimiento del lugar), tienen especial validez en el contexto actual puesto que son auténticas y genuinas lecciones de arquitectura.