3 resultados para Racionalismo.
em Universidad de Alicante
Resumo:
La existencia de un hilo conductor entre distintas corrientes del feminismo histórico español, desde los presupuestos del laicismo, ha sido ya puesta de manifiesto. En este artículo se intenta analizar dicho proceso desde la educación femenina, lo que permite incorporar nuevas protagonistas al universo femenino laico. El debate sobre religión-laicismo, moral y emancipación de las mujeres subyace al interés por la instrucción femenina. Las estrategias educativas emprendidas en las escuelas neutras y laicas, frente al modelo de la Iglesia católica, se plasman en la implantación de una educación mixta o en la coeducación. Se subraya asimismo la pluralidad de formas de entender el racionalismo y el laicismo, desde la religiosidad de espiritistas y masonas del siglo XIX al ateísmo de las anarquistas del siglo XX.
Resumo:
En medio de la actual crisis económica mundial, todas las instituciones de la sociedad están afectadas por la crisis moral, de manera que existe una evidente y preocupante contradicción entre ellas. Esta crisis moral implica la carencia de valores personales y ciudadanos, que afectan, significativamente, al desarrollo del individuo y a la convivencia social. Tratamos de verificar si hay indicios de ello en la realidad escolar con relación a la axiología curricular y su desarrollo. Para analizar la situación de la enseñanza-aprendizaje de los valores en la educación española, hemos aplicado una encuesta a 1320 profesores de educación secundaria, con el fin de averiguar los objetivos, los tipos de valores y las habilidades personales y sociales, que desarrollan en el aula. La situación nos indica que son necesarios nuevos enfoques de educación en valores, que se adapten a estos tiempos. La formación axiológica debe estar incorporada en todos los ámbitos del conocimiento y ha de ir a la par que la formación de la inteligencia. El binomio actividad intelectual-actividad moral ha de formar un todo insociable. En esta propuesta, reflexionamos en torno a la aplicación de un nuevo paradigma axiológico que se separe del racionalismo mecanicista, y que se oriente a una educación personal holística, sistemática, interdisciplinaria y transversal a todo el currículo educativo.
Resumo:
El único ejemplo claro de Modernidad en la ciudad de Albacete (y así lo registra el Docomomo Ibérico) es el Edificio Legorburo en la calle Mayor, 43 esquina a Marqués de Molíns, un proyecto de comercio y viviendas de 1935 de los arquitectos José Luis García Pellicer y Baldomero Pérez Villena. Paradigma del más depurado racionalismo, rotundo, pero discreto, representa en Albacete, en el cruce de la calle Ancha, nuevo eje burgués, con una calle histórica y mirando hacia el Parque, lo que el Edificio Capitol en la Gran Vía madrileña. Pero, además de su posición y composición, encierra toda una serie de lecciones que nos proponemos desentrañar. Una de ellas es que el proyecto es resultado de un concurso convocado por la propiedad, en 1935, a través del Colegio de Arquitectos de Valencia, lo cual llama poderosamente la atención sobre el procedimiento del encargo y sobre el proceder de los promotores. Otra es la auténtica aventura que su construcción supone, arrancando a finales de 1935, quedando paralizada por la guerra y sobreviviendo a continuación a base de reinventarse hasta 1946 en que se concluye. Los cambios entre proyecto y obra evidencian ese ejercicio, apasionante y dramático, de ir repensando el proyecto una y otra vez para poderlo construir con los materiales y recursos disponibles en cada momento. El Edificio Legorburo es un magnífico exponente de la idea corbuseriana de la arquitectura como juego sabio y soberbio de los volúmenes bajo la luz pues es la plasticidad de sus cuerpos, muy matizados, la que le confiere su fuerza y elegancia casi mendelsohnianas. Estos cuerpos, acusados por sus respectivos planos, son tres: el principal y de mayor vuelo de los pisos, que resuelve la esquina en curva así como las transiciones con ésta y con las medianeras; el del bajo que, ajustándose a la alineación oficial, emerge sobre el principal en la esquina, como un faro que iluminara la ciudad con su linterna; y el de transición entre ambos, de vuelo intermedio, en el entresuelo y sobreático, flancos de la torre y medianeras. Este juego de volúmenes acusa un sinfín de matices resueltos con gran clase, como la transformación del mirador de la esquina en balcón, donde asienta la torre y se derrama luego a los costados, o el descenso hasta el bajo de la torre. El tratamiento de superficies insiste en este concepto escultural: las estrías verticales que simulan un orden gigante de pilastras, las franjas horizontales que delinean y subrayan las curvas, los antepechos de los huecos con cuadrados almohadillados... Todo está exquisitamente cuidado, trabajado y pensado. Las plantas, modélicas, albergan dos viviendas por piso con sus zonas de día recayentes a fachada y sus servicios a medianeras, en cuyo centro se aloja una majestuosa escalera elíptica y un patio que absorbe las irregularidades del trazado. Todas estas razones (funcional, impecablemente resuelta; técnica, ingeniosamente conseguida; formal, espectacularmente consumada y el entendimiento del lugar), tienen especial validez en el contexto actual puesto que son auténticas y genuinas lecciones de arquitectura.