José Antonio Valverde Gómez (1926-2003) y el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)

Hace diez años fallecía, en su domicilio sevillano, el naturalista vallisoletano José Antonio Valverde Gómez. En homenaje a su memoria, me propongo en este trabajo revisitar, y en lo posible también revisar, la relación que este biólogo mantuvo con nuestra ave más impresionante y bella, con esa joya de nuestro patrimonio natural y cultural, el quebrantahuesos. Para ello, se aporta documentación inédita, se añaden datos nuevos, y se corrigen viejos errores.

El mito del quebrantahuesos depredador de seres humanos

Se ha creído durante mucho tiempo que el quebrantahuesos acomete a los hombres con la intención de matarlos y devorarlos. Esta historia fabulosa, originada en tierras suizas durante el siglo XVIII, contrasta con la mirada inofensiva, o al menos de indiferencia, con la que se le ha caracterizado en la cultura mediterránea. No obstante, la fuerza del mito del Gypaetus barbatus, como un ave dañina y perjudicial para el hombre, derivó en su desprotección como especie hasta prácticamente nuestros días. En este artículo damos a conocer, a rebufo de la mala fama del quebrantón como depredador humano, un antiguo documento en el que se narran los estragos en seres humanos y en ganado atribuidos a un supuesto quebrantahuesos y la muerte, de esta peligrosa bestia, acaecida en el año 1797 en la localidad alicantina de Benimantell.