4 resultados para Hortalizas
em Universidad de Alicante
Resumo:
Objetivo: determinar la calidad de la dieta española mediante el Índice de Alimentación-Saludable (IASE) y su relación con variables geográficas y socioeconómicas. Metodología: Estudio descriptivo transversal a partir de Encuesta-Nacional-Salud-2006 (ENS-2006) Se estudiaron 29.478 personas (Mujeres = 15.019; Hombres = 14.459) que respondieron el Cuestionario de Frecuencia de Consumo (CFC). El IASE se compone de 10 variables (Cereales-derivados, Verduras-hortalizas, Frutas, Leche-derivados, Carnes, Legumbres, Embutidos-fiambres, Dulces, Refrescos-azúcar y Variedad-dieta), construidas a partir del CFC y las recomendaciones de las Guías-Alimentarias (Sociedad-Española-Nutrición-Comunitaria-2004). Categorías IASE (puntuación-máxima 100): Alimentación-saludable: > 80 puntos; Necesita-cambios: > 5.080; Poco-saludable: 50. Se realizó un análisis descriptivo, de diferencias de medias (pruebas Kruskal–Wallis y Mann–Whitney), y prueba Chi-Cuadrado, para estudiar la independencia de las variables edad, sexo, clase-social y nivel de estudios con las categorías de IASE. Resultados: El 72% del total de la muestra necesita cambios en su alimentación. La puntuación media para mujeres es 73,7 ± 10,5 y para hombres 69,9 ± 11,3 (p < 0,001). En la categoría saludable obtienen mayor porcentaje (38,8%) el grupo de edad > 65 años y las mujeres (28,3%) frente a los hombres (18,4%). Así mismo, las clases-sociales más altas (clase-I: 24,4%, clase-II: 25,0%, clase-III: 25,8%) presentan mayor índice de alimentación-saludable, (p < 0,001). Las Comunidades-Autónomas: Comunitat Valenciana (5,4%), Illes Balears (4,6%) y Andalucía (4,3%) son las que presentan mayor índice en la categoría poco-saludable. Conclusiones: El IASE es un método rápido y económico de estimación de la calidad de la dieta de la población, porque utiliza datos secundarios procedente de la ENS y de las guías-alimentarias; siendo útil en la planificación de políticas nutricionales en España.
Resumo:
Introducción: analizar la asociación entre la frecuencia de consumo de alimentos y la presencia de sobrepeso-obesidad a partir de datos de la Encuesta Nacional de Salud Española 2006 (ENS-06). Material y métodos: estudio transversal retrospectivo de fuentes secundarias de la ENS-06. Se seleccionaron 29.321 individuos que respondieron el Cuestionario de Frecuencia de Consumo de Alimentos, compuesto por una lista de 12 grupos, sobre los que se preguntaba su frecuencia de consumo en 5 opciones de respuesta y que se categorizaron en 3 para el análisis (consumo diario, semanal y ocasional). Se realizó un análisis descriptivo del consumo de grupos de alimentos categorizados por frecuencia de consumo, y calculando la diferencia (brecha) entre hombres y mujeres. La asociación entre frecuencia de consumo de alimentos y sobrepeso-obesidad se realizó mediante regresión logística. Resultados: el 40,7% de la población consume a diario verduras-hortalizas y el 65,2% consume frutas a diario. El 69,8%, y el 46,3% de las mujeres cumplen las recomendaciones de consumo de frutas (brecha -7,2), y de verduras-hortalizas (brecha -14,0) respectivamente. Consumir fruta ocasionalmente, disminuye la probabilidad de padecer obesidad (OR=0,72 IC95%: 0,63-0,82), frente a consumirla a diario. Consumir embutidos a diario, disminuye la probabilidad de padecer obesidad (OR=0,75 IC95%: 0,68-0,83), frente a un consumo ocasional. Conclusiones: Los resultados muestran contradicciones científicas por la presencia de sesgos en el instrumento utilizado en la recogida de la información, sugiriendo la necesidad de que la ENS incluya un método de recogida de información dietética-nutricional validado y adoptado, que permita mediciones de mayor calidad y exactitud.
Resumo:
Objetivo: Describir los hábitos alimenticios de una comunidad universitaria. Material y métodos: Se llevó a cabo un estudio descriptivo transversal. El instrumento utilizado fue un cuestionario de frecuencias de consumo, administrado por entrevista personal a una muestra accidental de 147 personas. Constaba de cuatro secciones: 1) número de comidas y lugar donde se realizan, 2) patrones de consumo de los distintos grupos de alimentos, 3) modos de preparación de los alimentos, 4) datos de identificación y demográficos. Resultados: En comparación con el patrón de Vivanco y Palacios, nuestra muestra se caracteriza por: alto consumo de carnes (4 veces/semana), disminución del consumo de huevos (2v/sem.), incremento del consumo de hidratos de carbono complejos (5v/sem.), consumo ligeramente inferior de frutas (5v/sem.), ingesta insuficiente de verduras (4v/sem), legumbres (2v/sem) y pescados (2,5v/sem). Conclusiones y Recomendaciones: Atendiendo a los estudios referenciados, es conveniente disminuir el consumo de carnes, aumentando los aportes de pescados, verduras, hortalizas y legumbres, alimentos que, habiendo sido habituales en nuestra dieta mediterránea, parecen haber sido abandonados en beneficio de la conformación de una dieta que tiende a la homogeneización cultural.
Resumo:
Objetivo. Describir la frecuencia de consumo de determinados alimentos y bebidas alcohólicas en una muestra de estudiantes de la Universidad de Alicante. Material y métodos. El instrumento utilizado para la recogida de datos fue un cuestionario de frecuencias de consumo, aplicado mediante entrevista personal a una muestra accidental de 1250 personas, (692 mujeres y 488 hombres), con un rango de edad de 17-40 años. Constaba de cuatro secciones: 1ª) número de comidas y lugar donde se realizan; 2ª) patrones de consumo de los distintos grupos de alimentos; 3ª) patrones de consumo de bebidas alcohólicas, diferenciando lo bebido de lunes a jueves y de viernes a domingo; y 4ª) datos de identificación y demográficos. Resultados. Los datos obtenidos coinciden con los expuestos por otros autores, y muestran que nuestro modelo alimentario se caracteriza por un alto consumo de carnes (=4 veces/semana), adecuada ingesta de huevos (=2,5 v/sem.) e hidratos de carbono complejos (arroz y pastas =4,2 v/sem.), consumo ligeramente inferior al recomendado de frutas (=5,3 v/sem.) e insuficiente de legumbres (=2,2 v:/sem.), verduras y hortalizas frescas (=3,9 v/sem.), y pescados (=2 v/sem.). El consumo de bebidas alcohólicas fue: 2,6 vasos/semana de cerveza, 2,1 v/sem. de combinados, 1,2 v/sem. de licores y 0,8 v/sem. de vino. Los porcentajes de consumidores fueron para la cerveza del 51,1 %, para los combinados del 61,4%, para los licores del 40,9%, y para el vino 18,7%. Los datos señalan que los hombres consumen más bebidas alcohólicas que las mujeres (t=7,79 p<0,001) y que quienes empiezan antes a consumirlas son quienes en mayor cantidad lo hacen (t=-3,17 p<0,001). Conclusiones. Pese a la diferencia existente entre medias de edad y nivel cultural, existe una similitud entre los datos obtenidos en este estudio y el realizado sobre la población de la ciudad de Alicante. Las encuestas alimentarias y de consumo de alcohol realizadas en España son escasas y con diversa metodología, lo que dificulta la comparación de los resultados obtenidos con otros estudios previos.