5 resultados para HERIDAS QUIRURGICAS

em Universidad de Alicante


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Introducción: El estudio ATHAC recoge datos sobre heridas agudas y crónicas que son candidatas a un tratamiento a base de apósitos grasos neutros como la gama URGOTUL. Objetivos: Describir las características de las heridas, describir los tratamiento aplicados a estas heridas y explorar las opiniones de los profesionales de enfermería y los pacientes sobre los tratamientos en términos de aplicabilidad, adaptabilidad y confort para el paciente. Material y métodos: 1.500 pacientes fueron incluidos en el estudio de acuerdo al tipo de herida y a los tratamientos en uso. Se recogieron datos a partir de dos cuestionarios: uno para el paciente y otro para la enfermera responsable de sus cuidados. Las enfermeras recogieron los datos en el primer día de inclusión y los pacientes respondían al cuestionario 1 mes más tarde o antes si la herida había cicatrizado. Las variables recogidas por la enfermera fueron: datos sociodemográficos, etiología de las lesiones, características y localización de las heridas, aspectos y opiniones sobre el tratamiento. A los pacientes se les preguntó por la duración del tratamiento, el estado de la lesión en el momento de contestar y desde su punto de vista, así como su opinión sobre el dolor, satisfacción general y aceptabilidad. Se llevaron a cabo análisis descriptivos uni y bivariados. Para cada paciente, si tenía más de una lesión, se recogieron datos de la lesión de mayor tamaño. Resultados: Finalmente, se estudiaron 1.432 pacientes con una o más lesiones (420 tenían más de una lesión). El 60,4% eran mujeres y la edad media fue de 66 ± 19 años. En el caso de las heridas crónicas (657 lesiones) predominaron las úlceras venosas (47%) y las úlceras por presión (23%). En las heridas agudas (775 lesiones), la mayoría fueron traumáticas (41%) y quemaduras (32,5%). La principal localización en todas las lesiones fueron los miembros inferiores (57,4% en heridas crónicas y 39% en agudas). El 84,4% de los casos indicó presentar algún tipo de dolor previo al comienzo de este estudio. Al finalizar el estudio, un porcentaje menor del 20% indicó presentar algún tipo de dolor. El 72% de las heridas agudas y el 35% de las crónicas, como refieren los pacientes, había cicatrizado al finalizar el estudio (en un tiempo medio de entre 20-40 días). El 54% de las heridas crónicas evoluciona favorablemente y el 26% de las agudas. Más del 80% de las heridas estudiadas fueron tratadas con la gama URGOTUL. Conclusión: URGOTUL es una buena opción para el tratamiento de este tipo de heridas, especialmente para las heridas agudas, en relación a su carácter atraumático y a su capacidad de cicatrización, así como la buena aceptación y satisfacción de los pacientes.

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Aunque los apósitos de cura en ambiente (CAH) húmedo se han utilizado predominantemente en heridas crónicas, ello no es óbice para que su uso en heridas agudas permita solucionar algunos problemas, como el conseguir un ambiente óptimo que facilite la migración epitelial, así como una adecuada protección de las heridas y una correcta gestión del exudado. Es por ello que, dentro del marco del estudio AURIGA-04, nos planteamos la realización de un estudio prospectivo observacional, abierto y multicéntrico, de medidas repetidas en una cohorte de pacientes que presentan heridas agudas de diversa etiología en el que se incluyeron pacientes con heridas traumáticas, quirúrgicas o quemaduras tratados por profesionales de Atención Primaria, con el objetivo de generar evidencias acerca de la utilización de apósitos de CAH, en concreto, de la gama de apósitos hidrocelulares Allevyn®, en el tratamiento de heridas agudas. Se consideraron como criterios de exclusión heridas con signos clínicos de infección. Solo se incluyó una lesión por paciente. En el caso de los pacientes con heridas agudas, la muestra a estudio quedó compuesta por 61 pacientes con una edad media de 71,1 años; 36 casos corresponden a mujeres (60%). El estado general de salud de la muestra era bueno en un 49,1% de los casos y prácticamente la totalidad de los pacientes presentaba pluripatología. Un 10% de los pacientes consumía fármacos que podían interferir en la cicatrización y un 6% presentaba malnutrición. El 67,2% de las lesiones eran heridas traumáticas, el 24,6% quirúrgicas y un 8,2% quemaduras. Un 37% de las lesiones fueron clasificadas como superficiales y el 63% restante como profundas. Presentaban 64 días de evolución previa a su inclusión en el estudio y una superficie media de 23,34 cm2. Los pacientes permanecieron en el estudio un promedio de 43,6 días, con una cadencia de cambios de apósito cada 2,7 días. Durante el estudio cicatrizaron el 63,9% de las heridas, en un promedio de 40,9 días. La superficie inicial de las lesiones mostró una reducción significativa a lo largo del seguimiento (inicial: 23,34 cm2, final: 4,27 cm2, p ≤ 0,001). En los modelos de regresión de Cox, sólo resultó estadísticamente significativa la edad del paciente, en el grupo de lesiones traumáticas (RR: –0,03, p= 0,039). Durante el período de seguimiento, un 80,3% de los pacientes fue tratado en combinación con Intrasite Conformable®, Iruxol Mono® o la combinación de ambos productos. Los profesionales que realizaron las curas con Allevyn® valoraron muy favorablemente su manejo durante todo el estudio; así, en más del 96% de los cambios se consideró fácil de colocar, en el 100% indoloro y también en el 100% de fácil retirada. A la vista de los resultados, los apósitos de CAH y, en concreto, la gama de apósitos Allevyn®, tienen una clara aplicación en el caso de las heridas agudas, permitiendo un óptimo abordaje local de las lesiones, proporcionando unos niveles óptimos de humedad, pH y temperatura para las células implicadas en el proceso de cicatrización. Así, se promueve la formación de tejido de granulación y facilita la epitelización, además de proteger la herida ante traumatismos y gérmenes.

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En la actualidad son muy pocos los usos vigentes. Aunque los dátiles son la materia utilizada con mayor frecuencia, también se han empleado la savia, el polen y el cogollo tierno o palmito. Los dátiles de Phoenix dactylifera se utilizaron como analgésico y para tratar la anemia y trastornos digestivos, o para fortalecer las encías, en el tratamiento de la disfunción eréctil y como afrodisiacos, para facilitar el parto y calmar los dolores postparto, y tratar el prolapso de la matriz o para el exceso de flujo menstrual. También se utilizaron como diuréticos, para la disuria y en trastornos de la vejiga. El uso que más claramente ha persistido es el tratamiento de diversos problemas respiratorios. En uso externo se utilizaron para tratar problemas de la piel, heridas, hemorragias y hemorroides. De la palmera de Canarias (Phoenix canariensis), especialmente en la isla de la Gomera, la savia cruda o guarapo, su concentrado o miel de palma y los resultantes de su fermentación (vino de palma) se consumen como alimento y también se utilizan como diurético, remedio de trastornos génitourinarios, digestivo, para infecciones de la cavidad bucal, expectorante, antitusígeno y para las irritaciones de garganta. En el Toledo de Al-Andalus las espatas de P. dactylifera se utilizaron, hace casi mil años, en el tratamiento de la debilidad, los dolores, nefritis, las enfermedades de la vejiga, trastornos hepáticos (también como preventivo), diarrea, trastornos digestivos, dolores en el abdomen y en el estómago, excesivo sangrado menstrual, úlceras en la piel y sarna, dolores articulares y trastornos cardiacos. La fitoterapia racional debería prestar atención a este recurso, considerar la evidencia científica disponible (farmacológica e incluso clínica) e incorporarlo a nuestro repertorio terapéutico.

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Los estudios epidemiológicos realizados hasta la fecha en neonatos hospitalizados son escasos. En España en las unidades neonatales las cifras de prevalencia se mueven entre un 50% en unidades de cuidados intensivos (UCIN) y un 12,5% en unidades de hospitalización. Desde todas las organizaciones de salud, nacionales (GNEAUPP) e internacionales (EPUAP, EWMA, NPUAP) relacionadas con las heridas, se promociona y potencia la seguridad del paciente mediante la prevención de los efectos adversos hospitalarios. Para conseguirlo es necesario dotar a los profesionales sanitarios de herramientas validadas y adaptadas a la edad neonatal que permitan valorar el riesgo de la población hospitalizada. De esta forma los profesionales sanitarios podrán gestionar de forma eficiente los recursos preventivos y trazar planes de cuidados centrados en el neonato. En la actualidad, en España no existe ninguna escala validada específicamente para neonatos. Por tanto, el objetivo principal de nuestro equipo de investigación fue adaptar transculturalmente al contexto español la escala NSRAS original y evaluar la validez y la fiabilidad de la versión en español. En esta ponencia se presentarán los resultados preliminares de la tesis. Método. El estudio se subdividió en tres fases. En la primera fase se realizó la adaptación transcultural de la escala NSRAS original mediante el método de traducción con retrotraducción. Posteriormente entre un grupo de expertos se calculó la validez de contenido mediante el IVC. La versión de la escala adaptada fue evaluada mediante dos fases de estudio multicéntrico observacional analítico en las unidades neonatales de 10 hospitales públicos del Sistema Nacional de Salud. Se evaluó la fiabilidad interobservadores e intraobservadores, la validez de constructo en la segunda fase y en una tercera fase se evaluó la capacidad predictiva y el punto de corte de la versión en español de la escala NSRAS. Resultados. En la primera fase la validez de contenido evaluada obtuvo un IVC de 0,926 [IC95%0,777-0,978]. En la segunda fase, la muestra evaluada fue de 336 neonatos. La consistencia interna mostró un Alfa de Cronbach de 0,794. Y la fiabilidad intraobservadores fue de 0,932 y la fiabilidad interobservadores fue de 0,969. En la tercera fase la muestra evaluada fue de 268 neonatos. El análisis multivariante de la relación entre los factores de riesgo, las medidas preventivas y la presencia de UPP mostró que 3 variables eran significativas: la puntuación NSRAS, la duración del ingreso y el uso de VMNI. Siendo de esta forma la puntuación NSRAS (debido a que activa las medidas preventivas) un factor protector frente a UPP. Es decir, a mayor puntuación de NSRAS, menor riesgo de UPP. La valoración clinicométrica de la puntuación 17 mostró una sensibilidad del 91,18%, una especificidad de 76,5%, un VPN de 36,05% y un VPP de 98,35%. El área bajo la curva ROC fue de 0,8384 en la puntuación 17. Conclusiones. La versión en español de la escala NSRAS es una herramienta válida y fiable para medir el riesgo de UPP en la población neonatal hospitalizada en el contexto español. Los neonatos hospitalizados con una puntuación igual o menor a 17 están en riesgo desarrollar UPP.

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Objetivo. Averiguar las diferencias en el nivel de conocimiento de los estudiantes y profesionales de Enfermería sobre el diagnóstico y tratamiento de la úlcera hipertensiva o de Martorell. Introducción. Las úlceras de extremidad inferior (UEI) son lesiones que no cicatrizan en el tiempo esperado. Causan gran deterioro social, así como un gran gasto económico. La úlcera de Martorell es una complicación de la HTA sistémica de larga evolución. Su prevalencia es del 0,5 al 1%, pero este tipo de lesiones están infradiagnosticadas por el personal sanitario. Material y métodos. Se diseñó un cuestionario con un caso clínico a resolver. Se administró a estudiantes de Enfermería de 3º y 4º de la Universidad de Alicante y a profesionales de Enfermería del Hospital G. U. de Alicante, obteniéndose una muestra de 207 participantes. Se registraron varias variables como la edad, sexo, curso o conocimientos previos entre otras. Resultados. Un 60,9% de la muestra refirió tener conocimientos sobre heridas crónicas, un 43,7% de estudiantes frente a un 56,3% de profesionales. Un 20,8% diagnosticó correctamente la úlcera de Martorell, siendo un 90,7% estudiantes y tan solo un 9,3% enfermeras tituladas. Solo 1 de cada 4 enfermeras indicó el tratamiento correctamente, mientras que los estudiantes acertaron en un 62,1%. Por otro lado, los estudiantes que cursaron la optativa de “Atención Integral al paciente con Heridas Crónicas” tuvieron casi 6 veces más probabilidad de acertar que los que no la cursaron. Conclusiones. La formación universitaria sobre las UEI resulta imprescindible para desarrollar una buena labor profesional en el futuro, mientras que la formación post-universitaria es un reto en la actualidad. Hay una necesidad en la actualización de conocimientos sobre el diagnóstico y tratamiento por parte de los profesionales de Enfermería.