7 resultados para Engranaje-Medición
em Universidad de Alicante
Resumo:
Objetivo. Consciente de la necesidad de una herramienta consensuada para medir la clase social en ciencias de la salud, la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) realizó en 1995 una propuesta para su medida. El objetivo de este trabajo es explorar el impacto bibliométrico de dicha medida. Métodos. Utilizando Google Scholar y Scopus se recuperaron los artículos que citan el informe de la SEE y los que citan los artículos publicados a partir del informe. La información que se extrajo de estas citas fue: año, origen y factor de impacto de la revista de publicación, autocitas, fuente de información, área temática, ciudad del primer autor, tipo de publicación, diseño del estudio, utilización de la clase social como variable, número de categorías en las que se ha agrupado la clase social y utilización de la ocupación o de los estudios para determinar la clase social. Resultados. Se observa un aumento progresivo de las citas y una gran heterogeneidad en los temas. Generalmente las citas se publicaron en revistas con factor de impacto, en artículos originales, en trabajos de diseño transversal y por investigadores residentes en Barcelona o Madrid. Conclusiones. La propuesta de la SEE ha mostrado ser una herramienta de creciente utilidad, aplicable en distintos contextos. Como sugirió la SEE, puede ser necesaria su actualización.
Resumo:
Objetivo: Determinar si la ENS y la EPA de 2006 producen la misma información sobre labores del hogar y doble carga de trabajo en la población de 25 a 64 años, en ambos sexos. Métodos: Comparación entre las ENS y EPA sobre la forma de recoger información de la doble carga de trabajo. Fuente: Preguntas ENS: actividad económica (C.1.2:categorías 1,2,6), dedicación labores del hogar (A.11:categorías 1,2,3). EPA: actividad económica (H.1:categorías 1,5). Descripción por sexo en España y Comunidades Autónomas (CC.AA). Resultados: El 43,4% de las mujeres según la EPA tienen doble carga de trabajo, pero solo un 0,7% según la ENS. En los hombres el 31,5% (EPA) y el 0,02% (ENS). Alternativamente, cruzando a quienes afirman trabajar (C.1.2:categorías 1,2) con quienes realizan labores del hogar (A.11:categorías 1,2,3), la doble carga de ambas encuestas se aproxima (Hombres: ENS:31,7%; EPA:31,5%; Mujeres: ENS:46,3%; EPA:43,4%). Ambas encuestas ordenan de forma similar a las CC.AA según la doble carga de trabajo (ρmujeres:0,770 (p=0,001); ρhombres:0,647 (p=0,003)). Conclusión: La pregunta de actividad económica de la ENS subestima la frecuencia de la doble carga de trabajo. Esta es parecida en ambas encuestas, si se cruzan los datos de quienes afirman trabajar con quienes realizan labores del hogar de la ENS. En este caso, ambas encuestas ordenan de igual forma a las CC.AA. La exclusión del adverbio «principalmente» de la categoría sobre dedicación a las labores del hogar de la ENS 2011 normalizará la pregunta sobre actividad económica respecto a las utilizadas en encuestas de salud internacionales y de CC.AA.
Resumo:
Comunicación presentada en el XI Congreso Español de Sociología, Madrid, 10-12 julio 2013.
Resumo:
Antedecentes: El Índice de Equidad de Género (IEG) fue diseñado por Social Watch en 2004, para contribuir a la promoción de la equidad de género y la autonomía de las mujeres, a nivel mundial. Al no contener ninguna dimensión de salud, este índice proporciona una oportunidad para probar la influencia de las relaciones de género en los patrones de salud y enfermedad. Sin embargo, como los valores más altos que la unidad se truncan a 1, la inequidad desfavorable a los hombres no puede ser calculada ni evidenciada. Como resultado, este instrumento de medición está en conflicto con los objetivos con los que fue creado. Objetivo: Proponer una versión refinada del IEG (IEG modificado [IEGm]) que permite poner de manifiesto las inequidades que afectan a ambos sexos, proporcionando una medición más justa de la inequidad. Método: En lugar de calcular las diferencias de género en las tres dimensiones del IEG (educación, actividad económica y el empoderamiento) por medio de un cociente de proporciones, el IEGm compara dichas proporciones en términos absolutos (diferencias en las proporciones). El IEGm oscila entre -1 (la inequidad hacia las mujeres), 0 (equidad) y 1 (inequidad hacia los hombres), a diferencia del IEG que oscila entre 0 (inequidad hacia las mujeres) y 1 (equidad) Resultados: Las clasificaciones de los países de acuerdo con el IEG y los valores IEGm muestran una alta correlación (coeficiente de rango=0,95). Sin embargo, se observa una mayor dispersión en el IEGm (43,8%) que en el IEG (19,27%). El método modificado del cálculo del IEG detecta la existencia de inequidad en la brecha de la educación, desfavorable para los hombres (coeficiente de rango = 0,36). Muchos países comparten el mismo valor absoluto de la brecha de educación, pero con signos opuestos [Azerbaiyán (-0.022) y Bélgica (0,022)], lo que refleja la inequidad hacia las mujeres y hombres, respectivamente. Esto también ocurre en la componente de trabajo técnico y profesional de la dimensión de empoderamiento [Brunei Darussalam (-0.120) frente a Australia, Islandia, Canadá y EE.UU (0.120)]. Conclusiones: El método modificado del Índice de Equidad de Género tiene utilidad potencial de ampliar los estudios de género y salud hacia los determinantes estructurales de la salud. Permite un control más estricto de la aplicación adecuada de las políticas para corregir las desigualdades sistémicas hacia las mujeres y, si llegase a ocurrir, hacia los hombres.
Resumo:
La medición de la calidad de vida en las sociedades, más allá del PIB, experimenta un salto cualitativo y cuantitativo en los últimos años. El texto utiliza datos de la Encuesta General Europea para ajustar un modelo estructural de medición a datos de la sociedad española, contrastando los planteamientos psicológicos hedonistas del bienestar social.
Resumo:
Manual de teoría y práctica de la encuesta de opinión pública.