24 resultados para ESTADO DE SALUD
em Universidad de Alicante
Resumo:
Análisis del estado de salud y del grado de acceso a los servicios de salud de los inmigrantes ecuatorianos en la provincia de Alicante. La finalidad es descriptiva y práctica: realizar un diagnóstico comunitario de salud básico y una aproximación al nivel de demanda de los servicios sanitarios. El análisis se centra en la evaluación de la hipótesis del inmigrante sano, pero vulnerable, y en el tipo de consumo de servicios de salud realizado. Para valorar esta hipótesis se ha procedido a comparar los datos obtenidos en una encuesta a población ecuatoriana residente en la provincia de Alicante, con los de la última Encuesta Nacional de Salud 2003 y el PHOGUE (2000). Los resultados indican que el estado de salud de la población ecuatoriana es similar al de la población española que participa en el mismo mercado de trabajo que la inmigración económica (trabajadores con baja cualificación), aunque se observan algunos elementos de vulnerabilidad (en especial, en términos de salud emocional).
Resumo:
Fundamento: La salud mental de las personas cuidadoras se ve perjudicada por las tareas de cuidado. Son necesarios estudios que especifiquen la influencia de diversas variables en la asociación entre cuidado informal y salud mental. El objetivo del trabajo es analizar los efectos del tiempo dedicado al cuidado informal en la salud mental por sexo según el tipo de personas dependientes. Métodos: Los datos que se utilizaron fueron los de la Encuesta Nacional de Salud 2006, cuya muestra estaba compuesta por 29.478 participantes. Variables: salud mental (GHQ-12), tiempo de cuidado, edad, clase social y apoyo funcional (Duke-UNC). Se realizó análisis de regresión logística para determinar la probabilidad de contar con mala salud mental según horas de cuidado, ajustado por edad, clase social y apoyo funcional. Resultados: Las mujeres presentan peor salud mental a partir de 97 horas semanales en el cuidado a menores (OR=1,372), de 25 horas en el cuidado a personas mayores de 74 años (OR=1,602 entre 25 y 48 horas; OR=1,467 49-96h; OR=1,874 97-168h) y cuando dedican alguna hora al cuidado de personas adultas con discapacidad (OR=1,996 0-24h; OR=2,507 25-48h; OR=3,016 49-96h; OR=1,651 97-168h). Los varones muestran deterioro de la salud psicológica cuando dedican un elevado número de horas al cuidado de personas mayores de 74 años (OR=2,810 97168h.) y personas con discapacidad (OR=3,411 97-168h.) y cuando dedican de 0 a 24h al cuidado de menores (OR=1,595). Conclusiones: El efecto del número de horas de cuidado en la salud mental de las personas cuidadoras está influido por el tipo de persona dependiente y por el sexo de la persona cuidadora.
Resumo:
INTRODUCCIÓN: La salud es un concepto básico para el mantenimiento de una población, que agrupa nociones e impresiones de un sujeto. Se trata de un conjunto de bienestar físico, social y mental condicionado por la influencia de los factores socioeconómicos y culturales. Muchas investigaciones se basaron en las mediciones subjetivas de la salud para enfocar el tema desde la perspectiva del paciente y no solo del profesional de salud. Las nociones estudiadas en la presente investigación son la calidad y estilo de vida de la población universitaria femenina, además de las impresiones que incluyen las vivencias del dolor crónico y de la imagen corporal de la misma población. También, se añadió la variable “etnia” al presente estudio por su importancia junto al género y al nivel educativo, a la hora de determinar y analizar cada uno de los conceptos mencionados. Además, se estudiaron el dolor crónico y la imagen corporal desde un punto de vista subjetivo-emocional basado en la semántica de algunas palabras que definen el significado de estos fenómenos según cada persona y población étnica. METODOLOGÍA: Se recurrió a la metodología de encuestas utilizando para ello cuatro cuestionarios para cada concepto estudiado. Las entrevistas se elaboraron en las Universidades UA y UMH de Alicante (España) y Universidad Abdelmalek Essaadi de Tetuán (Marruecos), agrupados en: 318 mujeres, entre ellas 127 mujeres españolas residentes en Alicante, 85 mujeres de nacionalidad marroquí que reside en Alicante también y 106 mujeres marroquíes residentes en Tetuán. La elección de la edad no fue una variable condicionante ya que la población universitaria se encontraba en el intervalo de 18 a 36 años que define una población generalmente joven. Esto es de interés por ser la etapa que más marca el estado de salud durante el resto de la vida. Dentro de la población universitaria, se eligió únicamente la femenina por ser la más vulnerable en las vivencias, percepciones y cambios en la imagen corporal, alimentación y dolor. Para la evaluación de la calidad de vida relacionada con la salud se empleó el cuestionario de salud SF-36 que agrupa las ocho dimensiones determinantes de la salud percibida. Los indicadores clásicos de morbilidad (presencia de procesos patológicos, consumo de medicamentos) y estilo de vida (tipo de alimentación, consumo de alcohol y tabaco, actividad física) se resumieron a partir de la Encuesta Nacional de Salud Española (ENS 2006). El estudio del dolor crónico y de la imagen corporal basándose en la semántica, se evaluó a través de un cuestionario genérico del Diferencial Semántico. Además se añadió otro aspecto para el estudio de la imagen corporal, basado en Figuras Anatómicas que determinan el Índice de Masa Corporal (IMC) percibido. RESULTADOS: Los resultados obtenidos muestran diferencias apreciables en la percepción de la calidad de vida de las mujeres marroquíes frente a las españolas, mostrando mejores puntuaciones en las españolas y peores en las marroquíes de Alicante. La prevalencia de algunas patologías fue generalmente alta en la población marroquí. Lo más destacado fueron los altos porcentajes de depresión u otros trastornos menores en las marroquíes de Alicante y la anemia en las españolas de Alicante. Los medicamentos se consumen por parte de toda la población universitaria, con altos porcentajes de analgésicos utilizados por la población marroquí residente en Alicante. Aparecen también los reconstituyentes sobre todo para la población marroquí de Alicante por ser la que peor estado de salud tiene. La alimentación seguida es inadecuada para toda la población, y necesita cambios según los coeficientes calculados del Índice de Alimentación Saludable. Las mujeres que llevan una dieta sana son escasas y pertenecen sobre todo al grupo de las universitarias españolas. En lo referido a la práctica de actividad física y consumo de tabaco, los altos porcentajes son hallados en las universitarias españolas, dos conceptos que normalmente deben aparecer en sentido inverso. Las marroquíes de Alicante practican menos actividad física comparadas con la población universitaria estudiada. El consumo de alcohol no fue un dato relevante, ya que se trata de una etnia religiosa que no consume alcohol. Los resultados obtenidos del cuestionario de dolor crónico, muestran puntuaciones bajas en toda la población universitaria con una percepción negativa, sobre todo en las marroquíes de Alicante. La imagen corporal evaluada con el Diferencial Semántico muestra una insatisfacción hacia el propio cuerpo en todas las mujeres, en especial las marroquíes residentes en Alicante. Los IMC ideales elegidos a partir de las figuras anatómicas facilitadas, muestran una diferencia marcada entre las dos etnias: las mujeres españolas eligen las figuras que presentan los IMC bajos, como figura Ideal, mientras que las marroquíes eligen modelos Ideales con más peso. CONCLUSIONES: Las universitarias españolas valoran mejor su calidad de vida en comparación a las marroquíes de Tetuán. Las marroquíes residentes en Alicante perciben una calidad de vida menor que las otras universitarias. Las mujeres participantes en este estudio muestran valores del IMC dentro de la normalidad aunque la prevalencia de sobrepeso y obesidad se encuentra alta únicamente en las universitarias marroquíes de Tetuán. En lo relativo a los estilos de vida, las diferencias observadas entre las mujeres no se basan tanto en las patologías ni en los medicamentos consumidos. Sin embargo, las universitarias españolas realizan más actividad física y llevan una alimentación generalmente saludable. El perfil nutricional es preocupante ya que todas las universitarias necesitan un cambio en el tipo de alimentación siendo las marroquíes de Alicante las que peor calidad de dieta tienen. Las vivencias del dolor crónico determinadas por el Diferencial Semántico mostraron una percepción negativa, para todas la universitarias. Basándonos en la etnia y el lugar de nacimiento, las españolas puntúan mejor este concepto frente a las marroquíes de Tetuán. Las marroquíes que viven en Alicante perciben el dolor de una manera negativa. El consumo de analgésicos no mostró rendimientos positivos sobre este último grupo, mientras que en los otros grupos de mujeres parece que el consumo de este tipo de medicina ayuda al afrontamiento del dolor. La percepción de la imagen corporal mostró una insatisfacción por la propia imagen en todas las mujeres universitarias sin mostrar grandes diferencias entre grupos. Esta insatisfacción corporal difiere en el modelo del cuerpo elegido, ya que las españolas prefieren ser más delgadas, mientras que las marroquíes eligen tener más peso para una Imagen Corporal Ideal. El ámbito universitario y la etnia y el lugar de nacimiento son condiciones, dentro de las variables sociodemográficas, que determinan el grado de variación del IMC, la calidad de vida percibida, algunos aspectos del estilo de vida, las vivencias del dolor crónico y la percepción de la imagen corporal.
Resumo:
Tras exponer las principales características del debate sobre las causas o factores que explican el descenso de la mortalidad que acompañó la transición demográfica de la población europea occidental, el trabajo propone introducir en dicho debate, el concepto de estado de salud como categoría de análisis, al mismo tiempo que justifica su validez para abordar la variedad de factores que encierra la transición de la mortalidad. Por último, a título de ejemplo, se abordan algunos de los recursos heurísticos que pueden ayudar a analizar, con perspectiva diacrónica, dichos estados de salud: las topografías médicas, los estudios de geografía médica y las memorias de salud pública.
Resumo:
Las desigualdades en salud entre mujeres y hombres están fuertemente condicionadas por determinantes sociales en los que intervienen los sistemas de género. De hecho, mujeres y hombres concluyen en datos distintos según morbilidad y mortalidad que están relacionados con sus tareas o división sexual del trabajo, expectativas de rol, posición e identidad social de género. Así, se necesita información con sensibilidad de género para comprender y paliar estas situaciones de desigualdad en salud. Ello conduce a examinar los métodos y herramientas de recogida de información. Los objetivos de este estudio son: 1. Analizar con enfoque de género las fuentes de información, las estadísticas e indicadores sobre salud y determinantes existentes en España, y 2. Proponer la utilización de variables indicadoras del estado de salud y sus determinantes sensibles a género.
Resumo:
Ante la necesidad de disponer de instrumentos que permitan medir calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) de una manera ágil y rápida, nos planteamos estudiar, en un grupo de pacientes en hemodiálisis, las propiedades de medición de las láminas Coop-Wonca con el objetivo de establecer si reúnen las condiciones para su uso rutinario en este tipo de pacientes. Métodos: Estudio transversal en 163 pacientes de hemodiálisis (106 varones y 57 mujeres) procedentes de 3 centros. Para medir la CVRS de la población estudiada se ha utilizado la versión validada española de las láminas Coop-Wonca completa. Este cuestionario comprende nueve dimensiones de función y bienestar de un único ítem: 1.– Forma física; 2.–Sentimientos; 3.–Actividades cotidianas; 4.–Actividades sociales; 5.–Cambio en el estado de salud; 6.–Estado de salud; 7.–Dolor; 8.–Apoyo social; y 9.–Calidad de vida en general. Las posibles respuestas se puntúan de 1 a 5, siendo las puntuaciones mayores las que reflejan una peor salud percibida. El instrumento permite la obtención de un índice (Coop total) que es un sumatorio de las puntuaciones de todas las dimensiones salvo la 5 (Cambio en el estado de salud). Resultados: El tiempo medio de cumplimentación del cuestionario fue inferior a 5 minutos. Las láminas resultaron fácilmente comprensibles para los pacientes y la autoadministración de las mismas no planteó problemas. Las puntuaciones más altas (peor CVRS) se obtuvieron en las dimensiones «forma física» (3,66 ± 0,8) y «estado de salud» (3,43 ± 0,8), y la menor (mejor CVRS) en la dimensión «actividades sociales» (1,98 ± 1,3). Entre los principales factores asociados a un peor estado de salud percibida figuran el sexo (mujer), la comorbilidad (presencia de diabetes y/o hepatopatía), la situación laboral (pensionista) y el medio de transporte (taxi-ambulancia). Un mayor tiempo en hemodiálisis se asoció a peores puntuaciones en las dimensiones «calidad de vida en general» y «Dolor». Los pacientes que se trasladaban en taxi o ambulancia presentaban peores puntuaciones en las dimensiones «Forma física», «Actividades cotidianas» y «Estado de salud». Una mayor se asoció a peor puntuación en «Forma física». Un número elevado de fármacos prescritos (más de seis) se asoció a peor puntuación en las dimensiones «Forma física», «Actividades sociales» y «Apoyo social». Los varones, los viudos y los solteros puntuaron peor en «Apoyo social». Los pacientes con mayor nivel de estudios mostraron puntuaciones más altas (peor CVRS) en la dimensión «Forma física». Conclusiones: Las láminas Coop-Wonca podrían ser un buen instrumento de medida de CVRS en los pacientes de hemodiálisis, por la rapidez de su cumplimentación y por ser de fácil comprensión lo que favorece la autoadministración que evita el posible sesgo del entrevistador. Todo ello favorecería su uso rutinario como indicador par valorar la evolución en el tiempo de la CVRS de los pacientes en hemodiálisis. No obstante, se precisan estudios ulteriores que permitan evaluar en mayor profundidad las propiedades psicométricas del instrumento en este tipo de pacientes.
Resumo:
Este estudio forma parte de un proyecto de investigación financiado por la Dirección General de Ordenación, Evaluación e Investigación Sanitaria. Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana: “Indicadores del estado de salud de la Comunitat Valenciana: Esperanzas de Salud”. Expediente AP 119/08. [Resolución de 31 de julio de 2008, DOCV num. 5827 del 23 de agosto de 2008].
Resumo:
La Ley General de Sanidad 14/1986 de 25 de Abril posibilitó el tránsito del antiguo modelo de Seguridad Social al actual modelo de Sistema Nacional de Salud (SNS), financiado con impuestos y de cobertura prácticamente universal. Desde entonces se han producido profundos cambios en el sistema que culminaron en el año 2002 con la descentralización total de competencias en materia de salud en las Comunidades Autónomas. La regulación nacional de competencias en materia de salud se realiza desde el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, organismo que agrupa a los máximos responsables autonómicos en materia de salud de cada Comunidad Autónoma y que tiene entre otras, la responsabilidad de evitar las desigualdades en servicios sanitarios dentro del territorio nacional. La creación y competencias del Consejo Interterritorial quedan recogidas en la Ley 16/2003 de 28 de mayo de Cohesión de la calidad del Sistema Nacional de Salud. La cartera de servicios comunes del SNS se establece en el Real Decreto 1030/2006 de 15 de Septiembre, actualizando el Real Decreto 63/1995 de 20 de enero sobre Ordenación de las prestaciones sanitarias, resultando del actual marco legislativo con la descentralización de competencias y gestión de los presupuestos un horizonte de posible variabilidad en los modelos de gestión de cada CCAA, que, si bien deben garantizar la universalidad de las prestaciones, también ofrece una diversidad de modalidades de gestionar los recursos en materia de salud. En cuanto al estado de salud de los españoles, destacar que la esperanza de vida al nacer se sitúa en 79,9 años, superior a la media europea, 78,3 años, y la esperanza de vida ajustada por incapacidad fue en 2002 de 72,6 años en España respecto a los 70,8 de la UE. Según cifras del propio Ministerio de Sanidad, la percepción de la salud de los ciudadanos fue positiva para un 73% de los hombres y un 63,2 de las mujeres. Alrededor del 60% de la población tiene un peso normal y la morbilidad sitúa en los primeros lugares las enfermedades del aparato circulatorio, el cáncer y las enfermedades del aparato respiratorio (CIE-9). El gasto sanitario en España, es un capítulo presupuestario importante, al situarse en torno al 7,5 del P.I.B, y los recursos e inversiones presentan aparentes desigualdades autonómicas. Los modelos de gestión y dependencia patrimonial de los recursos, variables entre Autonomías, plantean la necesidad de monitorizar un seguimiento que permita evaluar en los próximos diez años el impacto de la descentralización de competencias del Sistema. La estructura del Sistema tiene dos niveles asistenciales mayoritarios, atención primaria y especializada, absorbiendo la atención especializada la mayor parte del presupuesto. El incremento del gasto sanitario y la universalidad de las prestaciones han condicionado en gran medida la implantación de modelos de gestión diferentes a los tradicionales. Esta situación no es exclusiva del Estado Español. En los Estados del entorno de la Unión Europea, el Consejo de Ministros de Sanidad de la UE en su sesión celebrada los días 1 y 2 de Junio de 200625 concluyeron un documento que recoge los valores y principios comunes de los sistemas sanitarios de los países de la Unión Europea, resaltando los principios y valores de los sistemas sanitarios como soporte estructural de dichos estados. Como conclusión, en este momento (2007) el Sistema Nacional de Salud Español, está inmerso en un proceso de trasformación orientado a garantizar la eficiencia de las prestaciones de manera responsable, es decir, ofertar al ciudadano la mejor calidad de servicios al mínimo coste.
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Antecedentes/Objetivos: Tras el crecimiento de la inmigración extranjera de la pasada década, este estudio tiene como objetivo analizar la evidencia científica generada en los últimos quince años sobre la salud de la población inmigrante en España que aborda la influencia de determinantes sociales y/o las desigualdades en comparación con la población española. Métodos: Se realizó un estudio de revisión mediante la metodología de scoping review y se efectúo una búsqueda de la literatura científica publicada desde 1998 hasta 2013 en España. Se consultaron las bases de datos de medline y medes. Se combinaron 3 filtros temáticos: a) desigualdades sociales: se utilizó el propuesto por Borrell y Malmusi (Informe SESPAS 2010); b) inmigración: términos MeSH Emigrants and Immigrants, Emigration and Immigration, Transients and Migrants, Ethnic Groups; c) España: se utilizó el desarrollado por Valderas et al. (Rev Esp Cardiol 2006). Se seleccionaron estudios sobre desigualdades sociales en salud con población inmigrante procedente de países tales como Latinoamérica, África, Asia o Europa del Este. Resultados: Se seleccionaron 27 artículos. La mayoría fueron publicados en los años 2009 y 2010 (n = 17). Doce utilizaron encuestas poblacionales de salud de ámbito nacional (n = 6) y autonómicas (n = 6). Un total de 23 se centraron en población adulta mayor de 15 años. Los indicadores más frecuentemente analizados fueron el estado de salud percibido (n = 9) y la salud mental (n = 7). La población inmigrante está expuesta a determinantes sociales más desfavorables que la autóctona (clase social, renta, condiciones de empleo y trabajo, apoyo social, discriminación). A pesar de una menor prevalencia de enfermedades crónicas, parece presentar mayores problemas de salud mental y peor percepción de salud, sobretodo en mujeres y a mayor tiempo de estancia. También se reportan menores prevalencias de tabaquismo y consumo de alcohol, uso de fármacos y menor mortalidad, así como mayor sedentarismo y obesidad, sobre todo en mujeres, y violencia del compañero íntimo. Conclusiones: Los estudios exploran un amplio abanico de indicadores de salud en población adulta e infantil. A pesar de su recién llegada, las peores condiciones de vida se traducen en desigualdades sociales en la salud que afectan a la población inmigrante. Se detectan algunas lagunas de conocimiento y aspectos metodológicos a mejorar. Se hace necesario analizar la evolución de estas desigualdades en el nuevo contexto económico y considerando el previsible deterioro del efecto inmigrante sano.
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Introducción: En los últimos años, la población española ha experimentado un crecimiento acelerado de personas mayores. Las previsiones demográficas a corto-medio plazo describen un importante predominio de trabajadores mayores en el mercado laboral. Objetivos: Identificar las diferencias según dos grupos de edad (<55 años y ≥55 años) en la percepción de las condiciones de trabajo y salud de la población trabajadora española. Metodología: Las diferencias entre los dos grupos de edad se analizaron a partir de indicadores de condiciones de trabajo y de salud pertenecientes a la VII Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo del Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo (VII_ENCT). El análisis consistió en el cálculo de las prevalencias y la odds ratio cruda-ORc y ajustada por sexo con su correspondiente intervalo del confianza al 95% Resultados: El grupo de trabajadores más jóvenes presentan más riesgo de exposición a seis de los siete indicadores relacionados con las condiciones de trabajo (ruido, vibraciones, carga física, carga mental, autonomía y motivación). No obstante los trabajadores mayores tienen una peor percepción de su estado de salud (ORa= 2,06 [1,75-2,42]) y presentan en mayor medida problemas de salud que si bien les conducen a la visita médica más frecuentemente los relacionan menos con su actividad laboral. Conclusiones: A tenor de los resultados, los trabajadores de 55 años y más refieren tener menos quejas respecto a sus condiciones laborales e incluso se sienten más autónomos y motivados. Es el deterioro físico y mental la principal limitación que encuentran estos trabajadores a la hora de ejercer sus tareas. Sería recomendable establecer políticas de promoción de la salud dentro de las empresas para mejorar los indicadores de salud y promover el envejecimiento activo de la población trabajadora española.
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Introducción: Se define la espiritualidad como la búsqueda personal de propósito y significado en la vida, pudiendo incorporar o no la religión. En este artículo se presenta el desarrollo y la aplicación de una medida de bienestar espiritual a una muestra de pacientes en hemodiálisis. Material y métodos: El instrumento básico empleado se denomina Cuestionario del Sentido de la Vida (Meaning in Life Scale, MiLS), con 21 ítems y cuatro escalas: Propósito, Falta de significado, Paz y Beneficios de la espiritualidad. También se proporciona una puntuación global de espiritualidad. Además, se registraron variables de tipo clínico (tiempo en hemodiálisis, índice de comorbilidad de Charlson) y sociodemográfico (edad, género), así como estimaciones del estado de salud, calidad de vida (general y actual), felicidad personal, el grado de religiosidad y la creencia en la existencia de vida ultraterrena. Se ha utilizado un diseño transversal con 94 pacientes en hemodiálisis. Resultados: Los resultados muestran que la versión española de este instrumento (MiLS-Sp) es una medida de bienestar espiritual con garantías psicométricas de calidad (fiabilidad, validez), adecuada para evaluar las complejas exigencias generadas por la problemática de salud del paciente en hemodiálisis. El bienestar espiritual se relaciona significativamente con diversas variables de calidad de vida, percepción de salud, felicidad personal o religiosidad. No existe una relación significativa entre las puntuaciones de espiritualidad y la edad, el sexo, el tiempo en diálisis o el índice de comorbilidad. El grado de bienestar espiritual de estos pacientes es relativamente bajo. Conclusión: La espiritualidad parece desempeñar un papel importante en el bienestar psicológico, el estado de salud y la calidad de vida percibidos por el paciente en hemodiálisis. El grado de bienestar espiritual de estos pacientes es relativamente bajo. Estos resultados sugieren que considerar y evaluar el grado de bienestar espiritual en los pacientes en hemodiálisis puede ser de utilidad para la práctica clínica.
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Objetivo: La evaluación del bienestar espiritual del paciente es un aspecto crítico y fundamental en la atención holística y multidisciplinar. Disponer de un instrumento válido de evaluación de la espiritualidad con finalidad tanto investigadora como clínica es muy conveniente. En este estudio se examina la presencia de bienestar espiritual, o sentido de la vida, en pacientes en cuidados paliativos a través de un cuestionario con garantías psicométricas de calidad. Pacientes y Métodos: Han participado en este estudio con diseño transversal un total de 60 pacientes en cuidados paliativos. El instrumento básico empleado ha sido la versión española del Cuestionario del Sentido de la Vida (Meaning in Life Scale), de 21 ítems y 4 escalas: Propósito, Falta de significado, Paz, y Beneficios de la espiritualidad. Se proporciona, también, una puntuación global de espiritualidad. Se registraron, además, variables de tipo clínico y sociodemográfico, así como estimaciones del estado de salud, calidad de vida (general y actual), felicidad personal, el grado de religiosidad y la creencia en la existencia de vida ultraterrena. Resultados: Los resultados muestran que la versión española de este instrumento (Cuestionario del Sentido de la Vida [Meaning in Life Scale]) es una medida de bienestar espiritual con garantías psicométricas de calidad (buena fiabilidad y validez), adecuada para evaluar la complejas exigencias generadas por la enfermedad crónica del paciente en cuidados paliativos. El bienestar espiritual se relaciona significativamente con diversas variables de calidad de vida, percepción de salud, felicidad personal o religiosidad. No existe una relación significativa entre las puntuaciones de espiritualidad y variables sociodemográficas como la edad o el sexo. La presencia de bienestar espiritual en estos pacientes es más baja de la esperada. Conclusión: Este cuestionario de espiritualidad resulta un instrumento válido para valorar las 4 dimensiones básicas del bienestar espiritual. Los resultados sugieren que considerar y evaluar el bienestar espiritual de los pacientes en cuidados paliativos puede ser de ayuda para la práctica clínica. La presencia de espiritualidad parece desempeñar un papel importante en el bienestar psicológico, el estado de salud y la calidad de vida percibidos por el paciente en cuidados paliativos. El grado de bienestar espiritual de estos pacientes es relativamente bajo.
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Introducción: A pesar de las múltiples críticas que ha suscitado el concepto de la transición sanitaria, en Colombia, que al parecer se encuentra inmersa en un modelo polarizado prolongado de la transición epidemiológica, no se ha establecido como estos cambios, han producido variaciones en el estado de salud de su población a lo largo del tiempo. Por esto, es necesario analizar la transición sanitaria desde 1946 al 2001 a través de la descripción de sus distintos componentes; describiendo y discutiendo las variaciones de las condiciones sanitarias que ha sufrido la población colombiana a lo largo de este periodo por la influencia de las condiciones socioeconómicas. Material y métodos: Se realizó un estudio longitudinal, analítico-descriptivo de la transición sanitaria en Colombia desde 1946 hasta el 2001, basado en datos secundarios de fuentes estadísticas de organismos colombianos y de otras fuentes como las procedentes de organismos internacionales. La limitación más evidente, fue la dificultad para encontrar los datos suficientes del periodo de estudio considerado, que nos permitiera realizar un análisis adecuado de una gran variedad de indicadores, que pudieron estar implicados. Resultados: Colombia ha experimentado una transición demográfica desde 1951 a 2001, dado por una reducción de las tasas de mortalidad, natalidad y fecundidad; además de un aumento de la urbanización de la población por una creciente migración rural-urbana; y donde los factores de violencia y pobreza fueron de gran influencia en esta transformación. Colombia también se encuentra dentro de un «modelo polarizado prolongado» de la transición epidemiológica, lo que supone también la existencia de una doble carga de enfermedad o superposición epidemiológica. Se evidencia un aumentó en la inversión en salud, en la cobertura del sistema de salud, y en la atención prenatal y del parto. Se observan inequidades urbano-rurales en el acceso a los servicios básicos, aunque se observan mejoras a nivel general en la situación nutricional y el nivel educativo de la población. La situación de pobreza se ha mantenido constante, aunque en las zonas rurales se observó un agravamiento de su situación. La violencia ha tenido dos picos de recrudecimiento, pero solo se pudo corroborar el ocurrido desde mediados de los ochenta, por el gran aumento de los homicidios en hombres. Conclusiones: - Colombia experimentó una transición demográfica durante la segunda mitad del siglo XX, influenciada por la violencia y la pobreza. - La ubicación de Colombia dentro de un «modelo polarizado prolongado» de la transición epidemiológica, revela una situación de doble carga de enfermedad o superposición epidemiológica. - Las reformas realizadas al sistema de salud, intentaron responder a los nuevos desafíos que imponían las transiciones demográfica y epidemiológica. Sin embargo, con los datos obtenidos, no es posible hacer una evaluación más detallada, de si la atención sanitaria respondió a la nueva dinámica epidemiológica. - Hay diferencias urbano-rurales y regionales en el acceso a servicios básicos y en el estado nutricional de la población. - Resulta paradójico el descenso observado en los indicadores de criminalidad en Colombia, a partir de la segunda mitad de la década de los ochenta; precisamente cuando se observa un gran incremento en la mortalidad por homicidios. - La pobreza como un aspecto clave dentro de la transición sanitaria en Colombia, muestra un panorama poco alentador, producto de un empeoramiento de la situación de pobreza de las zonas rurales y los pequeños centros urbanos.