29 resultados para Cordillera Ibérica
em Universidad de Alicante
Resumo:
Esta guía surge como documento complementario al campamento de prácticas de campo de la asignatura de Geología Histórica y Regional del Grado de Geología de la Universidad de Alicante. El objetivo principal de este campamento es el conocimiento de los materiales sedimentarios del Paleozoico, Triásico y Jurásico de la Cordillera Ibérica.
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Se actualizan sistemáticamente las especies de braquiópodos del Jurásico Inferior procedentes de varias localidades del N y NE de España alojados en la colección Jiménez de Cisneros, refiriéndolas a contextos actualmente contrastados, dotándolas así de un conveniente marco lito- y cronoestratigráfico. Se encuentran representados especímenes de la Rama Castellana y Aragonesa de la Cordillera Ibérica, Asturias, Pirineos y la Cordillera costera Catalana. La actualización ha permitido identificar 18 especies distintas desde el Sinemuriense al Aaleniense basal, contextualizándolas y comparándolas paleobiogeográficamente con el conjunto de plataformas que ocupaban los paleomárgenes de la Subplaca Ibérica durante el Jurásico Inferior.
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La liebre ibérica (Lepus granatensis) es una especie de gran valor en los ecosistemas mediterráneos españoles y por esta razón, su conocimiento ecológico y su relación con los factores que influyen en la heterogeneidad espacial son esenciales para su conservación y manejo. El objetivo de este trabajo es conocer las variaciones de la abundancia de la liebre ibérica en el Parque Natural de la Sierra de Mariola, situado entre las provincias de Alicante y Valencia, en el periodo 2009-2010, y su distribución en las principales matrices del paisaje de una zona de montaña del mediterráneo peninsular. Las abundancias relativas de liebre se han obtenido a partir de transectos estratificados de 1.000 m de longitud. El mayor índice kilométrico de abundancia (IKA) de liebres tiene lugar en primavera (IKA medio de 0,26 liebres/km), y disminuye hasta el invierno (IKA medio de 0,075 liebres/km). La mayor abundancia de liebres se obtiene en la matriz de cultivos de secano (IKA medio de 0,32 liebres/km). Las matrices de vegetación natural y abandono presentan bajo número de liebres, con valores de IKA medios de 0,06 y 0,04 liebres/km respectivamente.
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The planktonic foraminifers biostratigraphy is crucial in order to precise the timing of the main tectonosedimentary and palaeogeographic events through the evolution of the Bajo Segura Basin. Our results indicates that the marine stratigraphic record of the basin spans from the earliest late Miocene to the early Pliocene. For this temporal interval, all the recent, astronomically calibrated, planktonic foraminifers biozones had been documented. The oldest depositional stage in the basin is marked by a regional-scale transgression in coincidence with the MMi9 biozone (early Tortonian). The youngest basin-wide marine episode occurs at the MPl4a biozone (Zanclean). The Messinian Salinity Crisis, as a specially noticeable event in the Mediterranean domain, is bracketed between the last Messinian biozone (MMi13c) and the first Pliocene biozone (MPl1).
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Sandstone petrography and mudstone mineralogy and geochemistry of Triassic mudstones and sandstones from continental redbeds of the Malaguide Complex (Betic Cordillera, southern Spain) provide useful information on provenance, palaeoclimate and geodynamics during the early stages of the Pangea break-up, and on their diagenetic evolution. The sandstones are quartzarenites to sub-litharenites, with minor lithic fragments and rare feldspars. The mudstone samples show a PAAS like elemental distribution. The samples likely record recycling processes from their metasedimentary basement rocks that significantly affected the weathering indices, and monitors cumulative effects, including a first cycle of weathering at the source rocks. Sandstone composition and chemical–mineralogical features of mudstones record a provenance derived from continental block and recycled orogen that were weathered under warm and episodically wet climate. Source areas were located towards the east of the present-day Malaguide outcrops, and were formed by fairly silicic rock types, made up mainly of Palaezoic metasedimentary rocks, similar to those of the Paleozoic underlying series, with subordinate contributions from magmatic–metamorphic sources, and a rare supply from mafic metavolcanic rocks. Clay-mineral distribution of mudstones is dominated by illite and illite/smectite mixed-layer that result from differences in provenance, weathering, and burial/temperature history. Illite crystallinity values, illitization of kaolinite, occurrence of typical authigenic minerals and apatite fission-track studies, coupled with a subsidence analysis of the whole Malaguide succession suggest burial depths of at least 4–6 km with temperatures of 140–160 °C, typical of the burial diagenetic stage, and confirm the Middle Miocene exhumation of the Betic Internal Domain tectonic stack topped by the Malaguide Complex.
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New data reveal Early Burdigalian ‘Numidian-like lithofacies’ in successions of the internal (southernmost) part of the South Iberian Margin (SIM) and the south-western margin of the Mesomediterranean Microplate (MM). The well-known Numidian Formation was deposited in the external (Massylian) sub-domain of the Maghrebian Flysch Basin (a south-western branch of the Tethys Ocean). The anomalous occurrence of ‘Numidian-like lithofacies’ is induced by the particular Early Miocene palaeogeographical and geodynamic complexity of the sector. This consisted of a ‘triple point’ with a dextral transform fault between the SIM and the MM-Maghrebian Flysch Basin system. In this framework, the ageing of Iberian reliefs and the MM collapse, coupled with an African Margin upbulging, and a shortening of the Maghrebian Flysch Basin (both related to the subduction), could have resulted in the arrival of the Numidian depositional system from so far away.
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El espacio doméstico construido es un producto social que a su vez crea sociedad. La casa constituye un escenario privilegiado, un medio de expresión y transmisión de conductas y comportamientos. No obstante, resulta muy difícil comprender el espacio social a través de unas ruinas arqueológicas vacías y carentes de tercera dimensión, y se corre el riesgo de proyectar una imagen historiográfica previamente construida sobre las sociedades estudiadas. La comprensión del espacio social requiere formalizar y discutir los patrones formales de las estructuras domésticas y sus formas de agrupación. Este trabajo aborda el estudio de los espacios domésticos desde una perspectiva lingüística (una gramática de la casa), distinguiendo los elementos en sí y sus combinaciones. Se definen tres niveles distintos de análisis del hecho doméstico: el morfológico, que se ocupa de la forma de las unidades domésticas y de las transformaciones que experimentan; el sintáctico que enfatiza las relaciones entre las estructuras elementales en el marco de una estructura espacial organizada; y el semiótico, que las analiza como expresiones sociales, materialización e instrumento de significados culturales. De acuerdo a esta perspectiva se propone una reflexión metodológica sobre la caracterización de los espacios domésticos medievales e islámicos en la Península Ibérica; se plantean los problemas derivados del uso social del espacio, los modelos domésticos y su diacronía, y se discute acerca de la casa como indicador material de islamización.
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Se aborda el análisis del área de distribución de una especie con fotosíntesis C4, Atriplex halimus L., a partir de la información corológica existente en el área de Cataluña, Comunidad Valenciana e Islas Baleares, y con la utilización de herramienta SIG, que incluye los factores ambientales considerados como más importantes en la distribución de este tipo de plantas. Este procedimiento representa una alternativa a las investigaciones pasadas en distribución de plantas C4, en este caso se analiza el número de especies C4 en áreas geográficas concretas, a lo largo de gradientes, y es el inicio de una vía más inductiva que puede ser prometedora para entender mejor los factores que afectan a la distribución de estas plantas. Se ha podido obtener un modelo de distribución de A. halimus en base a los factores ambientales actuales que tiene interés porque, aunque el uso de estos métodos predictivos está ya muy extendido, en este caso se aplica por primera vez a una especie que posee una vía de fotosíntesis que ha sido descrita como una adaptación a determinados tipos de clima. En esta especie, la altitud y la precipitación anual, con coeficientes negativos, son las dos variables que al introducirlas, más contribuyen a reducir la desvianza. De las temperaturas consideradas, solo la de enero interviene en el modelo y con un comportamiento diferente por debajo o por encima de los 400 m de altitud. La salinidad del suelo resulta también seleccionada, pero no de forma significativa. La coincidencia entre la distribución real y la resultante de la aplicación del modelo es otro indicador que nos muestra que el modelo es próximo a la realidad, salvo, acaso, en el medio insular. Los resultados son muy coherentes con la información existente sobre los factores que determinan la distribución de las plantas C4 en general, y de las Quenopodiáceas en concreto, que son las temperaturas y el coeficiente de aridez.
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Los principales avances en el conocimiento de las tres especies de liebre presentes en la Península Ibérica (dos de ellas endémicas) tuvieron lugar a finales del siglo XX con la realización de estudios sobre genética, morfología y ecología descriptiva. Durante los años 90 y 2000, se ha profundizado fundamentalmente en aspectos genéticos y evolutivos, en la definición de factores ambientales determinantes de su distribución, en el estado sanitario y en el comportamiento espacial. En lo que respecta a los estudios sobre dinámica poblacional, se dispone únicamente de trabajos locales con metodologías diversas y series de datos generalmente cortas, lo que impide realizar una interpretación conjunta y sólida de los datos. Esta falta de información conlleva que las bases técnicas para determinar un adecuado aprovechamiento cinegético sean en la mayoría de los casos insuficientes. Además, las tres especies se encuentran fuertemente ligadas al medio agrícola y ganadero, por lo que determinar los factores relativos al manejo de estos medios que afectan a las liebres resulta esencial, especialmente debido al declive general de la mayor parte de las especies silvestres ligadas a estos espacios. ¿Será el sector científico-técnico capaz de avanzar en el conocimiento de la dinámica poblacional y el efecto del manejo agroganadero para una mejor gestión de las liebres ibéricas?
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The marine stratigraphic record of the Granada Basin (central Betic Cordillera, Spain) is composed of three Late Miocene genetic units deposited in different sea-level contexts (from base to top): Unit I (sea-level rise), Unit II (high sea-level), and Unit III (low sea-level). The latter mainly consists of evaporites precipitated in a shallow-basin setting. Biostratigraphic analyses based on planktonic foraminifera and calcareous nannoplankton indicate four late Tortonian bioevents (PF1-CN1, PF2, PF3, and PF4), which can be correlated with astronomically-dated events in other sections of the Mediterranean. PF1-CN1 (7.89 Ma) is characterized by the influx of the Globorotalia conomiozea group (including typical forms of Globorotalia mediterranea) and by the first common occurrence of Discoaster surculus; PF2 (7.84 Ma) is marked by the first common occurrence of Globorotalia suterae; PF3 (7.69 Ma) is typified by the influx of dextral Neogloboquadrina acostaensis; and PF4 (7.37 Ma) is defined by the influx of the Globorotalia menardii group II (dextral forms). The PF1 event occurred in the upper part of Unit I, whereas PF2 to PF4 events occurred successively within Unit II. The age of Unit III (evaporites) can only be estimated in its lower part based on the presence of dextral Globorotalia scitula, which, together with the absence of the first common occurrence of the G. conomiozea group (7.24 Ma), points to the latest Tortonian. Comparisons with data from the other Betic basins indicate that the evaporitic phase of the Granada Basin (7.37–7.24 Ma) is not synchronous with those from the Lorca Basin (7.80 Ma) and the Fortuna Basin (7.6 Ma). In the Bajo Segura Basin (easternmost Betic Cordillera), no evaporite deposition occurred during the late Tortonian. The evaporitic unit of the Granada Basin (central Betics) records the late Tortonian restriction of the Betic seaway (the marine connection between the Atlantic and Mediterranean). The diachrony in the restriction of the Betic seaway is related to differing tectonic movements in the central and eastern sectors of the Betic Cordillera.
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Los sedimentos continentales (Plioceno-Cuaternario) que afloran en el sector central de la Cuenca de Guadix (Sur de España) muestran una ciclicidad de 100 ka consistente en la alternancia de depósitos de abanicos aluviales y sedimentos fluvio-lacustres. Durante el Plioceno y el Pleistoceno la Cuenca de Guadix era endorreica, y se caracterizaba por la existencia de un sistema axial fluvial y una orla marginal de abanicos aluviales transversales. En la zona de estudio, estos sistemas estaban relacionados lateralmente, ocupando de forma alterna el valle axial en el sector central de la Cuenca de Guadix. La edad estimada para la alternancia, ca. 100 ka, cae en la banda de excentricidad de alta frecuencia de Milankovitch. Estas fases podrían interpretarse como el resultado de máximos de excentricidad (inviernos más largos y fríos, con mayor volumen de precipitaciones que favorecerían las progradaciones de los abanicos) o de excentricidad mínima (períodos más secos y fríos, con una cubierta vegetal más escasa en las áreas fuente y, por tanto, un mayor aporte de sedimento por precipitaciones muy concentradas en el tiempo al sistema aluvial). Se muestra cómo los datos paleomagnéticos no son lo suficientemente precisos para proporcionar una buena correlación de las fases de progradación con la curva de excentricidad de Laskar et al. (2004), por lo que se pone en duda su precisión a la hora de determinar el significado climático de la ciclicidad.
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Se ha realizado un inventario de flora útil en la Partida de Carrizales en el término municipal de Elche (Alicante). A partir de entrevistas de tipo semiestructurado se han encontrado un total de 246 especies, de las cuales aparece una pequeña descripción botánica, ecológica y aplicación etnobotánica. Así, se pretende hacer una aproximación al conocimiento etnobotánico existente en una zona de regadío colonizada a partir del s. XVIII e intensamente antropizada. En nuestro trabajo hemos prestado atención no sólo a los cultivos que actualmente encontramos, sino también los que han estado presentes en el pasado, ya que conociendo sus características se pueden tratar de recuperar y crear productos con sello propio y dinamizar la economía local.
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Estudios estratigráficos y sedimentológicos de afloramiento y el análisis paleoecológico y bioestratigráfico mediante foraminíferos, han permitido realizar una reinterpretación sedimentaria de las unidades de margas y areniscas miocenas del sector nororiental de la Cuenca del Guadalquivir. El relleno sedimentario ha sido dividido en cuatro unidades litoestratigráficas (I-IV), todas ellas depositadas durante el Tortoniense, entre 10 y 7.89 Ma, aproximadamente. La Unidad I (Tortoniense antiguo no basal) está fomada por arenas y calizas de algas, y es interpretada como una unidad transgresiva y expansiva sobre el basamento que evoluciona desde ambientes marinos someros a rampa de carbonatos tipo rhodalgal. La Unidad II (Tortoniense inferior, biozona MMi11: entre 10 y 9.54 Ma) está caracterizada por una alternancia rítmica de margas arcillosas y silíceas, depositadas en ambientes pelágicos y profundos de aguas frías-eutróficas, si bien con repetidos cambios en la estratificación y distribución de nutrientes en la columna de agua. Esta unidad registra una importante somerización en su parte superior, dando paso gradual a la Unidad III. La Unidad III (Tortoniense inferior, biozonaMMi11: desde 9.54 Ma) está dominada por areniscas, aunque lateralmente aparecen brechas intraformacionales con estratos contorsionados. Está nutrida por deltas desde la costa y se interpreta como el depósito de bancos arenosos movilizados por la acción de corrientes mareales y el oleaje de tormentas en rampas. La Unidad IV (Tortoniense superior, biozona MMi12: desde 8.35 Ma) está representada por margas pelágicas similares a las de la Unidad II, de la que difiere por la presencia de intercalaciones arenosas genéticamente relacionadas con procesos mareales y de tormentas.