2 resultados para Animales-Alimentos-Conservación
em Universidad de Alicante
Resumo:
Los insectos, el grupo de organismos vivos con la más alta biodiversidad conocida, agrupa el 55% de todas las especies descritas y se encuentran en todos los ecosistemas terrestres y de agua dulce donde ocupan una gran variedad de nichos, participando en todos los procesos ecológicos. Este grupo de animales presenta una alta diversidad de hábitos tróficos, pudiendo ser fitófagos, saprófagos, descomponedores, depredadores o parasitoides, siendo los principales responsables del reciclaje de más del 20% de la biomasa vegetal terrestre (Samways, 1994, 2005), y uno de los principales degradadores de restos de origen animal (Galante & Marcos-García, 2004a). Por otra parte, los insectos son imprescindibles como mantenedores y generadores de biodiversidad vegetal ya que más del 75% de las plantas con flores de todo el mundo dependen de la acción polinizadora de los insectos (Tepedino & Griwold, 1990; Fontaine et al., 2006).
Resumo:
La seguridad alimentaria es una de las principales prioridades para la cadena de suministro de los alimentos refrigerados y congelados. Los productos deben llegar en las mejores condiciones de conservación y en un estado óptimo al consumidor. Pero cualquier alimento, antes de llegar a la mesa, ha seguido un complejo proceso logístico que va desde el envasado del producto, su traslado de la fábrica al almacén, al distribuidor y al punto de venta utilizando en este recorrido diferentes medios de transporte; terrestres, marítimos, ferroviarios, un conjunto de operaciones que forman parte de la cadena de suministro del producto. Y es aquí donde entra el proyecto Chill-On y donde cobra todo su interés. Su objetivo no es otro que aprovechar las nuevas tecnologías de la información como herramienta para mejorar la calidad, seguridad y transparencia de la cadena de suministro alimentaria. Las etiquetas eCHILL-ON y su integración en el envase hacen que las actividades de investigación se centren en los envases inteligentes. Se trata de una combinación de etiquetas con indicadores Tiempo-Temperatura (TTI) y etiquetas de Identificación por Radiofrecuencia (RFID), que permiten la localización y trazabilidad del producto en cualquiera de las diferentes etapas del proceso logístico. Lo que hace posible detectar cambios en el producto de manera inmediata y por lo tanto rectificar para que ese producto llegue en las mejores condiciones a su destino.