La relación de las exequías de Carlos III en Roma y el nuevo gusto neoclásico

El fallecimiento de Carlos III en diciembre de 1788 fue conmemorado en la Roma de Pío VI con unas exequias oficiales españolas organizadas por el embajador José Nicolás de Azara y por un funeral ordenado por el Papa. Azara aprovechó la ocasión para materializar en dicha función fúnebre sus radicales principios neoclásicos. Paralelamente, ambas ceremonias efímeras se fijaron mediante una serie de lujosas publicaciones en las que intervino decisivamente el impresor más característico del Neoclasicismo: Gimbattista Bodoni. Las exequias de Carlos III en Roma fueron la obra de un intelectual. Son producto de la Roma cosmopolita de los años ochenta del siglo XVIII, foco de atracción para artistas, aficionados, coleccionistas e inteligentes en las artes.