2 resultados para Engaño
em Portal de Revistas Científicas Complutenses - Espanha
Resumo:
En este artículo me propongo mostrar que lo que Sócrates hace con Fedro a lo largo de toda la obra no es otra cosa que utilizar la auténtica retórica (con su doble carga, dialéctica y psicológica) que es descrita en la segunda parte del diálogo. Las tensiones, rivalidades y celos de la situación inicial entre ellos expone un perfil representativo de relaciones entre interlocutores con perspectivas intelectuales opuestas. Es preciso disolver la resistencia emocional por medio de una serie de pasos graduales, estratégicos, y ‘engañosos’ (no se puede develar el propio juego desde el principio). Hay que partir de acuerdos, siquiera parciales, para continuar dialogando. Sin embargo, Sócrates también introduce nociones nuevas acerca del amor, pero éstas pasan desapercibidas a un Fedro obsesionado con la imitación de su enamorado Lisias. Hasta que Sócrates decide cortar el juego y cruzar el río. Este corte provoca un giro en ambos personajes: Fedro se dispone a escuchar lo que Sócrates quiere contarle (el mito del carro alado) y Sócrates se revela ante sí mismo como un personaje capaz de ‘encantar’ a Fedro con la belleza rapsódica del relato y superar su propio temor de convertirse en una bestia devoradora. Al final Sócrates muestra su juego a Fedro y le enseña cómo ha sido posible llegar a un auténtico diálogo filosófico, donde pueda tener lugar la enseñanza y el aprendizaje recíprocos.
Resumo:
It is usually assumed that Heraclitus is, exclusively, the philosopher of flux, diversity and opposition while Parmenides puts the case for unity and changelessness. However, there is a significant common understanding of things (though in differing contexts), not simply an accidental similarity of understanding. Both philosophers, critically, distinguish two realms: on the one hand, there is the one, common realm, identical for all, which is grasped by the ‘logos that is common’(Heraclitus) or the steady nous (Parmenides) that follows a right method in order to interpret the real. On the other hand, the realm of multiplicity seen and heard by the senses, when interpreted by ‘barbarian souls’, is not understood in its common unity. Analogously, when grasped by the wandering weak nous it does not comprehend the real’s basic unity. In this paper I attempt to defend the thesis that both thinkers claim that the common logos (to put it in Heraclitean terms) or the steady intellect (to say it with Parmenides) grasp and affirm the unity of the real.