4 resultados para Sociedad-naturaleza
Resumo:
El aprovechamiento de los sistemas ecológicos se da en forma diferencial entre comunidades. En su gran mayoría estas relaciones no son armónicas sino que generan disminuciones y hasta pérdida de la calidad de los sistemas naturales que le dan sustento, situación que compromete el sostenimiento de cualquier objetivo de desarrollo en términos modernos. El reconocimiento de la función que cumple la naturaleza como soporte, condición y potencial del proceso de producción en su conjunto se explicita en la noción sustentabilidad, y demanda un replanteo del modo en que el hombre, como sociedad en su conjunto, se vincula con la naturaleza. Se hace evidente entonces, que las relaciones no pueden concebirse sin la comprensión de la estructura, dinámica y distribución espacial de los ecosistemas frente a los procesos de ocupación, manejo y uso de los mismos. En el presente trabajo se plantea como objetivo analizar en forma integrada la diversidad actual de los sistemas de tierras de la llanura deprimida del Partido de Tandil, y conocer la estructura, funciones, formas y distribución espacial de los ecosistemas, los usos de las tierras y las relaciones sociedad-naturaleza resultantes. Para ello se analizaron los estudios socioeconómicos y de recursos naturales realizados en el área, se caracterizaron los atributos físicos y los diferentes usos de tierras que se desarrollan en ella y se cartografió su variedad y variabilidad espacial (Ordenación Ecológica). Se evaluó la aptitud de las unidades ecológicas para diferentes formas de uso rural, que permitió identificar y caracterizar relaciones sociedad-naturaleza a partir las diferentes formas de intervención de los sistemas ecológicos. La diversidad ecológica del área condiciona fuertemente la modalidad de aprovechamiento de las tierras que difunden en ella. La complejidad de la llanura deprimida admite distinguir formas ecosistémicas diferentes: una, corresponde a planicies extremadamente achatadas con dominio de suelos del subgrupo Natracuol típico, desarrollo de comunidades hidrófilas y halófitas, localizando los conocidos fenómenos de anegamiento de la pampa deprimida y concentrando el problema de presencia de sodicidad en el Partido de Tandil (36 del área). La otra, presenta mejores condiciones de drenaje con moderado potencial de escurrimiento superficial, dominancia de cuerpos edáficos bien desarrollados (Argiudoles típicos) y presencia de comunidades del flechillar que difunden en unidades de relieves positivos y mixtos. La totalidad de las tierras han sido intervenidas con fines productivos en algún momento en la historia de ocupación. La agricultura es la actividad productiva dominante en las áreas con buenas condiciones de drenaje (74.750 ha) mayormente con labranza de siembra directa y ocasionalmente tradicional. La ganadería bovina semiextensiva predomina en las tierras con mayores limitantes morfológicas y edáficas (102.450 ha). La racionalidad económica que define dichas relaciones, hace que estas generen pérdida de la calidad de los sistemas naturales de los cuales dependen. El estudio pretende brindar herramientas e información de base para viabilizar el diseño e instrumentación de propuestas que encaminen el proceso de ocupación de las tierras hacia la sustentabilidad ambiental del área estudiada. Los resultados obtenidos constituyen un plafón ecogeográfico indispensable que permiten ordenar el territorio en términos ecológicos y socioeconómico-ecológicos
Resumo:
Durante años los ecólogos y biogeógrafos han reconocido a los regimenes climáticos y a las condiciones del substrato como controles dominantes de la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas. En la actualidad, un conjunto nuevo de controles emerge de las intervenciones que los humanos imponen (asociadas a la densidad poblacional, la riqueza, y la conectividad del paisaje). En esta tesis se describen el uso del suelo, y las características estructurales y funcionales de la vegetación, y se estudian sus controles biofísicos y humanos en regiones subtropicales secas (con lluvias estivales) a nivel global. Estas regiones, originalmente dominadas por formaciones leñosas, albergan en la actualidad una gran diversidad de contextos humanos y formas de manejo. La distribución global de las regiones se determinó a partir de bases de datos climáticas y topográficas. La caracterización del contexto humano, el uso del suelo y la producción de bienes, y la composición de la vegetación, se apoyó en datos cartográficos, estadísticas subnacionales, archivos fotográficos, e imágenes satelitales de alta resolución espacial. La cuantificación del funcionamiento del ecosistema se basó en el uso de información radiométrica proveniente de sensores remotos. Se determinaron cinco regiones en América del Norte y del Sur, África, Asia y Australia, incorporando condiciones semiáridas a subhúmedas. Los análisis implicaron caracterizaciones a nivel regional y local (mayor a 6000 puntos de muestreo), discriminando sistemas de uso no cultivados y cultivados. El reemplazo de la vegetación no cultivada fue variable, desde regiones en donde predominan los cultivos (aproximadamente 75 por ciento en Asia), hasta regiones en donde la fracción del territorio bajo este uso es mínima (aproximadamente 3 por ciento en Australia). Las intervenciones humanas (remoción de biomasa, pastoreo, aplicación de subsidios, etc.) han creado una gran variedad de patrones de vegetación/paisaje internamente en cada región. Los sistemas no cultivados desplegaron un gradiente de decreciente cobertura leñosa o creciente ocurrencia de parches antropogénicos en todas las regiones, que finalmente resultó en una productividad más baja e inestable. Sudamérica presentó los paisajes más leñosos o conservados y los más altos valores de productividad, mientras que Asia y Australia presentaron la mayor transformación de la cobertura y los valores más bajos de productividad. Los paisajes cultivados desplegaron un gradiente de creciente escala de producción no relacionado claramente con la productividad promedio de la vegetación. Norteamérica y Australia se asocian al extremo de mayor escala, mientras que África y Asia al de menor escala (Asia presentó aspectos de ambos extremos). Sudamérica en tanto, presentó nuevamente los valores más altos de productividad, aún sin contar con los altos subsidios que reciben los cultivos de Asia y Norteamérica, mientras que África presenta los valores más bajos. La densidad poblacional explicó la fracción agrícola cuando se consideran todas las regiones, pero la conexión a los mercados adquiere importancia en aquellas regiones más ricas y menos pobladas (Australia y Sudamérica). A nivel paisaje la presión poblacional perdió importancia determinando las características de sistemas no cultivados, siendo el nivel de pobreza y la conectividad los factores determinantes del grado de modificación de la cobertura leñosa. En sistemas cultivados, la pobreza y la densidad poblacional determinaron la escala y el grado de industrialización de la producción. La disponibilidad hídrica demostró un poder explicativo igual o menor que los factores humanos determinando la cobertura y el funcionamiento del ecosistema. Este factor tuvo una mayor importancia para sistemas no cultivados que cultivados. Los efectos de la transformación de un paisaje no cultivado a cultivado sobre la productividad dependieron de las características estructurales y funcionales de la vegetación bajo ambos tipos de uso. Así, el reemplazo trajo aumentos en la productividad en Asia, Australia, Sudamérica (cuando se consideraron las prácticas de riego), y disminuciones en Norteamérica y África. La contextualización de las condiciones pasadas o actuales de los ecosistemas permitió adquirir una base empírica para interpretar procesos clave involucrados en las interacciones entre sociedad y naturaleza. Visiones comparativas como las seguidas en esta tesis por lo tanto ayudarían a explorar caminos alternativos y estrategias de manejo de ecosistemas en un mundo con demandas crecientes por alimento, y en donde sostener o incrementar el capital natural y social es el gran desafío. En este sentido, se analiza la situación actual del Chaco Sudamericano en comparación con las restantes regiones, y se señalan aquellos aspectos fundamentales que llevarían a procesos de degradación de los ecosistemas ante los cambios en el uso a los que está sujeta esta región.
Resumo:
p.81-93
Resumo:
p.123-134