3 resultados para Salud sexual y reproductiva
Resumo:
p.165-180
Resumo:
Cherax quadricarinatus, es una especie de langosta de agua dulce nativa de Australia y Papua Nueva Guinea que se cultiva en varios países incluyendo Argentina, por lo que las investigaciones acerca de su biología reproductiva están orientadas a conocer las condiciones óptimas de cultivo, y desarrollar técnicas para su reproducción y crecimiento. El objetivo general fue determinar el momento del desarrollo en que ocurre la diferenciación sexual y el posible rol regulador de la temperatura, caracterizar el proceso de diferenciación gonadal y madurez sexual, y los cambios morfométricos asociados. Los resultados indicaron que la diferenciación sexual secundaria ocurre a partir de los 0,23 g aproximadamente, correspondiente al estadio juvenil VI ó VII. La temperatura no ejerció un claro efecto sobre la diferenciación sexual. Las hembras, desde la diferenciación gonadal hasta su maduración, presentaron tres morfotipos ováricos. En función de la coloración ovárica, la estructura histológica y la proporción de los distintos tipos celulares se distinguieron cuatro estadios de desarrollo ovárico: I (blanco-transparente), II (crema pálido-naranja pálido), III (naranja con oocitos verdes) y IV (verde oliva). En los machos se identificaron tres estadios de desarrollo y dos tipos de appendices masculinae ó papilas fálicas. Se reconocieron diferentes patrones de intersexualidad y cuatro posibles combinaciones de aberturas genitales que permitieron definir cuatro tipos de intersexo: intersexo hembra (I), intersexo macho (II), y dos tipos de intersexo macho-hembra (III y IV). Los resultados del análisis morfométrico mostraron que los intersexos hembras representan un tipo sexual morfométricamente diferenciado de las hembras y los machos, aunque desde el punto de vista funcional son hembras. Los cambios en las relaciones morfométricas de las dimensiones de los quelípedos se vincularon con el inicio de la la madurez sexual desde el punto de vista histológico en los machos e intersexos hembra.
Resumo:
Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el mundo duplicará la demanda de alimentos para el año 2050. La mitad de este crecimiento se explica por el aumento de la población mundial, mientras que la restante responde al incremento de los ingresos per cápita en países de bajos recursos (FAO, 2009). En este contexto, la solución viable a futuro es duplicar la productividad de aquellas zonas que todavía conservan algún potencial de expansión. Las grandes superficies de suelos de alta calidad con posibilidades de aumentar su productividad se encuentran en Estados Unidos, Ucrania y la Argentina. Una mayor producción requiere de productos fitosanitarios que representan un beneficio innegable garantizando estabilidad en los rendimientos. Sin embargo, la utilización de estos insumos entraña riesgos tóxicos, ya sea por un manejo inapropiado o por la ocurrencia de accidentes (CASAFE, 2009). El uso de los plaguicidas debe ser responsable a fin de evitar producir efectos adversos inmediatos y de largo plazo en la salud humana y el medio ambiente. Estos efectos pueden aparecer en todo el ciclo de vida del plaguicida, es decir durante la producción, transporte, almacenamiento, aplicación y disposición final. En la realización de su trabajo las personas pueden quedar expuestas a altos niveles de sustancias tóxicas. Actualmente la intoxicación con plaguicidas es un serio problema de salud que afecta a los trabajadores rurales, a la familia rural, y a la población en general. Se sabe que se producen millones de casos de intoxicación aguda por año a nivel mundial. Sin embargo, en nuestro país existe poca información sobre accidentes y se desconoce cuál es la contribución de los plaguicidas al desarrollo de enfermedades crónicas. Los principales riesgos con plaguicidas ligados a la salud humana se relacionan con la aparición de cáncer, defectos de nacimiento, afecciones del sistema nervioso y del funcionamiento del sistema endócrino (Ministerio de Salud, 2007). Para minimizar los efectos negativos, el uso de plaguicidas debe realizarse en el marco del Manejo Integrado de Plagas (MIP). En la selección debe considerarse la peligrosidad de los ingredientes activos, coadyuvantes y acompañantes, su potencial de persistencia y bioacumulación. Los trabajadores que manipulan plaguicidas deben recibir capacitación sobre riesgos, protecciones, y procedimientos de trabajo seguro. En el acopio de granos se combaten diversas plagas, principalmente insectos, ácaros, hongos y roedores. Estos organismos tienen altas tasas de reproducción y su presencia en el ámbito comercial se considera objetable debido a los daños y mermas que producen (López Mérida et al, 2001). En el control químico de estas plagas se utilizan sustancias peligrosas para la salud, por ejemplo fumigantes que actúan como vapores en concentraciones letales para el ser humano e insecticidas de alta toxicidad y gran poder residual capaces de ingresar al organismo por las vías inhalatoria y dérmica. En el presente trabajo se analizan los riesgos laborales en el acopio de granos con particular interés en el uso de plaguicidas de esta actividad. Adicionalmente, se realizó un estudio de caso en la Planta de Semillas de la Estación Experimental INTA Anguil. En este estudio se desarrollaron procedimientos de trabajo seguro (PTS) para el uso deplaguicidas y el trabajo en espacios confinados en dicho establecimiento (Anexos 1-5).