5 resultados para Bienes y usos comunales
Resumo:
Los ecosistemas agrícolas de la Región Pampeana Argentina (RPA) atravesaron en las últimas décadas cambios asociados a procesos de expansión geográfica e intensificación productiva. En este trabajo se estudió el funcionamiento de ecosistemas agrícolas pampeanos mediante la síntesis emergética (de emergía). Este acercamiento analítico evalúa conjuntamente el consumo de bienes y servicios ecológicos y económicos, en una moneda común (emergía) que es la cantidad de energía solar necesaria para obtener todos y cada uno de los recursos intervinientes en el proceso de producción (naturales y comprados en el sistema económico). Este marco de análisis novedoso para el estudio de los ecosistemas agrícolas fue aplicado en la evaluación del desempeño de la rotación maiz-trigo/soja en tres ecosistemas agrícolas, Pergamino (BA), Marcos Juárez (CBA) y Montecristo (CBA), ubicados en la RPA en el período 2006-2010. Posteriormente, a partir de una base de información más extensa en el sitio Marcos Juárez, se amplió el rango temporal del estudió al intervalo 1984-2010, y a escala de cultivo individual en lugar de rotación agrícola, con el objeto de detectar tendencias históricas en los indicadores emergéticos. Los resultados del análisis a nivel de rotación mostraron que los ecosistemas evaluados fueron capaces de duplicar la emergía capturada de los recursos locales a partir del agregado de emergía externa comprada (EYR entre 2 y 2.19). También se determinó que el funcionamiento de dichos ecosistemas estuvo basado en una proporción levemente superior sobre insumos externos que sobre recursos provenientes locales propios del ecosistema (EIR entre 1.01 y 1.16). Sin embargo, los ecosistemas estudiados demostraron tener una habilidad para capturar recursos provenientes de la naturaleza proporcionalmente mayor a la presión ejercida sobre el ambiente a través del proceso productivo (ESI entre 1.99 y 2.45). Los valores obtenidos ubican a los ecosistemas agrícolas de la RPA, entre los de mayor eficiencia y renovabilidad en el contexto mundial de la producción agrícola extensiva. La mayor extensión de este análisis en un contexto histórico permitió identificar tres fases de cambio en los indicadores emergéticos en cuanto a la eficiencia del uso de la emergía y su renovabilidad: una fase de mejora (1984-1995), seguida por una fase de disminución (1996-2001), y una fase final de disminución; pero a tasas menores (2002-2010). Los cambios más importantes asociados al consumo de emergía estuvieron explicadas por la adopción de nuevas tecnologías productivas como la introducción de la siembra directa o el uso de semillas transgénicas. Si bien, la moderación en la caída de los índices en la ultima fase identificada (2002-2010) es un síntoma alentador en términos del grado de explotación ambiental de los ecosistemas estudiados, será necesario que futuros aumentos en el consumo de emergía comprada (e.g. insumos o servicios) estén asociados a retornos más que proporcionales en la captura de la emergía local de fuente renovable. La excepción al patrón de tres fases descripto anteriormente, fue la eficiencia de conversión de la emergía a grano (i.e. la inversa de la transformidad), que exhibió un aumentó consistentemente en el período 1984-2010. Este aumento de la eficiencia (medida en emergía requerida para obtener una unidad de energía cosechada) fue observada a pesar del aumento del flujo de insumos comprados, en el mismo período, lo que esta indicando que a través del tiempo, fue posible cosechar valores crecientes de energía por cada unidad de emergía invertida. La aplicación del análisis de los flujos de emergía resultó util para detectar cambios en los sistemas estudiados. Sin embargo, los resultados obtenidos indicarían que la fortaleza del metodo reside en el monitoreo de cambios a escalas temporales y espaciales mayores a las estudiadas en este trabajo. De este modo, sería posible aumentar la eficiencia de detección de diferencias en el uso de emergía si se analizaran patrones regionales de uso de la tierra, donde los sistemas de producción maximicen los contrastes, tanto en en el consumo de bienes ecológicos (oferta ambiental) como económicos (sistemas de producción contrastantes)
Resumo:
Durante años los ecólogos y biogeógrafos han reconocido a los regimenes climáticos y a las condiciones del substrato como controles dominantes de la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas. En la actualidad, un conjunto nuevo de controles emerge de las intervenciones que los humanos imponen (asociadas a la densidad poblacional, la riqueza, y la conectividad del paisaje). En esta tesis se describen el uso del suelo, y las características estructurales y funcionales de la vegetación, y se estudian sus controles biofísicos y humanos en regiones subtropicales secas (con lluvias estivales) a nivel global. Estas regiones, originalmente dominadas por formaciones leñosas, albergan en la actualidad una gran diversidad de contextos humanos y formas de manejo. La distribución global de las regiones se determinó a partir de bases de datos climáticas y topográficas. La caracterización del contexto humano, el uso del suelo y la producción de bienes, y la composición de la vegetación, se apoyó en datos cartográficos, estadísticas subnacionales, archivos fotográficos, e imágenes satelitales de alta resolución espacial. La cuantificación del funcionamiento del ecosistema se basó en el uso de información radiométrica proveniente de sensores remotos. Se determinaron cinco regiones en América del Norte y del Sur, África, Asia y Australia, incorporando condiciones semiáridas a subhúmedas. Los análisis implicaron caracterizaciones a nivel regional y local (mayor a 6000 puntos de muestreo), discriminando sistemas de uso no cultivados y cultivados. El reemplazo de la vegetación no cultivada fue variable, desde regiones en donde predominan los cultivos (aproximadamente 75 por ciento en Asia), hasta regiones en donde la fracción del territorio bajo este uso es mínima (aproximadamente 3 por ciento en Australia). Las intervenciones humanas (remoción de biomasa, pastoreo, aplicación de subsidios, etc.) han creado una gran variedad de patrones de vegetación/paisaje internamente en cada región. Los sistemas no cultivados desplegaron un gradiente de decreciente cobertura leñosa o creciente ocurrencia de parches antropogénicos en todas las regiones, que finalmente resultó en una productividad más baja e inestable. Sudamérica presentó los paisajes más leñosos o conservados y los más altos valores de productividad, mientras que Asia y Australia presentaron la mayor transformación de la cobertura y los valores más bajos de productividad. Los paisajes cultivados desplegaron un gradiente de creciente escala de producción no relacionado claramente con la productividad promedio de la vegetación. Norteamérica y Australia se asocian al extremo de mayor escala, mientras que África y Asia al de menor escala (Asia presentó aspectos de ambos extremos). Sudamérica en tanto, presentó nuevamente los valores más altos de productividad, aún sin contar con los altos subsidios que reciben los cultivos de Asia y Norteamérica, mientras que África presenta los valores más bajos. La densidad poblacional explicó la fracción agrícola cuando se consideran todas las regiones, pero la conexión a los mercados adquiere importancia en aquellas regiones más ricas y menos pobladas (Australia y Sudamérica). A nivel paisaje la presión poblacional perdió importancia determinando las características de sistemas no cultivados, siendo el nivel de pobreza y la conectividad los factores determinantes del grado de modificación de la cobertura leñosa. En sistemas cultivados, la pobreza y la densidad poblacional determinaron la escala y el grado de industrialización de la producción. La disponibilidad hídrica demostró un poder explicativo igual o menor que los factores humanos determinando la cobertura y el funcionamiento del ecosistema. Este factor tuvo una mayor importancia para sistemas no cultivados que cultivados. Los efectos de la transformación de un paisaje no cultivado a cultivado sobre la productividad dependieron de las características estructurales y funcionales de la vegetación bajo ambos tipos de uso. Así, el reemplazo trajo aumentos en la productividad en Asia, Australia, Sudamérica (cuando se consideraron las prácticas de riego), y disminuciones en Norteamérica y África. La contextualización de las condiciones pasadas o actuales de los ecosistemas permitió adquirir una base empírica para interpretar procesos clave involucrados en las interacciones entre sociedad y naturaleza. Visiones comparativas como las seguidas en esta tesis por lo tanto ayudarían a explorar caminos alternativos y estrategias de manejo de ecosistemas en un mundo con demandas crecientes por alimento, y en donde sostener o incrementar el capital natural y social es el gran desafío. En este sentido, se analiza la situación actual del Chaco Sudamericano en comparación con las restantes regiones, y se señalan aquellos aspectos fundamentales que llevarían a procesos de degradación de los ecosistemas ante los cambios en el uso a los que está sujeta esta región.
Resumo:
El desarrollo de los mercados en el ámbito global, hace pensar en la actualidad sobre la existencia de un consumidor global, preocupado por demandar no sólo calidad, sino también seguridad en los productos que consume. Esta nueva característica de los consumidores, abre muchas posibilidades para el desarrollo de bienes y servicios con características que aporten una cuota de valor diferencial, sobre la cual resulte posible sustentar estrategias de negocios que hagan hincapié en esta diferenciación. Este tipo de estrategias, por lo general, se encontrarán sustentadas por productos cuyos procesos involucran activos de elevada especificidad y, en este punto, se torna importante poseer un eficiente diseño organizacional que los proteja de grandes pérdidas de valor. En lo que respecta al mercado de pellets y cubos de alfalfa en particular, donde se proyecta una demanda global creciente, y en el que la Argentina tiene ventajas comparativas a partir de su enorme potencial para el desarrollo de alfalfares de calidad premium, que le permitirían obtener un producto con un diferencial de calidad reconocido en el mercado internacional, surge como interrogante a investigar, si el negocio de pellets y cubos de alfalfa en la Argentina encuentra fortalezas para poder aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado mundial y cuáles son las claves a considerar para contar con un diseño organizacional que permita el desarrollo de este negocio. La metodología de estudio consistió, por un lado, en una recopilación de información de fuentes primarias y secundarias, para estudiar el mercado en general y el ambiente comercial en particular, y por otro, en el desarrollo de un análisis a partir del Modelo de Tres Vías de Joskow. A partir del estudio se concluyó que para aprovechar las oportunidades en este negocio, es necesario contar con un diseño organizacional en el que coexistan diferentes formas de gobernancia. De esta forma, y con el objeto de proteger a los activos específicos en su conjunto, se observó que para la producción es necesario adoptar una estructura de gobernancia que tendiera a la integración vertical, mientras que para la comercialización se debe combinar una estructura de gobernancia híbrida que contenga salvaguardas, cuando ésta se orienta al mercado externo, con una estructura de gobernancia regida por el mercado para cuando se comercialice dentro de la Argentina
Resumo:
El maíz (Zea mays L.) presenta una gran diversidad de razas que pueden agruparse según sus características y usos diferenciales. La mayor parte del maíz sembrado en la provincia de Misiones corresponde a poblaciones locales, en las cuales el abandono de las tradiciones asociadas con su uso conduce a su erosión genética. La información acerca del comportamiento agronómico y características nutricionales de estos materiales es escasa. Con el objetivo de evaluar el potencial agronómico y nutricional de poblaciones de maíz de la provincia de Misiones, aportar al conocimiento de la diversidad genética, y contribuir a su conservación, revalorización y utilización, se estudiaron 16 poblaciones locales de diferente origen y fecha de colecta y 3 testigos comerciales exógenos utilizados en la región mediante descriptores agromorfológicos, de calidad nutricional y moleculares asociados al locus Opaco-2 (se incluyeron 2 testigos QPM exógenos portadores del gen opaco-2). Los resultados obtenidos permitieron detectar la existencia de variabilidad agromorfológica, molecular y nutricional. La diversidad mostró diferencias en cuanto a su origen y momento de colecta, reflejando procesos de selección, sustitución y/o contaminación con materiales comerciales, realzando la importancia del uso de métodos que combinen la conservación de recursos genéticos in situ con aquella realizada en bancos de germoplasma. Se identificaron materiales con características sobresalientes para concentración de proteína, almidón, aceite y composición de ácidos grasos, así como poblaciones que igualaron y/o superaron el desempeño agronómico de los testigos. La detección de materiales de buen comportamiento agronómico y con características de calidad diferencial, demuestra el potencial genético presente en el germoplasma local, lo que permitirá su revalorización como recursos de uso directo por parte de las comunidades autóctonas y facilitará la selección preliminar para su utilización en programas de mejoramiento. Teniendo en cuenta que no existe información previa para estas variables en el germoplasma local, ni trabajos previos de selección para dichos caracteres, los resultados obtenidos proveen información valiosa para el diseño de estrategias de conservación y uso de los recursos genéticos locales.
Resumo:
La comunidad aborigen CIPAQUI está compuesta por 77 familias que habitan tres parajes del Departamento de Tumbaya (La Ciénaga, Patacal y Quisquiri) , en la Provincia de Jujuy. En su mayoría, poseen menos de 2 hectáreas que dedican a la producción agrícola-ganadera, estructurada alrededor del trabajo familiar. El bajo rendimiento de la producción, el estado sanitario de los montes frutales, la dificultad creciente para realizar las labores culturales (manual o a caballo, con arado de mancera o bien esperando un turno incierto de un tractor municipal para efectuar un servicio) , la falta de asistencia técnica permanente, la variabilidad del acceso al agua, la imposibilidad de acceder a mejoras productivas, y la carencia de nuevas oportunidades para la comercialización de sus productos, constituyen limitantes a las que la comunidad se enfrenta y que no puede superar sin la intervención del Estado. A principios del año 2012, la comunidad CIPAQUI entra el contacto con la Unidad para el Cambio Rural (UCAR) , dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (MAGyP) a través de la solicitud de apoyo de uno de sus integrantes, que se constituyó en promotor y aliado local para la formulación del proyecto. En principio, el promotor solicitó financiamiento para la compra de un tractor y sus complementos. El anteproyecto obtuvo la atención de áreas de la UCAR (las unidades Ambiental y Social y de Formulación de Proyectos) que trabajaron en conjunto, dando como resultado una propuesta de trabajo preliminar que se desarrolló entre los meses de julio y septiembre de 2012. No obstante, debido a dificultades relacionadas a la búsqueda de fuentes de financiamiento el proyecto se vio suspendido en sus avances. La propuesta actual es retomar el trabajo realizado y avanzar sobre el mismo. Para tal objetivo se aplicarán los conocimientos académicos brindados por la Especialización: se seguirá avanzando en la formulación con el criterio de proyecto público, lo cual no implicará abandonar los conceptos relacionados a las evaluaciones ex ante como la viabilidad económica y financiera. El objetivo general de la intervención -cuya extensión se estima en 32 meses- es `Mejorar el ingreso monetario de los productores de la comunidad CIPAQUI, promoviendo el desarrollo productivo de las actividades tradicionales agropecuarias`. Para ello, se trabajará en la ejecución de dos componentes: 1. Infraestructura, bienes y equipamiento productivo: 1.1 Mecanización de la producción: incorporará maquinaria y equipos; 1.2 Ampliación de la capacidad productiva: ampliará y reemplazará ejemplares degradados en los montes frutales con la incorporación de prácticas tecnológicas adecuadas; 1.3 Optimización de la infraestructura deriego: aumentará la eficiencia en el uso del agua y mejorará su distribución. 2. Asistencia técnica y capacitación: 2.1 Asistencia técnica: proveerá servicios de apoyo al productor; 2.2 Desarrollo comercial: transferirá información comercial; 2.3 Actividades complementarias: se evaluará la posibilidad de incorporar la oferta del servicio de turismo rural. El monto total de la iniciativa asciende a US $ 190.095. Se espera que al término de su ejecución el proyecto haya generado las condiciones para mejorar la cantidad y calidad de la producción, asegurado la provisión de agua durante todo el año y optimizado la comercialización y organización local.