2 resultados para La casa de Bernarda Alba
em Universidad Politécnica Salesiana Ecuador
Resumo:
También este trabajo que entrego ahora a la imprenta no es perfecto y acabado en todos los detalles. Faltan los anent a Shakaim y una revisión cuidadosa de la grafía shuar. De todas maneras y a pesar de estas imperfecciones, prefiero que salga, para estimular la colaboración de los especialistas en la recolección e interpretación de datos de la cultura shuar. Shakáim, como lo afirman todos los ancianos shuar, es el mismo Etsa, Así llaman a Etsa cuando actúa en asuntos de agricultura y de vida familiar. La palabra Shakáim está compuesta de la onomatopeya '"shaká" que es el ruido que hace un fuerte chaparrón y de la palabra "yumi" que significa lluvia. Shakáim, por lo tanto, significa chaparrón, huracán. El chaparrón fecundiza la tierra y el huracán tumba los árboles gigantescos. Están relacionadas con este_nombre sea las relaciones matrimoniales, sea los trabajos de roce y tumbe. El misino mito habla de la llegada de Shakáim con el semblante de lluvia a la casa de Chuánk para sembrar las palmeras que proporcionan las hojas para el techo de la vivienda. Shakáim es el complemento de Nunkui. La figura de Nunkui es femenina porque se inspira en la tierra fecunda. La figura de Shakáim es masculina porque se inspira en la lluvia fecundizadora. Nunkui y Shakáim son el arquetipo de la pareja shuar. Si Nunkui enseña el trabajo a las mujeres, Shakáim enseña a los hombres. Shakáim ordena a los hombres los trabajos de roce y tala de la selva, la siembra del maíz al voléo, la construcción de la vivienda y la confección del vestido.
Resumo:
Los shuar creen que Anútan vive en las grandes peñas de donde caen las aguas impetuosas de las cascadas sagradas. La gran masa de agua de una cascada, al caer, abre en la peña sotostante un profundo pozo. Se cree que ese pozo es la puerta de salida de Arúntam, que toma los ríos como su camino real. Al fondo del pozo hay una gran puerta, que introduce en la casa de Arútam, en todo parecida a una casa jea de los shuar. Allá tiene sus riquezas, sus animales, sus campos y todos sus valientes, llamados también Anútam. Entre ellos se cuentan sobre todo las almas de los shuar fallecidos.