2 resultados para CABALLOS - LESIONES
em Repositorio Institucional Universidad de Medellín
Resumo:
Diariamente, en diferentes escenarios del mundo ocurren manifestaciones de violencia que, con frecuencia, cobran vidas y afectan de diversa manera a sus familiares y allegados, a los sectores económicos y de salud, y a la sociedad en general. En consecuencia, impacta el desarrollo de una región que pierde, a raíz de estos fenómenos violentos, mano de obra activa a muy temprana edad, bien sea por pérdida de la vida, o porque la víctima queda inhabilitada para desempeñarse laboralmente. Colombia, y en particular el departamento de Antioquia, no han sido ajenos a este tipo de fenómenos violentos, que durante muchos años han flagelado esta sociedad dejando huellas irreparables en muchos de sus hogares. Sin embargo, la verdadera dimensión del fenómeno en Antioquia no ha sido lo suficientemente expuesta para que la sociedad en general comprenda la magnitud y el trasfondo de cada uno de los actos violentos. Se busca, entonces, con este material, hacer una presentación de esta grave situación mediante una descripción del comportamiento de las lesiones tanto fatales como no fatales que ocurrieron durante los años 2012-2013 en el departamento de Antioquia. En el texto Lesiones fatales y no fatales en Antioquia, años 2012-2013 se hace un análisis descriptivo y georreferenciado sobre el comportamiento de diferentes fenómenos violentos con resultado fatal que fueron conocidos por el Instituto Nacional de Medicina Legal mediante la actividad pericial, durante los año 2012 y 2013, como homicidios, suicidios, accidentes de transporte y otros tipos de accidentes; además de eventos no fatales como la violencia intrafamiliar, la violencia sexual y la violencia interpersonal.
Resumo:
¿De dónde llegan hasta acá esos ladridos? ¿Reconocemos igualmente en el relato de Theramen, los caballos desbocados que arrastran el cadáver de Hipólito por la playa, descuartizado? ¿Quiénes son estas serpientes que silban sobre vuestras cabezas? Gracias, señor, por habernos hecho escuchar, en esos ladridos, esos relinchos, estos aullidos de animales rabiosos, nuestras propias vociferaciones; de haber desvelado, en esta jauría sangrienta, en esta yunta desbocada, en este nudo de víboras, en estos animales encarnizados, la violencia abominable de nuestras sociedades; de haber revelado finalmente en estos cuerpos despedazados, las víctimas inocentes de los linchamientos que perpetramos.