4 resultados para trastorno emocional
em Repositorio Institucional de la Universidad de Málaga
Resumo:
El Programa de Inteligencia Emocional Plena (PINEP) (Ramos, Recondo y Enríquez, 2012) propone que la manera más óptima de manejar emociones sería afrontarlas con una actitud compasiva, de aceptación, curiosidad y ausencia de juicio, siendo pues, con Atención Plena. La práctica de Mindfulness implica estar presentes, conectando con la riqueza de cada momento. Tratándose de gestión emocional, implicaría abrirnos a la experiencia, sea cual sea la emoción experimentada, acogiéndola de un modo compasivo tal y como sucede. Así, la práctica de meditación Tonglen es una forma de conectar con el sufrimiento a través de la cual despertar genuinamente la compasión que hay en todos nosotros.
Resumo:
El objetivo de este módulo es proporcionar al alumnado una introducción e idea del concepto de coaching, trabajar en el aula los principales recursos que pueden poner en práctica y desarrollar sus habilidades como coach. Existen multitudes de formas de hacer coaching de manera sistémica, ontológica pero modelo que trabajamos es el coaching co- activo. Este modelo define el coaching como una alianza entre dos personas para alcanzar las metas que el cliente se ha propuesto es una relación de igualdad. Este tipo de coaching hace que el coach se centre en su coachee en una relación hacia el futuro y tome el pasado o el presente como una breve referencia para iniciarlo hacia el camino que nunca hubiese imaginado que podía llegar. El coach realiza una tarea de acompañamiento, actuando como un espejo para que el coachee se vea reflejado para llegar a esa consecución de metas que se ha fijado. En este tipo de coaching existen tres pilares importantes: • La plenitud es la vida que el coachee valora más en plenitud, en el aquí y el ahora. • El equilibrio el coaching de equilibrio ayuda a tomar decisiones que le hagan sentirse vivos y proporciona responsabilidad personal • El proceso estamos inmersos de manera constante en el contexto de nuestra vida . El trabajo del coach con el coachee es estar continuamente en ese proceso. El fin último de todo este proceso es ayudar al coachee a alcanzar la plenitud, el equilibrio y sobre todo maximizar en estas tres áreas. El coaching co- activo tiene cinco pilares fundamentales • El cliente es una persona creativa, completa y llena de recursos es lo que surge por encima de las creencias limitantes. El coach tiene las preguntas y el coachee las respuestas. • El coaching co-activo actúa sobre todas las facetas del coachee se centra en la plenitud, proceso y equilibrio. • El coachee es quién establece la agenda, su proceso está centrado en sus objetivos y debe ser consciente de que debe comprometerse con el ciclo vital • El coach baila con el coachee no se trata de un plan rígido sino un proceso que marca el coachee.
Resumo:
El propósito general de esta tesis doctoral fue el de ampliar el conocimiento acerca del papel que la Inteligencia Emocional (IE) desempeña en la explicación de las conductas agresivas. Para ello, se plantearon 4 estudios, cuyos resultados, de forma general, han arrojado evidencias de la existencia de una relación negativa entre IE y agresión, es decir, las personas que presentan dificultades para percibir, usar, comprender y regular sus emociones y la de los demás, muestran una mayor incidencia en el uso de comportamientos agresivos que aquellas personas con mayores niveles de IE. En el primer estudio, el objetivo fue revisar de forma sistemática la literatura que se ha centrado en analizar las relaciones entre IE y agresión. De esta revisión se obtuvo como resultado 19 trabajos empíricos que mostraban la existencia de una asociación negativa entre la IE y la realización de conductas agresiva consistente en muestras de diferentes edades y contextos culturales y parece independiente del tipo de agresión estudiada. Teniendo en cuenta la literatura revisada en el primer trabajo, el objetivo del segundo estudio fue ampliar esta línea de investigación centrándonos en la relación de la agresión y la IE como habilidad. Para ello se realizaron dos subestudios. En el primer subestudio exploramos la relación entre IEH y agresión en adultos a nivel transversal y analizamos la validez incremental de la IEH sobre los factores de personalidad en la explicación de conductas agresivas de tipo físico y verbal. En el segundo trabajo, nuestros objetivos fueron corroborar los resultados encontrados en el subestudio 1 en una muestra de población adolescente y analizar la relación temporal entre ambas variables en un estudio longitudinal. Los resultados obtenidos en ambos subestudios muestran de forma consistente una clara relación entre la IEH y la agresión física, y una asociación más débil en el caso de la agresión verbal. La finalidad del tercer estudio fue la adaptación al español de una medida de agresión y de variables emocionales asociadas a la conducta agresiva, con el fin de que el uso de esta escala posibilite el avance en este campo de estudio. Por último, el propósito del cuarto estudio fue profundizar en el conocimiento sobre la relación entre IEH y agresión. Para ello, en primer lugar, se apotaron datos preliminares acerca de la asociación entre variables que no han sido estudiadas hasta la fecha, como la relación entre IEH y agresión indirecta, y entre IEH y rumiación de la ira. En segundo lugar, se ha examinando el mecanismo a través del cual las habilidades emocionales ejercen su papel sobre las conductas agresivas, analizando el papel mediador de la rumiación de la ira en esta relación. En conjunto, los cuatro trabajos presentados añaden evidencias sobre la existencia de una relación negativa entre IEH y agresión.
Resumo:
El problema del que se parte a la hora de iniciar dicho estudio surge como consecuencia de la escasa cantidad de investigaciones que existen en torno a los déficit que se originan a nivel social y emocional en los individuos que padecen TDAH (Lavigne y Romero, 2010; Loro et al., 2009; Montañés et al., 2010; Mulas, Gandía, Roca, Etchepareborda, y Abad, 2012). De entre dichas variables, se ha elegido el autoconcepto por ser un constructo psicológico que va a resultar determinante en la configuración de la autoestima de los individuos, y consecuentemente, en su capacidad de adaptación al entorno. Además, se pretende analizar si la configuración de dicho constructo va a estar influido por variables directamente relacionadas con el trastorno (edad, número de hermanos, comorbilidad, tratamiento, puntuaciones obtenidas en el cuestionario DSM-IV para detección de síntomas de TDAH dirigido a padres y profesores). Para ello, se ha recogido información a través de un cuestionario de Autoconcepto (García, 2001) en torno a seis dimensiones: física, social, intelectual, familiar, personal y control; que engloba las propias opiniones de una muestra de 25 niños diagnosticados con el síndrome (de edades comprendidas entre 7 y 12 años), en torno a la percepción que tienen de sí mismos y a cómo creen que son valorados por los demás. Después de analizar los datos, se obtienen diferencias significativas en la correlación entre dimensiones del autoconcepto y las variables comorbilidad, edad y tratamiento dirigido al TDAH. Como conclusión y de acuerdo con el objetivo general de la investigación, hemos podido comprobar la necesidad de incorporar y dar una mayor relevancia a las variables relacionadas con aspectos soci-emocionales, en los protocolos de evaluación e intervención de dicho trastorno.