2 resultados para Valoración de enfermería
em Repositorio Institucional de la Universidad de Málaga
Resumo:
La enfermedad tromboembólica venosa (ETV) en pacientes médicos hospitalizados constituye en la actualidad un problema común, de gran importancia y en la mayoría de las ocasiones evitable con tromboprofilaxis (TP). Múltiples trabajos en los últimos años han mostrado un grado insuficiente en la aplicación de los protocolos de prevención, sobre todo en el grupo de pacientes médicos, pudiendo estar influenciado por la asociación de un aumento observado de las complicaciones hemorrágicas en algunos estudios. Además, existen pocas escalas desarrolladas específicamente para este subgrupo de pacientes para la valoración de las posibles complicaciones. Diseñamos un estudio con el objetivo principal de desarrollar una escala de valoración del riesgo conjunto trombótico y hemorrágico en pacientes médicos agudos hospitalizados al ingreso hospitalario y como objetivos secundarios identificar los posibles factores de riesgo trombóticos y hemorrágicos, establecer el grado de acuerdo entre las escalas de valoración de riesgo trombótico previamente existentes y evaluar el grado de adecuación de la TP a los protocolos de uso general establecidos. El trabajo se compone de un estudio preliminar descriptivo para analizar la situación sobre una muestra de pacientes en un hospital de tercer nivel. Ante la hipótesis de un aumento del riesgo trombótico y hemorrágico que podría ser paralelo y para disponer de un mayor poder estadístico que permitiera desarrollar una escala predictiva que tuviera en cuenta ambos riesgos de forma conjunta, se estudió en una gran cohorte retrospectiva de pacientes hospitalizados los posibles factores de riesgo trombóticos y hemorrágicos durante el ingreso. Con respecto a los resultados, se analizó el riesgo trombótico mediante diferentes escalas (ACCP, PRETEMED, Padua, IMPROVE). Según las recomendaciones de la ACCP el 50% tenían bajo riesgo y el 50% alto, siendo la TP adecuada en el 74,2%. Según la guía PRETEMED el 34,4% de los pacientes tenían riesgo bajo, el 6,3% moderado y el 59,4% alto, siendo la TP adecuada en el 72,7%. La adecuación observada con la escala de Padua y la escala IMPROVE fue del 74,2% y 72,7% respectivamente. En relación a los grados de acuerdo entre las mismas observamos que eran mejores entre ACCP, PRETEMED y Padua (0,7-0,81), e inferiores con la escala IMPROVE (0,53-0,6) ya que contempla menos factores de riesgo, siendo la escala que más sobreestima el riesgo PRETEMED. Posteriormente, en el estudio retrospectivo sobre una muestra de 1.148.301 pacientes, observamos una incidencia de hemorragia y ETV del 3,1% y 1,21% respectivamente. 8 variables clínicas fueron asociadas de manera independiente a un riesgo elevado tanto de ETV como de hemorragia, 1 a un descenso de ambos riesgos, 4 a un aumento de riesgo de ETV y a un descenso de riesgo de hemorragia, 2 a un aumento de riesgo de hemorragia y un descenso de riesgo de ETV y 1 a un descenso del riesgo de hemorragia. Considerando todas estas variables, desarrollamos una escala en la cual se asignan puntos a cada una de acuerdo con la ratio entre la OR para hemorragia y la OR para ETV. El 21% de los pacientes tuvieron menos de 0 puntos con una ratio entre hemorragia y ETV de 1,19, el 55% tuvieron 0-1 puntos, con una ratio de 2,13 y el 24% tuvieron más de un punto con una ratio de 6,1. Como conclusión principal, la escala de valoración conjunta del riesgo trombótico y hemorrágico desarrollada en el presente trabajo permite detectar al ingreso hospitalario los pacientes médicos que presentan simultáneamente un alto riesgo trombótico y hemorrágico, demostrando ser una herramienta útil para la optimización de la profilaxis trombótica.
Resumo:
La toma de decisiones de selección en organizaciones públicas se debe regir por procedimientos que garanticen la fiabilidad y validez de las herramientas utilizadas, así como se debe aplicar metodologías que permitan determinar la diferencia ente los diferentes candidatos de una manera objetiva (Salgado, Moscoso y Gorriti, 2004)) Esta investigación tiene dos objetivos relacionados. En primer lugar, identificar y ponderar aquellos comportamientos significativos del perfil de enfermería incluidos en 5 competencias básicas, consideradas imprescindibles para trabajar en un ambiente sanitario. En segundo lugar establecer, con base en los comportamientos anteriores, anclajes conductuales asociados a calificaciones cuantitativas que proporcione una puntuación numérica y objetiva en la entrevista de selección. Para la consecución de estos objetivos se han llevado a cabo distintas metodologías. En la primera fase se utilizó el panel de expertos para identificar las conductas y competencias claves del perfil de enfermería asociadas a los valores, la misión y las líneas estratégicas de la organización (ASCS). En segundo lugar se elaboró un cuestionario que siguiendo la metodología de Pereda y Berrocal (2005) fue valorado por 217 profesionales, conocedores del puesto y con más de 4 años de antigüedad en el mismo. Por último, en el diseño de la entrevista conductual estructurada se emplea la técnica de incidentes críticos (Flanagan, 1954)y además se aplica el porcentaje de puntuación obtenido por cada comportamiento en el proceso anterior a una escala de valoración con anclajes conductuales (EVAS)(Smith y Kendall, 1963; Quijano, 1992). Así. puede obtenerse un calificación numérica diferente para cada candidato/a. Utilidad. La utilización de metodologías que permitan discriminar a los candidatos de manera cuantitativa, posiciona la labor del psicólogo, profesionaliza la evaluación, facilita la toma de decisiones y nos permite abordar la selección con base en criterios de fiabilidad y validez.