2 resultados para Historia de género
em Repositorio Institucional de la Universidad de Málaga
Resumo:
La investigación reconstruye la Historia del Conservatorio de Música de Málaga desde su inicio en el 1869 hasta el año 1959, momento que en su funcionamiento y dinámica tiene cierta analogía con el actual centro musical. En el trabajo confluyen tres vertientes de interés que se muestran convergentes y nos proporcionan una interesante visión y lectura de los hechos de: Historia, Pedagogía y Género, presentándose en tres bloques: 1. Historia y legislación: A lo largo de este periodo y partiendo de su correspondiente contextualización en la sociedad malagueña de la época, se tratan los elementos materiales, personales y funcionales, reconstruyendo datos de interés como las distintas ubicaciones, la financiación y base económica, los Directores que marcaron con su gobierno las diferentes etapas, las historias de los profesores que ejercieron en el centro, las circunstancias y características de los alumnos, los órganos de inspección, los reglamentos empleados, las oposiciones y procesos de acceso a la plantilla docente, las asignaturas que se impartieron, el material, el archivo musical, la biblioteca, los manuales en uso, las evaluaciones y exámenes, los resultados académicos, los títulos, la asociación de alumnos, las gratuidades y becas que se administraron, los actos más relevantes que se organizaron…. 2. Mujeres: Se sitúa al género femenino en el contexto educativo de la época, haciendo especial énfasis en el papel que tenía la música en dicha formación. A continuación se argumenta la desconocida relación profesional y cooperación que existía entre las docentes del Conservatorio malagueño y las de la Escuela Normal de Magisterio, entre las que se hallan profesoras de reconocida y estudiada trayectoria como Ana María Sólo de Zaldívar Hidalgo Chacón, María del Buen Suceso Luengo y de la Figuera, Elena Prieto Fernández de Segura, Clotilde Marín Alcalá, Emilia Miquel, María Luisa Soriano Alba, Victoria Montiel…. para terminar reconstruyendo la vida de cuatro profesoras destacadas de reconocido valor ligadas al Conservatorio: Julia Parody, Julia Torras, María Luisa Soriano Alba y Rosa Faria. Se observa en esta etapa del estudio la fuerte predominancia entre los alumnos del género femenino, aunque paradójicamente los profesionales que posteriormente se dedicaban a estos oficios eran fundamentalmente hombres. Se reflejan así los estándares que guiaban la sociedad patriarcal de entonces. Puede percibirse sin embargo un cambio sustancial con el transcurrir de los años, pues si en un inicio el Conservatorio se revela como un centro elitista que acoge sobre todo a Señoritas de la alta burguesía malagueña, de las cuales un alto porcentaje interrumpe sus estudios o los abandona para atender obligaciones maritales o familiares , poco a poco se va disolviendo ese carácter elitista y femenino de la institución, para acoger cada vez a más alumnos de clase media e incluso baja y de ambos sexos. 3. Causas y consecuencias de la labor pedagógica: se argumenta y prueba la influencia del Krausismo y la Masonería en la creación y desarrollo del centro musical, recuperando los nobles personajes que desde estas corrientes crearon y velaron por el desarrollo del centro musical custodiando y favoreciendo su evolución. Se revela cómo los premios y concursos programados por el Conservatorio supusieron la motivación y prestigio de toda una época que dejó a su paso una estela de grandes músicos. Las diferentes Metodologías empleadas no sólo utilizaban las teorías en tendencia de Maestros reputados como Hilarión Eslava, pues también se idearon y escribieron tratados propios e inéditos, sumergidos en el devenir de la historia que han sido rescatados. El Conservatorio se nutrirá del paso de magníficos profesores que dejaron su huella en prolíficas generaciones. De todos aquellos la investigación detiene la mirada en la Escuela Pianística, por ser la especialidad de preferencia del género femenino, para descubrir la línea metodológica heredada en el Piano y sus correspondientes derivaciones y ramificaciones de generación en generación, desde el profesor Ricardo Pascual a Barranco Borch, ramificándose posteriormente en Madrid con Julia Parody y reafirmándose en Málaga con Julia Torras hasta la generación de la familia Socías. Dicha Escuela Pianística dio fecundos frutos, encarnados en alumnos que destacarían en el panorama internacional como Manuel Carra o Esteban Sánchez.
Resumo:
Uno de los motivos que justifica esta investigación es la ausencia de un trabajo de conjunto dedicado a recomponer el universo religioso de la mujer hispanorromana pues hasta ahora y como he analizado en el capítulo dedicado al estado de la cuestión, pese a que los avances historiográficos de las últimas décadas en torno a la historia de género han sido muy significativos, llama la atención la escasez de investigaciones que han centrado sus esfuerzos en interpretar las creencias de la mujer en la Hispania romana. Conviene recordar que en los últimos veinte años las principales líneas de estudio se han dedicado especialmente a damas de la elite que a través del ejercicio de sus cargos religiosos destacaban en sus comunidades gracias al disfrute de honores cívicos que principalmente eran alcanzados por hombres. De hecho, estas publicaciones surgen amparadas por el interés y la mayor abundancia de datos que suscita la dimensión cívica en comparación con las creencias personales de la devota hispanorromana. Dentro de las tendencias historiográficas tradicionales se ha prestado especial atención a la reconstrucción de las vidas de personajes femeninos destacados en la Antigüedad clásica y cuya función no era otra que la de ensalzar a las mujeres como partícipes de un ambiente religioso y político vinculado a un universo público, sólo disfrutado por las clases aristocráticas. Estos estudios contrastan con frecuentes repertorios bibliográficos dedicados al espacio privado y no oficial ocupado por la mujer romana, así como a sus hábitos y devoción por ciertos dioses protectores de su entorno personal y familiar. En la actualidad las principales líneas de investigación de finales del siglo XX y principios del XXI encauzan sus estudios con propuestas más realistas y un afán de reconocimiento de la mujer como partícipe de su propia parcela religiosa, no tan dependiente de las interpretaciones de la literatura clásica. Esta perspectiva que resulta especialmente novedosa tras años de estudio dirigido a mostrar las actividades religiosas de las mujeres desde un enfoque supeditado al mundo masculino, ha acercado posturas entre los historiadores de la Historia Antigua con el fin de interpretar las experiencias y el valioso compromiso que las romanas profesaban a sus devociones. De hecho, mi investigación se ha centrado en apoyar una línea de investigación que plantea como principal objeto de estudio las creencias y usos religiosos que las féminas romanas proyectan tanto en su núcleo doméstico como en la esfera pública y que repercute de forma directa en la necesaria revisión de las corrientes historiográficas europeas de las dos últimas décadas. Ante este evidente cambio en el rumbo de las investigaciones que surgen condicionadas por los movimientos feministas actuales, debemos ser prudentes y colmar de sentido nuestras expectativas personales en el trabajo presentado, justificando nuestro propósito a la hora de mostrar a una mujer independiente de elegir sus prácticas cultuales. Asimismo, pese a que los usos cultuales de una devota hispanorromana se conformaron en un universo de devociones particulares que no siempre se ajustaron a las prácticas oficiales, es un hecho que las mujeres socialmente privilegiadas que vivieron el máximo esplendor del Imperio romano desarrollaron, en la práctica, nuevas formas religiosas que les abría una posibilidad de involucrarse en una esfera preferentemente masculina. Asumimos de este modo que al ser depositarias de los roles tradicionales promocionados por el Estado las fieles mostrarán un significativo grado de romanización religiosa. Ahora bien, el factor económico y social fue determinante para que una mujer pudiese reforzar su rol como una pieza imprescindible del aparato ideológico romano. Por tanto, la expresión de riqueza de un sector femenino que perteneció a las clases privilegiadas de Hispania sirvió como un mecanismo para hacer valer su género sin depender completamente de los miembros masculinos de sus familias. Pero además hay que tener en cuenta una circunstancia añadida y es que las formas de culto escogidas por las devotas hispanas tuvieron cierto paralelismo con las elegidas por los creyentes masculinos. Ciertamente, no hemos podido observar que se produzcan distinciones a la hora de escoger sus divinidades. Aun así, al formar parte de un grupo familiar, es complicado definir las características de la realidad religiosa de una mujer en el ámbito de sus prácticas cultuales. En este contexto, nuestras conclusiones se amparan en epígrafes votivos y honoríficos que desafortunadamente no aportan suficientes datos que permitan perfilar el prototipo de devota hispana, lo que apoya la precariedad de la información para las distintas regiones de Hispania. En este sentido, no cabe duda de que junto a la capacidad de adaptación a la nueva religión romana se refleja claramente la persistencia de unos usos religiosos propios y su preferencia por ciertos dioses de su entorno más cercano. En definitiva, mi investigación se centrará en mostrar la situación de la mujer hispanorromana dentro de esta transformación cultural y cultual que en muchos casos determinó la elección de sus creencias tanto en el ámbito público como en el personal.