2 resultados para Doméstico
em Repositorio Institucional de la Universidad de Málaga
Resumo:
Introducción: En el estudio del cromo se encuentran presentes la práctica totalidad de elementos que caracterizan a los denominados "Medios de Comunicación de Masas", así como la evolución de la sociedad a lo largo de ciento cincuenta años en lo que a generación de iconos simbólicos se refiere. El cromo pertenece al campo de la industria cultural, porque se orienta a la distracción del sujeto, al ocio que transcurre en su entorno más cercano. El cromo participa de todos y cada uno de los rasgos definitorios de la denominada cultura de masas aunque de modo discreto, accediendo a los espacios más íntimos de la sociedad. La iconografía del cromo constituye un lenguaje en sí misma, denotando su capacidad como transmisor de mensajes y constituyendo un poderoso sistema de comunicación gráfico mediante códigos fácilmente reconocibles por cualquier espectador indiferenciado con independencia de su nacionalidad, idioma, clase y cultura. Nuestro objetivo ha sido realizar una interpretación global de los cromos (o scraps) por medio de una lectura visual original y rigurosa, pero aplicando un método de análisis eficaz y contrastado en numerosos proyectos de investigación, poniendo de relieve el hecho de tratarse de un objeto cotidiano, cercano, doméstico¿ para acceder, después, a categorías superiores, reservadas tradicionalmente a otros soportes de comunicación. Hipótesis: Mediante la presente investigación trataremos de demostrar que el cromo o scrap es un medio de comunicación destinado a difundir valores morales e ideológicos, en sintonía con el poder vigente, y que alcanzó notables cotas de popularidad durante la práctica totalidad del siglo XIX y parte del XX (1800-1920). La pertinencia de la hipótesis propuesta requiere de la consideración de que su atractivo y eficacia residen, fundamentalmente, en la extrema sencillez de su lenguaje, vocacionalmente universal, lo cual le permitió extenderse como fenómeno cultural más allá de la Inglaterra victoriana hacia el resto de Europa y al otro lado del Atlántico, en EEUU. Así mismo, como medio de comunicación, pretendemos concluir que el cromo representa un ejemplo de manifestación propio de la "cultura de masas", desvinculándose, pese a su apariencia, de la denominada "cultura popular", con la que tan sólo comparte determinados aspectos iconográficos. Investigación: El análisis de contenido se ajusta a la perfección como procedimiento a la naturaleza de cualquier imagen, en cuyo mensaje suelen ser reconocibles, tanto los rasgos evidentes de carácter denotativo, como las características latentes, sólo accesibles desde una lectura connotativa. Permite la posibilidad implícita de reconocer la intencionalidad del emisor, de quien comunica, a partir de la forma y el aspecto del propio medio de comunicación; en este caso, el cromo. En nuestra investigación, se ha optado por un modelo mixto de análisis de contenido en el que el objeto de estudio ha sido sometido, tanto a técnicas empíricas de cuantificación de variables (análisis cuantitativo), como a una interpretación semiótica de las características formales del medio (análisis cualitativo). Conclusiones: El cromo funciona como transmisor de un mensaje y soporte no verbal ni escrito, sino gráfico. Como todo lenguaje no deja de ser eficaz a la hora de transmitir mediante códigos conocidos y manipulados por el emisor y perfectamente reconocibles por el receptor. Aun tratándose de modestos trozos de papel, la filosofía de su lenguaje nos lleva a la praxis y al establecimiento de un campo teórico sobre los aspectos más relevantes y la definición de la sociedad que los produjo. Entendemos que el cromo responde a las características de la denominada "cultura de masas", en el sentido de que ésta es una consecuencia social procedente de la difusión y consolidación, a partir del siglo XIX, de las nuevas tecnologías destinadas a perpetuar en el tiempo la información simbólica, icónica o escrita; desde la xilografía, el cartel y la fotografía, hasta la televisión y el cine, pasando por el propio cromo.
Resumo:
Uno de los motivos que justifica esta investigación es la ausencia de un trabajo de conjunto dedicado a recomponer el universo religioso de la mujer hispanorromana pues hasta ahora y como he analizado en el capítulo dedicado al estado de la cuestión, pese a que los avances historiográficos de las últimas décadas en torno a la historia de género han sido muy significativos, llama la atención la escasez de investigaciones que han centrado sus esfuerzos en interpretar las creencias de la mujer en la Hispania romana. Conviene recordar que en los últimos veinte años las principales líneas de estudio se han dedicado especialmente a damas de la elite que a través del ejercicio de sus cargos religiosos destacaban en sus comunidades gracias al disfrute de honores cívicos que principalmente eran alcanzados por hombres. De hecho, estas publicaciones surgen amparadas por el interés y la mayor abundancia de datos que suscita la dimensión cívica en comparación con las creencias personales de la devota hispanorromana. Dentro de las tendencias historiográficas tradicionales se ha prestado especial atención a la reconstrucción de las vidas de personajes femeninos destacados en la Antigüedad clásica y cuya función no era otra que la de ensalzar a las mujeres como partícipes de un ambiente religioso y político vinculado a un universo público, sólo disfrutado por las clases aristocráticas. Estos estudios contrastan con frecuentes repertorios bibliográficos dedicados al espacio privado y no oficial ocupado por la mujer romana, así como a sus hábitos y devoción por ciertos dioses protectores de su entorno personal y familiar. En la actualidad las principales líneas de investigación de finales del siglo XX y principios del XXI encauzan sus estudios con propuestas más realistas y un afán de reconocimiento de la mujer como partícipe de su propia parcela religiosa, no tan dependiente de las interpretaciones de la literatura clásica. Esta perspectiva que resulta especialmente novedosa tras años de estudio dirigido a mostrar las actividades religiosas de las mujeres desde un enfoque supeditado al mundo masculino, ha acercado posturas entre los historiadores de la Historia Antigua con el fin de interpretar las experiencias y el valioso compromiso que las romanas profesaban a sus devociones. De hecho, mi investigación se ha centrado en apoyar una línea de investigación que plantea como principal objeto de estudio las creencias y usos religiosos que las féminas romanas proyectan tanto en su núcleo doméstico como en la esfera pública y que repercute de forma directa en la necesaria revisión de las corrientes historiográficas europeas de las dos últimas décadas. Ante este evidente cambio en el rumbo de las investigaciones que surgen condicionadas por los movimientos feministas actuales, debemos ser prudentes y colmar de sentido nuestras expectativas personales en el trabajo presentado, justificando nuestro propósito a la hora de mostrar a una mujer independiente de elegir sus prácticas cultuales. Asimismo, pese a que los usos cultuales de una devota hispanorromana se conformaron en un universo de devociones particulares que no siempre se ajustaron a las prácticas oficiales, es un hecho que las mujeres socialmente privilegiadas que vivieron el máximo esplendor del Imperio romano desarrollaron, en la práctica, nuevas formas religiosas que les abría una posibilidad de involucrarse en una esfera preferentemente masculina. Asumimos de este modo que al ser depositarias de los roles tradicionales promocionados por el Estado las fieles mostrarán un significativo grado de romanización religiosa. Ahora bien, el factor económico y social fue determinante para que una mujer pudiese reforzar su rol como una pieza imprescindible del aparato ideológico romano. Por tanto, la expresión de riqueza de un sector femenino que perteneció a las clases privilegiadas de Hispania sirvió como un mecanismo para hacer valer su género sin depender completamente de los miembros masculinos de sus familias. Pero además hay que tener en cuenta una circunstancia añadida y es que las formas de culto escogidas por las devotas hispanas tuvieron cierto paralelismo con las elegidas por los creyentes masculinos. Ciertamente, no hemos podido observar que se produzcan distinciones a la hora de escoger sus divinidades. Aun así, al formar parte de un grupo familiar, es complicado definir las características de la realidad religiosa de una mujer en el ámbito de sus prácticas cultuales. En este contexto, nuestras conclusiones se amparan en epígrafes votivos y honoríficos que desafortunadamente no aportan suficientes datos que permitan perfilar el prototipo de devota hispana, lo que apoya la precariedad de la información para las distintas regiones de Hispania. En este sentido, no cabe duda de que junto a la capacidad de adaptación a la nueva religión romana se refleja claramente la persistencia de unos usos religiosos propios y su preferencia por ciertos dioses de su entorno más cercano. En definitiva, mi investigación se centrará en mostrar la situación de la mujer hispanorromana dentro de esta transformación cultural y cultual que en muchos casos determinó la elección de sus creencias tanto en el ámbito público como en el personal.