5 resultados para Osteopatias metabólicas

em Repositorio Institucional de la Universidad de El Salvador


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Con el aumento de las complicaciones de las enfermedades crónico metabólicas se da la creación del programa de clínicas metabólicas en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) en el año 2006. Para ver el cumplimiento de las metas de las clínicas metabólicas del ISSS, según “Lineamientos para el Manejo Integrado de las Enfermedades Crónicas Metabólicas” 2009 y “Guía de Manejo Integral de Diabetes Mellitus” 2012 se seleccionaron las 6 unidades correspondientes al área metropolitana, siendo un estudio observacional, descriptivo de corte transversal. Bajo un método de muestreo probabilístico por conglomerados. Conociendo el total de pacientes adscritos a las 6 unidades médicas de clínicas metabólicas hasta el año 2012 (33,617 pacientes) se tomó una muestra de 380 expedientes. Del total de 380 pacientes, el 65.78% tenían presente la recomendación de cambios de estilo de vida al ingreso, pero en su último control solo un 47.10% continuaban con dicha recomendación. Se encontró un 41.31% de pacientes diabéticos, de los cuales 25.47% cumplían con meta de glicemia en ayunas de 70 a 120 mg / dl a su ingreso. Un total de 62.42% estaban en metas en su último control. El 66.05% representó a los pacientes hipertensos de los cuales 31.47% cumplían con meta de presión arterial óptima 120/80 mmHg al ingreso. Un total de 58.16% estaban en este valor en su último control. En cuanto al colesterol LDL la meta para el paciente diabético es menor de 100 mg / dl, encontrando que del total de pacientes diabéticos, un 30.57% tenían LDL menor a 100 mg / dl a su ingreso y en el último control fue un 40.76%. El 46.49% presentó colesterol menor de 200 mg / dl a su ingreso y en el último control fue un 70.70%. En relación al colesterol HDL de ingreso el 21.65% en hombres y un 18.47% en mujeres presentaron HDL en metas, mayor de 40 y 50 respectivamente, en el último control, 17.83% de los hombres y 21.02% de la mujeres presentaron HDL en metas. El 40.12% se encontró con triglicéridos menor de 150 mg / dl a su ingreso y el 50.32% cumplió esta meta en su último control. En cuanto al índice de masa corporal (IMC) se evidenció a su ingreso solo un 19.47% con IMC normal, en sobrepeso el 42.11%, en obesidad grado I el 19.47%, en obesidad grado II el 7.37%, en obesidad grado III el 3.42%. En su último control un 16.32% presentó IMC normal, en sobrepeso el 40.79%, en obesidad grado I el 23.16%, en obesidad grado II el 3.95% y en obesidad grado III el 2.36%. Con todo esto podemos concluir que los cambios en el estilo de vida no se están prescribiendo por el médico en los últimos controles, que el control glicémico y presión arterial óptima ha mejorado sustancialmente. Además ha habido un aumento de un 10% en el descenso de colesterol LDL a menor de 100 mg / dl en el paciente diabético. Así como se puede evidenciar que la gran mayoría de la población está entre sobrepeso y obesidad grado I.

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La falta en iniciar o intensificar la terapia cuando esta está indicada es conceptualizada como inercia clínica (IC). Es una causa importante de fracasos en el tratamiento de pacientes con diabetes mellitus tipo 2. La prevalencia de IC se describe entre el 36 a 50% en pacientes con Ddabetes mellitus, y relacionada con el manejo de hipertensión arterial y dislipidemias puede contribuir hasta un 80% de los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares. El objetivo de la presente investigación es establecer la proporción de pacientes con diabetes mellitus tipo 2 controlados por medio de hemoglobina glicada y su relación con la inercia clínica (inercia terapéutica) dentro del grupo de pacientes diabéticos del programa de Clínicas Metabólicas en la Unidad Médica Soyapango del Instituto Salvadoreño del Seguro Social durante el año 2013. Se realizó un estudio tipo descriptivo retrospectivo tomando de referencia al universo de pacientes documentados dentro del registro a los que se les indicó HbA1c utilizando muestreo probabilístico de tipo aleatorio, resultando una muestra de 41 sujetos, obteniendo los siguientes resultados;51% del sexo masculino, con una edad promedio 55,9 años (DE +/- 10,9),54% con educación menor a bachillerato, el 46% recibe tratamiento con hipoglucemiantes orales; el 59% se les reportó HbA1c > 7%. Al relacionar la presencia de inercia clínica y el grado de control glucémico se obtuvo p< 0.05, Odds Ratio de Prevalencia 0.01538 (IC 0.034- 0.68). Por lo que concluimos que la relación entre IC y el grado control glucémico no es plausible debido a la escasa muestra obtenida. Sin embargo, la investigación puede orientar a medidas que permitan mejorar el control de los pacientes enfocadas a la atención médica y la organización de la prestación del servicio.

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Las enfermedades crónico-metabólicas se han vuelto en la actualidad en epidemias que afectan la calidad de vida, aumentando la morbilidad y mortalidad, entre ellos el Infarto Agudo del Miocardio (IAM), lo que trae como consecuencia el incremento en los costos en salud que implica el manejo de esta complicación. El objetivo de éste estudio fue valorar el estado metabólico previo de los pacientes que se encontraban adscritos o no a las Clínicas Metabólicas y que ingresaron con diagnóstico de infarto agudo del miocardio al Hospital Médico Quirúrgico del Instituto Salvadoreño del Seguro Social. Se trata de un estudio de tipo observacional descriptivo de corte transversal. Se determinó el estado metabólico previo que tenían los pacientes con diagnóstico de infarto agudo del miocardio, ya sea que hubieran tenido o no controles subsecuentes en Unidades Periféricas. Se tomaron en cuenta aquellos que se presentaron al Hospital Médico Quirúrgico de junio a agosto 2014, y la posterior evaluación de los expedientes en las unidades médicas periféricas, correspondientes a Clínicas Metabólicas en donde llevaron sus controles de: indice de masa corporal, presión arterial, glicemia y valores de lípidos. En conclusión podemos determinar, que el 100% de los pacientes que consultaron con un IAM son una población que se encuentra arriba de los 30 años con una incidencia entre 61-75 años con un total del 43%, dentro de éstos el sexo masculino tiene una ligera predominancia con un 57%, del total de estudiados, solo 43% pertenecían a clínicas metabólicas; encontrando alteraciones metabólicas considerables en la mayoría de ellos que pueden ser consideradas como desencadenantes del evento, así como, respuestas al estrés agudo que la condición proporciona, entre ellas podemos mencionar que al momento del IAM el 86% de la población se documentaron valores de glucosa en ayuno > 100mg/dL, 57% con TAG > 150mg/dL, colesterol total con un 62% en valores por arriba a los 200mg/dL y para los pacientes según sexos en la fracción HDL tan solo el 5% en mujeres y un 19% en hombres con valores arriba de 50 y 40 mg/dL respectivamente, considerando este como una variable a favor e incluso protectora para riesgo cardiovascular; en la medición de LDL el 71% se encontró superior a 100 mg/dL siendo este un factor altamente nocivo en el aumento del riesgo cardiovascular. En cuanto al significado clínico de los valores de presión arterial, en el evento agudo, tenemos que éstos valores se presentan con extremos que varían desde la hipotensión asociada al choque cardiogènico, hasta la hipertensión del edema agudo de pulmón, siendo estas fluctuaciones poco valorables para determinar el control previo de dicho componente. Por otra parte podemos establecer que la circunferencia abdominal se encuentra con mayor frecuencia por arriba de los valores esperados según sexo con un 67% frente a un 34% para valores inferiores a los esperados; además de encontrarse que según el IMC el 67% que consultaron con IAM tienen sobre peso y un 19% con obesidad grado 1. Dentro de la variable que más tuvo impacto en cuanto a su modificación “positiva” podríamos referirnos a la presión arterial, aunque los cambios no fueron impactantes, se consideran significativos, tomando en cuenta el apoyo en medidas farmacológicas. En cuanto al perfil lipídico de estos pacientes podemos mencionar que se encuentran niveles altos de Colesterol total y TAG, con niveles bajos de HDL según el sexo y altos de LDL, por lo que el riesgo cardiovascular fue superior y finalizó en un evento cardiovascular que genera un impacto socioeconómico importante.

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A pesar de los beneficios ya demostrados de un buen control glicémico, la evidencia sugiere que la hemoglobina glicosilada de la mayoría de pacientes diabéticos tipo 2 no se encuentra dentro de metas. Se estima que en Estados Unidos solamente un tercio de los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) tienen una hemoglobina glicosilada menor de 7% que es lo que sugieren la mayoría de guías actuales. La población con diabetes mellitus tipo2 (DM2) es heterogénea, y múltiples factores afectan el control glicémico. La adherencia a conductas de autocuidado por parte del paciente, la asistencia de forma regular a sesiones educacionales de autocuidado, el auto monitoreo de la glicemia, y la asistencia a controles médicos se ha demostrado que tienen un efecto positivo en el resultado del tratamiento de la DM2. Mantener el peso corporal, la reducción de peso y el consumo de alimentos con bajo índice glucémico también causa mejoría en los parámetros metabólicos. Los agentes hipoglicemiantes orales son uno de los tratamientos más prescritos para un control intensivo de la glucosa. Sin embargo la no adherencia a estos es una de las principales causas de un mal control glicémico, por lo que se han realizado múltiples estudios tratando de dilucidar porque el paciente descontinúa su tratamiento encontrando que el 42.9% olvida tomar el medicamento, el 30.6% no entiende la importancia de tomar el medicamento y 26.5% lo hace por presentar hipoglicemia asociada. Este estudio es de tipo observacional, analítico de casos y controles definiendo al Control: pacientes con hemoglobina mayor de 7% durante su último control en el año 2013 y Caso: pacientes con hemoglobina menor de 7% durante su último control en el año 2013. La Población en estudio son los pacientes diabéticos tipo 2 de clínica metabólica de Ilopango. Tomando como muestra a todos los pacientes con diagnóstico de Diabetes Mellitus tipo 2 que cumplan con los criterios de inclusión. La información fue obtenida de la revisión de los expedientes de las clínicas metabólicas de la unidad médica de Ilopango en donde tienen un registro de aproximadamente 6000 pacientes de los cuales 2500 padecen de diabetes mellitus tipo 2, pero únicamente 825 pacientes cuentan con hemoglobina glicosilada de seguimiento, que fue la muestra. Se evaluaron algunos factores como determinantes en el control o descompensación de la AIc cuando se utiliza la medición de la variable del índice de masa corporal, el tener un IMC por arriba de 25 significo que el 90% de los pacientes estuvieron descompensados (OR: 8.797, IC 5.924, 13.18) con un valor de p=<0.0000001 comparada con aquellos pacientes que su IMC es por debajo de 25. Otro hallazgo encontrado fue el tener una patología asociada, como variable de descompensación de A1c (OR=6.996 IC=4.881, 10.16 p <0.0000001) incrementando en un 37% veces más la descompensación en esta variable no se consideró la severidad de la infección ni tampoco la etiología. Además se analizó como determinante de hemoglobina glicosilada mayor de 7%, el cumplimiento de la terapia que se indica a los pacientes, obteniéndose que para aquellos pacientes que cumplen la terapia indicada están más propensos a tener una hemoglobina glicosilada menor de 7% con una fracción prevenible del 4.34% (OR= 0.8229 IC= 0.6256- 1.082 p= 0.08111 ), como un factor protector asociado a los pacientes con DM, aunque estadísticamente no es significativo ya que tiene un valor de p= 0.08.

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La enterocolitis necrotizante es de las enfermedades más frecuentes en la etapa neonatal con alta morbi mortalidad, requiriendo en muchos casos resección quirúrgica, predisponiendo de manera directa al desarrollo del síndrome de intestino corto. El síndrome de intestino corto conlleva a una serie de complicaciones nutricionales, infecciosas y metabólicas importantes no identificadas en nuestro medio y que están asociadas a factores directos e indirectos que aún no se han descrito. Las características clínicas dependerán del segmento resecado, extensión, compromiso de la válvula ileocecal, grado de adaptación intestinal y complicaciones posquirúrgicas. Su manejo es principalmente nutricional y requiere un equipo multidisciplinario para complementar las necesidades principales del tratamiento y mejorar el pronóstico. Objetivos: En este estudio de graduación para optar al título de especialista en medicina pediátrica se describirán las características epidemiológicas, clínicas, el manejo quirúrgico y de soporte en niños que se someten a resección intestinal por enterocolitis necrotizante grado III y desarrollan síndrome de intestino corto, así como su prevalencia y complicaciones frecuentes observadas en el período entre enero 2006 a diciembre 2010. Material y Métodos: El estudio se realizó a través de una revisión sistemática de expedientes clínicos de pacientes con diagnóstico de enterocolitis necrotizante. La recolección de éstos datos se realizó utilizando la base de datos del departamento de estadística del HNNBB en un periodo de 5 años. Se registraron 216 casos de enterocolitis necrotizante y de éstos se depuraron según los criterios de inclusión y exclusión hasta extraer solamente a aquellos a los cuales se les realizó cirugía intestinal y se identificaron los que cumplían con la definición de síndrome de intestino corto, siendo 17 y 6 respectivamente. Resultados: Posterior a esta recolección se aporta información actual y real a las diferentes disciplinas involucradas en el manejo del niño con SIC secundario a resección quirúrgica por ECN. Se describen los factores epidemiológicos y clínicos que mantienen relación directa o indirecta con el desarrollo de síndrome de intestino corto y también el tratamiento médico y quirúrgico que influyeron en el mismo.