1 resultado para Narciso
em Repositorio Institucional de la Universidad de El Salvador
Resumo:
Toda profesión debe establecer las más altas normas de calidad en el ejercicio de su trabajo, ya que personas incapacitadas para juzgarlo por sí mismas confían en él, a veces con consecuencias irreparables. Es evidentemente imposible (e indeseable) relevar al contador de su responsabilidad profesional estableciendo reglas detalladas de conducta, ya que la responsabilidad profesional es una de las cualidades que las normas mismas deben salvaguardar, por lo que éstas deben ser cuidadosamente definidas y clasificadas para que sirvan como la guía más clara y útil al auditor en el desarrollo de su trabajo diario. La pugna entre el ejercicio de la responsabilidad profesional individual y la aplicación de regla específica de conducta se presenta en cada aspecto de la contabilidad y de la auditoria, la solución es clara en los extremos: por un lado, el contador no puede renunciar a sus responsabilidad profesional y, por otro, es imposible dictar reglas que cubran todas las circunstancias posibles, la tensión entre estos extremos crea controversia y ansiedad; el problema está en dictaminar cuánta uniformidad y rigidez se puede establecer mediante los principios de contabilidad, y qué tanta flexibilidad puede dejarse al juicio personal; o hasta qué grado debe definirse detalladamente el alcance de las pruebas y los procedimientos de auditoria, y hasta qué limite debe dejarse al juicio pragmático del auditor, etc. Aunque el punto específico de discusión cambie de tiempo en tiempo, es probable que nunca se dé por concluida esta polémica. Los miembros del Instituto Americano de Contadores Públicos (American Institute of Certified Public Accountants) han adoptado oficialmente 10 requisitos básicos conocidos en conjunto como “Normas de Auditoria Generalmente Aceptadas”. Estas normas se ampliaron a principios de 1973 en el boletín Nº 1 del Pronunciamiento de las normas de auditoria Statement on Auditing Standards (SAS) llamado “Codificación de las Normas y Procedimientos de Auditoria”. La solidez y utilidad de las normas han quedado demostradas por su permanencia: 9 de ellas fueron originalmente adoptadas en 1948 y desde entonces básicamente no han cambiado (aunque ha tomado mucho tiempo entender algunas de ellas), la décima fue adoptada unos años después, aunque el principio básico que la rige existe desde entonces y quizá desde antes. Sin embargo, no existía ningún tipo de normativa definida mediante la cual el auditor pueda definir su responsabilidad como auditor fiscal, y que a la vez lo oriente a dictaminar con apego a las Normas de Auditoria Generalmente Aceptadas. Los procedimientos que en nuestro trabajo se adopta nos permitieron determinar los métodos más adecuados para llevar a cabo los exámenes de auditoría fiscal ejecutados por el auditor Fiscal Independiente, del contribuyente sobre la base de las leyes tributarias y a la generación de la documentación respectiva que ampare la evaluación del control interno. Por lo que el presente trabajo está enfocado a la práctica de la Auditaría Fiscal, específicamente en la observancia de la Norma de Cumplimiento de Obligaciones Tributarias y la elaboración de un documento que sirva de guía para su aplicación en concordancia con los procedimientos de este tipo de auditoría, que será de gran ayuda al contador público. Considerando que en el país no existe suficiente bibliografía especializada de la auditoría fiscal, se ha elaborado el presente trabajo para profundizar en el aspecto técnico, como un aporte en la materia. Se considera de utilidad social debido a que la aplicación de la norma dará validez y profesionalismo a su trabajo, el trabajo pretende diseñar métodos, procedimientos y cuestionarios de control interno con enfoque al cumplimiento de la norma, que pueda aplicarse y adaptarse a todo tipo de empresa. Esto le otorga a la presente investigación una gran importancia por su aporte a la comunidad de contadores públicos, ya que este tema ha sido tratado en forma mínima.