2 resultados para Infecundidade masculina

em Repositorio Institucional de la Universidad de El Salvador


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En la actualidad se reconoce a Helicobacter pylori como un agente patógeno involucrado en el desarrollo de gastritis crónica, úlcera gástrica y carcinoma gástrico. Lo que hace necesario realizar pruebas para detectar la presencia de la bacteria a través de diferentes métodos de laboratorio EL OBJETIVO de la investigación fué Determinar antígenos de Helicobacter pylori en muestras fecales de usuarios con sintomatología sugestiva a gastritis que asisten a la Unidad Comunitaria de Salud Familiar Especializada de Perquín, Departamento de Morazán. METODOLOGÍA de la investigación se caracterizó por ser: Prospectiva, Transversal, Descriptiva y de Laboratorio. Con una población en estudio de 97 usuarios a los cuales se les aplicó una cédula de entrevista para la recopilación de la información. A través de una muestra de heces se determinó la presencia de antígenos de Helicobacter pylori. RESULTADOS: según datos obtenidos, se determinó una positividad a la prueba de antígenos de Helicobacter pylori de 52.4% en la población femenina entre las edades de 15 a 75 años y un 38.2% en la población masculina entre las edades de 15 a 75 años. El síntoma que mayormente se presentó en la población que resultó positiva a la prueba fue dolor en la parte superior del estómago con un 87%. CONCLUSIÓN: Mediante resultados de laboratorio la presencia de antígenos de Helicobacter pylori en heces fue de 47.4% del total de la población. Comprobándose estadísticamente que la presencia de antígenos de Helicobacter pylori en las muestras fecales de usuarios con sintomatología sugestiva a gastritis es menor o igual al 40%.

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Una observación a nuestra realidad permite visualizar que en nuestro país el asesinato de mujeres en manos de sus parejas o ex parejas, se da de manera frecuente, afectando no solo a la mujer, sino también a sus hijos, a su familia y, por ende, a la sociedad; de allí, que el papel del Estado sea de gran trascendencia para disminuir estos altos niveles de feminicidio que tiene el país. El problema del feminicidio deriva de una desigualdad de género y una discriminación hacia la mujer. Históricamente la mujer se ha encontrado en una posición de subordinación al hombre, lo cual encuentra sus orígenes remotos en la interpretación literal de la Biblia, la cual daría la pauta para creer que la mujer siempre debe estar subordinada o sometida al hombre; esta idea ha trascendido de generación tras generación hasta esta época; teniendo la mujer que enfrentar una lucha constante para obtener el reconocimiento de su personalidad y de sus derechos, tal como el derecho a la ciudadanía, al voto, a la educación e incluso al derecho a la vida. Ciertas corrientes de pensamiento han tratado de explicar esta subordinación de la mujer hacia al hombre; pero lo cierto es, que este ha sido un problema que culturalmente ha sido heredado de generación a generación. Doctrinas que abordan el tema de la desigualdad entre hombres y mujeres como lo es la "Doctrina cristiana de la superioridad masculina", justifican la dependencia de la mujer al hombre como un mandato divino; por su parte, la "Doctrina social de la Iglesia" aborda este tema de manera equitativa ubicando a la mujer en un mismo plano de derechos con el hombre; y la "Doctrina social favorable a la mujer", considera que la mujer debe estar en una postura de igualdad al hombre. La Constitución de la República de El Salvador establece que el origen y fin de la actividad del Estado es la persona humana, sin hacer distinción entre hombre y mujer. La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW), insiste en la obligación que tienen los Estados de garantizar al hombre y a la mujer igualdad en el goce de todos los derechos. Por su parte, la Convención interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra las Mujeres (Belém do Pará) impone al Estado el deber de adoptar, por todos los medios apropiados, políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. Esas Convenciones, han tenido desarrollo legislativo en la Ley especial integral para una vida libre de violencia para las mujeres, en la que el Estado asume la responsabilidad de crear las políticas necesarias para que la mujer goce a plenitud de sus derechos, estableciéndose el feminicidio como un tipo penal agravado.