3 resultados para HSJ UCI
em Repositorio Institucional de la Universidad de El Salvador
Resumo:
Actualmente es bien conocida la influencia que la presión ejercida tiene en la reducción de la invaginación, bien neumática o hidrostática. Inicialmente fue difícil conseguir de una manera fiable ejercer presiones significativas y se desarrollaron diversos sistemas que incluían jeringas e instrumentos que sellaban la región anal. En nuestro país no existen estudios ni protocolos acerca del uso del enema baritado como herramienta terapéutica de inicio de la invaginación intestinal, a pesar de que la incidencia de ésta patología es similar a la publicada en la mayoría de estudios internacionales, por lo que se vuelve importante conocer más acerca de éste tratamiento y de cómo aplicarlo en nuestros hospitales. Objetivo: evaluar la utilización del enema baritado como tratamiento de primer escoge de la invaginación intestinal en niños menores de 2 años ingresados en el Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom entre los años 2005 y 2013. Metodología: se realizó un estudio de corte transversal, de carácter descriptivo, retrospectivo, en el cual se incluyeron la totalidad de niños a los cuales se les realizó enema baritado como primera opción de tratamiento de la invaginación intestinal en el HNNBB en el período comprendido entre 2005 a 2013. Resultados: se incluyeron un total de 37 pacientes con una ligera preponderancia del sexo masculino provenientes del área urbana y en su mayoría menores de 1 año. El promedio de evolución fue de menos de 24 horas y los tres síntomas principales fueron enterorragia, vómitos y otros que incluía irritabilidad como principal síntoma. El diagnóstico se realizaba principalmente en las primeras 24 horas y el método diagnóstico más utilizado fue la USG abdominal. El motivo de referencia principal fue la sospecha de invaginación intestinal. Fueron 20 pacientes en los cuales resolvió el enema baritado la invaginación y sólo uno de ellos presentó un íleo como complicación y 2 de ellos se reinvaginaron nuevamente un mes y tres meses después. 17 pacientes el enema no resolvió la invaginación y tuvieron que ser intervenidos quirúrgicamente, de ellos solo 1 presentó con complicación y fue por una sepsis secundaria al cuadro de invaginación, estuvo en UCI 10 días. La EIH fue relativamente menor cuando la invaginación fue resuelta sólo por enema baritado. La leucocitosis es el hallazgo de laboratorio más encontrado en ésta serie. Conclusión: en su mayoría los datos coinciden con los reportados en las series revisadas. Cabe destacar la poca utilización del enema baritado como medida terapéutica de la invaginación intestinal, ésto debido a múltiples factores que van desde la falta de personal capacitado, falta de recursos materiales y de recurso humano disponible las 24 horas del día y por la falta de protocolos de manejo que orienten a la utilización del procedimiento. Existe además un alto índice de intervenciones quirúrgicas que no permite hacer énfasis en métodos alternativos de tratamiento.
Resumo:
Los traumatismos craneoencefálicos constituyen una importante causa de morbimortalidad en el mundo, las lesiones cerebrales tienden a una alta tasa de mortalidad, muchas veces con secuelas y complicaciones. La diabetes insípida central ha sido bien descrita en la literatura médica como una complicación en el curso de un traumatismo craneoencefálico, asociándose además con un pronóstico negativo. Objetivo: determinar el perfil clínico epidemiológico de la diabetes insípida central (DIC) en pacientes con trauma craneoencefálico severo en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom de Enero de 2009 a Diciembre de 2013. Material y método: diseño del estudio descriptivo, transversal, observacional, retrospectivo se estudiaron pacientes que fueron ingresados en la UCI del Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom con diagnóstico de trauma craneoencefálico severo y que presentaron diabetes insípida central en su estancia hospitalaria durante el período de enero de 2009 a diciembre de 2013. Revisándose aspectos como edad, sexo, lesiones cerebrales asociadas, tratamientos médico-quirúrgicos y mortalidad. No se incluyeron pacientes con enfermedades neurológicas o endocrinas de base. El estudio fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación del hospital. Resultados: se revisaron 308 expedientes de pacientes con trauma craneoencefálico, que ingresaron a la unidad de cuidados intensivos pediátrica. 270 fueron clasificados como severos, 5 pacientes cumplieron criterios de inclusión (1.8%). Existe una mortalidad del 100% en los pacientes que presentaron diabetes insípida central. A ningún paciente se le realizó mediciones de la presión intracraneana. Se encontraron 13 pacientes con características similares a la DIC, pero no fueron catalogadas como tal. Conclusión: existe una prevalencia de diabetes insípida central en los pacientes con trauma craneoencefálico severo real entre 1.8 y 6%. Los pacientes con trauma craneoencefálico severo no reciben mediciones de la presión intracraneana, la aparición de diabetes insípida central constituye un factor pronóstico negativo. Existe un subregistro de ésta patología. Deben mejorarse los controles de balance de agua y electrolitos, sobretodo del sodio.
Resumo:
Determinar la etiología de las neumonías para decidir su tratamiento, no es simple, sin una prueba confirmatoria los médicos se apoyan de evaluaciones clínicas, radiológicas, de laboratorio y edad de pacientes, es por ello, que se estudió una regla de predicción clínica que combinó varios elementos que incrementaron la capacidad diagnóstica de dicha patología. Objetivo: Se evaluó la capacidad diagnóstica de una escala de puntaje para predecir etiología en niños con neumonía (Bacterial Pneumonia Score), y otras variables no incluidas en el score que resultaron asociadas a las neumonías. Estudio descriptivo, transversal, retrospectivo de evaluación de prueba diagnóstica, en Hospital Benjamin Bloom, desde mayo a diciembre 2009, incluyendo ≥1 mes a 8 años de edad, hospitalizados por neumonía, con datos de temperatura, radiografía torácica, hemograma, hisopado nasofaríngeo, se excluyeron los pacientes que necesitaron cuidados en UCI o intermedios, con patologías respiratorias crónicas, cuerpo extraño o aspiración, enfermedades oncológicas, inmunodeficiencias o neumonía con radiografía 8 semanas previo al ingreso en estudio. Resultados: Se incluyeron 275 pacientes, de ellos 120 diagnosticados con patología viral y 180 con etiología bacteriana, se registraron datos del expediente clínico a través de un cuestionario que contempló variables del BPS además de otras que resultaron estadísticamente asociadas por Chi cuadrado. Según el score ≥ 4 puntos se calculó una sensibilidad de 79% (IC 95%: 75-82), especificidad de 91% (IC 95%: 85-96), valor predictivo positivo de 94% (IC 95% 90-97) y valor predictivo negativo de 69% (IC %: 61-78).y una eficacia diagnostica bajo curva ROC de 0.88. Conclusión: El BPS resultó tener buena capacidad para identificar la mayoría de pacientes con neumonía acteriana, pero se mostró más preciso para descartarla.