2 resultados para Estado e Sociedad
em Repositorio Institucional de la Universidad de El Salvador
Resumo:
Una observación a nuestra realidad permite visualizar que en nuestro país el asesinato de mujeres en manos de sus parejas o ex parejas, se da de manera frecuente, afectando no solo a la mujer, sino también a sus hijos, a su familia y, por ende, a la sociedad; de allí, que el papel del Estado sea de gran trascendencia para disminuir estos altos niveles de feminicidio que tiene el país. El problema del feminicidio deriva de una desigualdad de género y una discriminación hacia la mujer. Históricamente la mujer se ha encontrado en una posición de subordinación al hombre, lo cual encuentra sus orígenes remotos en la interpretación literal de la Biblia, la cual daría la pauta para creer que la mujer siempre debe estar subordinada o sometida al hombre; esta idea ha trascendido de generación tras generación hasta esta época; teniendo la mujer que enfrentar una lucha constante para obtener el reconocimiento de su personalidad y de sus derechos, tal como el derecho a la ciudadanía, al voto, a la educación e incluso al derecho a la vida. Ciertas corrientes de pensamiento han tratado de explicar esta subordinación de la mujer hacia al hombre; pero lo cierto es, que este ha sido un problema que culturalmente ha sido heredado de generación a generación. Doctrinas que abordan el tema de la desigualdad entre hombres y mujeres como lo es la "Doctrina cristiana de la superioridad masculina", justifican la dependencia de la mujer al hombre como un mandato divino; por su parte, la "Doctrina social de la Iglesia" aborda este tema de manera equitativa ubicando a la mujer en un mismo plano de derechos con el hombre; y la "Doctrina social favorable a la mujer", considera que la mujer debe estar en una postura de igualdad al hombre. La Constitución de la República de El Salvador establece que el origen y fin de la actividad del Estado es la persona humana, sin hacer distinción entre hombre y mujer. La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW), insiste en la obligación que tienen los Estados de garantizar al hombre y a la mujer igualdad en el goce de todos los derechos. Por su parte, la Convención interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra las Mujeres (Belém do Pará) impone al Estado el deber de adoptar, por todos los medios apropiados, políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer. Esas Convenciones, han tenido desarrollo legislativo en la Ley especial integral para una vida libre de violencia para las mujeres, en la que el Estado asume la responsabilidad de crear las políticas necesarias para que la mujer goce a plenitud de sus derechos, estableciéndose el feminicidio como un tipo penal agravado.
Resumo:
Los estados financieros para las empresas de transporte de carga terrestre son un componente indispensable ya que por medio de estos se toman las decisiones de operación, inversión y financiamiento, facilitando estos datos a los accionistas o terceros que estén interesados en la situación económica y financiera de la compañía. A través de los estados financieros es posible identificar los factores que pueden influir directamente sobre las posibles pérdidas y, consecuentemente, la determinación de cuáles son las áreas de análisis de la sociedad. Haciendo uso de todos los estados financieros, utilizando en especial el de flujos de efectivo, ya que por medio de este se posibilita medir si un negocio tiene capacidad para generar flujos de efectivo positivos para cumplir con sus deudas a corto o a largo plazo, para con terceros y de pagar utilidades a sus dueños. Así también proporciona información relevante sobre las entradas y salidas en efectivo, realizados por las entidades durante un periodo determinado. El apropiado análisis de los estados financieros permite no exponerse a alguna incertidumbre en particular, evitando involucrarse en ciertas líneas de negocios, que llegan a considerarse demasiado riesgosas, ya que se logra determinar que está inherente al suceso de una pérdida. Muchos de los administradores financieros prefieren no incursionar en negocios que eleven el nivel de riesgos; sin embargo, esto disminuye las posibilidades de tener mayores utilidades, por lo que se hace necesario realizar análisis que permitan la determinación del funcionamiento de estas ya que son una de las formas de medir y evaluar la operatividad de las entidades y su gestión administrativa, por lo que las razones e indicadores financieros son parte primordial y base para la toma de decisiones de carácter funcional y económica. Es, en tal sentido, necesario hacer uso de ellos para el estudio de cada uno de las incertidumbres de riesgos operativos, financieros o bien ambos combinados que la compañía tiene inherente en su funcionamiento, buscando determinar y tener el capital deseado para poder tener credibilidad de solvencia, para ir en busca de ser empresas competitivas tanto nacional como internacionalmente. Pero esto no es fácil porque, en las sociedades las decisiones de financiamiento nacen cuando se planea incrementar los niveles de inventarios, adquisición de nuevos equipos, compra de suministros, reparaciones e instalaciones, ocasionado así niveles altos de riesgos financieros y operativos, siendo estos identificados mediante el uso de las razones que permitirán evaluar los niveles de incertidumbre, ya que existe una alta inseguridad asociado a una mayor cantidad de deudas tiende a disminuir el precio de las acciones. Sin embargo, por el contrario, una tasa de interés esperada mayor, les otorga un nivel más atractivo, lo que a su vez, incrementa en última instancia su precio. Por consiguiente, la estructura de capital óptima es aquella que genera equilibrio entre el riesgo y el rendimiento para el logro de la meta final, consistente en la maximización del valor de las acciones. Lo anterior, debe ser realizado mediante el uso simultáneo de los estados financieros proyectados, que permitan efectuar los análisis de la información financiera para establecer las posibilidades de riesgo en que las empresas se verán en períodos futuros y poder buscar alternativas que desvanezcan o minimicen tales riesgos, analizando a la vez los indicadores que permitan realizar de manera adecuada la determinación del capital óptimo y la oportuna toma de decisiones.