Hombres y masculinidad ��un cambio de modelo?

En las ��ltimas d��cadas hemos asistido a un importante impulso en las investigaciones centradas en el an��lisis de las masculinidades. Este hecho no es casual y se debe fundamentalmente a dos razones. Una de car��cter pol��tico, relacionada con el cuestionamiento de una sociedad representada exclusivamente en t��rminos masculinos. Una segunda raz��n de car��cter cient��fico, ��si la feminidad deb��a ser explicada por qu�� no la masculinidad? Ambas razones han incidido en la desnaturalizaci��n de una supuesta masculinidad de car��cter universal y en la profusi��n de investigaciones tendentes a desvelar: las formas sociales de construir a los hombres, los mecanismos de reproducci��n del poder inscritos en los cuerpos, los desiguales modelos sociales en torno a lo masculino, las relaciones de dominaci��n que se producen entre hombres y mujeres, y entre los propios hombres. Este cuestionamiento te��rico de ���lo masculino��� ha estado muy vinculado al papel de los movimientos sociales y especialmente del feminismo y los movimientos de liberaci��n sexual, que han jugado un papel central en la redefinici��n del papel de hombres y mujeres, y por tanto en la b��squeda de nuevas alternativas a los modelos tradicionales, tambi��n entre los propios hombres. En las p��ginas siguientes nos aproximaremos precisamente a la noci��n de masculinidad y masculinidades, incidiendo en su car��cter relacional y cambiante, as�� como en sus distintas significaciones.

Evaluaci��n de la extracci��n de plomo y cadmio de vajilla cer��mica vidriada

Se eval��a si una sola extracci��n, mediante la aplicaci��n de un m��todo de ensayo normalizado que simula condiciones extremas de uso, permite determinar el contenido total de plomo y cadmio presente en piezas de vajilla cer��mica que entran en contacto con los alimentos y su implicaci��n en el resultado anal��tico. Se aplic�� el m��todo de ensayo varias veces sobre materiales de referencia de cer��mica con diferentes concentraciones iniciales de plomo y el cadmio para cuantificar la liberaci��n sucesiva de ambos metales. El lixiviado en cada aplicaci��n se analiz�� por absorci��n at��mica. Los resultados mostraron que una sola aplicaci��n del m��todo de ensayo no extrae todo el plomo y el cadmio en la vajilla cer��mica. Se observaron liberaciones posteriores para todas las piezas de cer��mica a prueba con diferente concentraci��n inicial. Para cadmio se registraron las siguientes variaciones en las extracciones: 40 a 95% en la primera extracci��n, de 0 a 28% en la segunda, de 0.2 hasta 21% en la tercera, y de 1 a 40% en la cuarta. Para el plomo, se registraron los subsiguientes valores en los lixiviados entre el 50 y el 93% en la primera prueba, entre el 2 y el 24% en la segunda, entre el 2 y el 18% en la tercera y entre el 2 y el 17% en la cuarta extracci��n. Los resultados revelan que la cantidad total de plomo y cadmio liberado en una sola prueba est��ndar no reflejan el contenido total de plomo y cadmio que las piezas de cer��mica liberan a largo plazo despu��s de su uso.