2 resultados para En busca del tiempo perdido
em Repositorio de la Universidad de Cuenca
Resumo:
En la actualidad los resultados de la combinación del semen sexado y superovulación (SOV) no han sido muy alentadores debido a la baja cantidad de espermatozoides así como a la corta vida media de los mismos. En un trabajo previo realizado en Brasil en vacas Holstein, se demostró que usando el protocolo de SOV P36/Lh60 e inseminando con semen sexado a las 18 y 30 horas de aplicado el inductor de la ovulación (intervalo de 12 hs entre inseminaciones) se obtiene igual cantidad de estructuras transferibles que inseminando a las 12 y 24 horas con semen no sexado. El objetivo de esta investigación fue ajustar las horas de la inseminación artificial (IA) en vacas superovuladas e inseminadas con semen sexado para lograr mejor sincronía con las ovulaciones y así aumentar la cantidad de embriones transferibles. Este ajuste evaluó 2 momentos de IA en los cuales el intervalo entre ambas se disminuyó a 6 hs. Para esto se usaron 30 vacas Holstein en producción superovuladas con el protocolo P36/LH60 y se dividieron en tres grupos en forma aleatoria; en el grupo IA18/30 (control; n=10) las inseminaciones se realizaron a las 18 horas y 30 hs de la aplicación del inductor de la ovulación (GnRh); en el grupo IA18/24 (n=10) sé inseminó a las 18 y 24 hs de la GnRH y al grupo IA24/30 (n=10) se inseminó a las 24 y 30 (se usó 2.1x106 espermatozoides sexados / inseminación). No se encontró diferencia estadística en los tres grupos, sin embargo el grupo IA18/24 mostró ventaja numérica sobre el grupo IA24/30 y el Control (4,1±1,5 vs 1,3±0,4 y 1,9±0,6 respectivamente) en la cantidad de embriones transferibles, con lo que concluimos que el ajuste en las horas de IA con semen sexado en vacas Holstein superovuladas puede ser usado con resultados similares a los trabajos anteriores
Resumo:
Se realiza un estudio cuasi-experimental de tipo clínico en 196 pacientes del Centro Obstétrico del Hospital Vicente Corral Moscoso en 1999, con el objeto de comparar el alumbramiento expectante o pasivo con el alumbramiento activo, mediante la detección de sensibilidad y especificidad de los signos clásicos del alumbramiento. Para la comparación, se estableció una prueba estándar el tacto vaginal, signo de Cárdenas, [Placenta grado III] para determinar el descenso placentario. Se dividió a la muestra de estudio en 98 pacientes para cada grupo [activo, pasivo], en cada uno de ellos se hicieron 4 subgrupos: primigestas, madres con uno a tres hijos, madres con cuatro a seis hijos, y madres con más de 6 hijos. Se realizaron evaluaciones cada 2 minutos para comparar cada uno de los signos clásicos, el tiempo de alumbramiento y la intensidad del sangrado entre los dos grupos de estudio. Se obtuvieron los siguientes resultados; Existe baja sensibilidad de los signos clásicos del alumbramiento, siendo la más alta el descenso de la pinza y la pérdida repentina de sangre. Los signos de más alta especificidad fueron: ausencia de ascenso del cordón y el signo del pescador, cuando están presentes. Al considerar la presencia de tres o más signos en comparación con el grado III de descenso placentario encontramos baja sensibilidad y una especificidad de 87.5 por ciento hasta los 5 minutos de evaluación. La disminución del tiempo de alumbramiento y de la cantidad de sangrado fue estadísticamente significativa [p nenor 0.05] al comparar el alumbramiento activo con el pasivo y en los grupos de primigestantes y multíparas. Se realizan las recomendaciones pertinentes y se acompaña de biliografía actualizada