6 resultados para EPIDURAL-ANESTHESIA
em Repositorio de la Universidad de Cuenca
Resumo:
Introducción: La anestesia epidural como la anestesia raquídea son técnicas anestésicas similares que disminuye la percepción sensitiva y dolorosa. La anestesia raquídea y epidural aunque siendo ambas anestesia regional, presentan distinto comportamiento y por tanto distinto manejo, eficacia y riesgos. Objetivo General: Determinar la prevalencia de anestesia epidural y raquídea en pacientes que se sometieron a cesárea en el hospital José Carrasco Arteaga. Cuenca – Ecuador. Julio a diciembre 2014 Metodología: Se realizó un estudio descriptivo analítico de corte transversal, utilizando la base de datos elaborada de 450 mujeres sometidas a cesárea en el año 2014 en el Hospital José Carrasco Arteaga. La información se recolectó en formularios, los mismos que fueron elaborados por las autoras, se elaboró una base de datos, para lo cual se utilizó Excel 2010, se creó tablas, analizándolas mediante valor de p, frecuencia y porcentaje(%).La información se analizó por medio del software SPSS versión 22. Resultados: De las 441 pacientes encontramos que las mujeres entre los 20-39 años fueron la población de mayor prevalencia sometida a anestesia raquídea y epidural con un 92,1% (164) y un 85,9% (226) correspondientemente, la anestesia epidural se uso más en las pacientes con sobrepeso 38.8% (102) y obesidad 35.0% (92), las mujeres con peso normal en el 37,6% (67) se utilizó la anestesia raquídea mayormente y de las mujeres con sobrepeso en el 36,5 (65) se utilizó la anestesia raquídea principalmente, la mayor prevalencia fue en la población casada bajo anestesia epidural con el 60% (153), la anestesia epidural se utilizó más en las pacientes de la zona urbana un 58.8% (204) y en zona rural un 62.8% (59), la escolaridad superior con el tipo de anestesia raquídea con un 47,2% (84) y con anestesia raquídea con un 35,0% (92) fue el nivel de escolaridad más prevalente, la anestesia epidural se utilizó mas en las pacientes procedentes de la zona urbana 58.8% (204) como de la zona rural 62.8% (59)
Resumo:
Es un estudio clínico controlado en el que se incluyeron 88 pacientes de ambos sexos en dos grupos asignados aleatoriamente. El grupo infiltración (n = 44) recibió 80 mg de metilprednisolona + 25 mg de bupivacaína al 0.5con epinefrina al 1:200.000 y el grupo conservador (n = 44) recibió 15 mg diarios por vía oral de meloxicam + calor local húmedo y ejercicios de fortalecimiento. En cada grupo hubo 22 pacientes con patología discal diagnosticada por tomografía axial computadorizada. Se evaluó el dolor según la Escala Análoga Visual y la discapacidad según la Escala de Roland Morris, en seis controles, cada semana por 4 semanas y a los 3 y 6 meses. Resultados. En condiciones basales los grupos fueron comparables en la valoración del dolor y la discapacidad. En los dos grupos de estudio no se encontraron diferencias significativas, en cuanto se refiere a la discapacidad y el dolor , sin embargo en el seguimiento tanto la infiltración como el tratamiento conservador produjo alivio inmediato de la sintomatología pero en los controles posteriores el tratamiento conservador tuvo una mejor respuesta en los dos parámetros, dolor a los 3 meses (p = 0.027) y 6 meses (p = 0.039) , discapacidad a la cuarta semana (p = 0.019), El análisis por subgrupos según patología discal no tuvo diferencias significativas. En la escala de Likert que valora la mejoría desde la percepción del paciente hubo una tendencia a beneficiar al grupo que recibió el tratamiento conservador RR 0.8 (IC95: 0.55-1.16). Conclusiones. La infiltración epidural de 80 mg de metilprednisolona + 15 mg de bupivacaína para tratamiento de la lumbalgia crónica con o sin patología discal tuvo igual respuesta que 15 mg diarios de meloxicam por vía oral más terapia física, en un seguimiento de 6 meses
Resumo:
Objetivo. Comparar el tiempo de bloqueo motor y sensitivo producidos por 12 ml de L-bupivacaína con epinefrina + fentanil vs 15 ml de la misma mezcla por vía epidural, a través de un catéter de polietileno, en anestesia para cesárea. Metodología. Con un diseño clínico controlado aleatorizado se incluyeron dos grupos de 45 maternas cada uno para recibir: 1 grupo LEVO 12: L-bupivacaína 75 mg + 100 mcg de fentanil en 12 ml de volumen y 2 grupo LEVO 15: L-bupivacaína 75 mg + 100 mcg de fentanil + 3 ml de solución salina isotónica en 15 ml, por vía epidural con catéter. Se midió el porcentaje de bloqueos completos, tiempo de bloqueo motor y tiempo de bloqueo sensitivo, producidos por la misma dosis pero en diferente volumen. Resultados. Los grupos fueron comparables en las variables demográficas. El nivel metamérico alcanzado en el grupo LEVO 15 fue significativamente más alto que el alcanzado en el grupo LEVO 12 (P = 0,034). El nivel metamérico más bajo, T10, se encontró únicamente en el grupo LEVO 12 (P = 0,034). El 20% (n = 9) del grupo LEVO 12 necesitó una dosis suplementaria de bupivacaína y en el grupo LEVO 15 en un caso (2,2%) que se produjo bloqueo en tablero de ajedrez necesitó dosis suplementaria (P = 0,018). El uso de fentanilo IV como analgesia suplementaria fue similar en ambos grupos (P = 0,482). No hubo repercusión hemodinámica atribuible al uso de L-bupivacaína. Los efectos secundarios fueron mínimos y su incidencia fue similar entre los grupos (P 0,05). Discusión. La controversia entre dosis y volumen, en la anestesia regional epidural o subaracnoidea, se mantiene aún. Nuestro resultado favoreció a los 75 mg de L-bupivacaína en mayor volumen. Hacen falta más estudios para obtener resultados concluyentes.AU
Resumo:
El estudio trata de demostrar que una dosis de 220 mg de lidocaína + 100mcg de fentanyl para anestesia epidural en cesaria es suficiente para la intervensión y proporciona mejor estabilidad hemodinámica, menor toxicidad materno fetal y por consiguiente disminución de efectos secundarios. Realizamos un estudio clínico controlado en dos grupos de 50 pacientes cada uno. El grupo A recibió lidocaína + fentanyl y el grupo B recibió unicamente 400 mg de lidocaína. Las variaciones hemodinámicsa del grupo A fueron menores reflejadas en las mediciones de tensión arterial tanto sistólicas como diastólicas, con diferencia estadísticamente significativas [ p menor 0.05]. En los valores de frecuencia cardíaca y saturación parcial de oxígeno arterial medida por oximetría de pulso no hubieron diferencias significativas. El grupo B tuvo mayor incidencia de escalofrío y somnolencia [p menor 0.05]. En la paciente obstétrica debe disminuírse la dosis de anestesia local al máximo a condición de conseguir el efecto esperado para la intervención. La asociación de un opioide como el fentanyl porporciona resultados muy alentadores
Resumo:
Objetivo: Evaluar la eficacia del tratamiento del dolor postoperatorio con el uso de la morfina en anestesia conductiva en pacientes con cirugía ginecológica, obstétrica. Fundación Pablo Jaramillo Crespo; septiembre- diciembre de 2011. Métodos: Estudio observacional, analítico, prospectivo y cuantitativo. Se incluyeron, con la clasificación de la Sociedad Americana de Anestesiología (ASA) I y II a 231 pacientes, entre 15 y 65 años, hospitalizadas en la Fundación Pablo Jaramillo Crespo, por cirugía ginecológica-obstétrica, realizadas desde septiembre a diciembre de 2011. Se administraron dosis de morfina: 2 mg para epidural y 0,2 mg para anestesia raquídea. El dolor fue evaluado a las 12 y 24 horas, con la escala visual analógica de la intensidad del dolor (EVA). Resultados: La morfina utilizada no tuvo preservantes; se observó que la anestesia raquídea muestra una ligera ventaja a la epidural, con mejor tolerancia al dolor a las 12 y 24 horas (p<0.05) No hubo relación entre la etiología de las cirugías ginecológicas y obstétricas con el dolor a las 12 y 24 horas (p>0.05). En 25.78 % de los casos, la analgesia de la morfina, por administración raquídea, se complementó con el uso de ketorolaco por vía intravenosa. Un 49.2% de las pacientes no mostró efectos secundarios; de estos, los más observados fueron: el prurito (13.14 %), retención urinaria (11.3%), náuseas (9.8%) y vómitos (6.9%). Conclusión: el uso de morfina en dosis: 2 mg para epidural y 0.2 mg para anestesia raquídea, proporciona una favorable recuperación del dolor en las pacientes con cirugía ginecológica y obstétrica. Los efectos secundarios provocados por su administración pueden manejarse de manera eficiente sin alterar la recuperación postoperatoria
Resumo:
Con el objeto de valorar la eficacia y los efectos de la analgesia peridural lumbar con bupivacaina en la madre durante el parto el recién nacido, se realizó un estudio clínico experimental con una muestra de 60 multíparas dividido en 2 grupos de 30 cada uno: el primero recibió analgesia peridural con bupivacaína en concentraciones al 0.125 por ciento en el primer periodo y 0.25 por ciento en el segundo periodo del parto, y el otro que constituyó el grupo control que no recibió analgesia. Ambos grupos tuvieron cracterísticas similares en cuanto a edad, paridad, altura de fondo uterino, dilatación. El alivio del dolor fue estadísticamente significativo en comparación con el grupo control [p<0.001] tanto en el periodo de dilatación como en el expulsivo. La dosis media utilizada en el primer período del parto fue de 25.3 mgs. La duración del periodo de dilatación en el grupo con peridural fue menor con relación al grupo control [p<0.001]; igualmente fue menor en el periodo expulsivo aunque no estadísticamente significativo. En cada grupo el 3.3 por ciento terminó en cesárea. Durante el periodo expulsivo no se utilizó fórceps. No hubo diferencia estadística en la forma y tipo de alumbramiento en los dos grupos. El apgar en un minuto fue mejor en el grupo con epidural que en el control [p<0.005]. No hubo diferencia estadística a los 5 y 10 minutos. En el 6.8 por ciento de pacientes se presentó dolor dorso-lumbar en el puerperio, cefalea pulsátil en el 3.4 por ciento. En el resto [89.7 por ciento] no se presentó efecto alguno. El 100 por cien de los 29 pacientes que terminaron su parto por vía vaginal estivieron satisfechas con la analgesia peridural