3 resultados para Fernández de Oviedo y Valdés, Gonzalo, 1478-1557.
em Repositório Científico da Universidade de Évora - Portugal
Resumo:
En Andalucía, así como en el resto de España, durante el último tercio del siglo XVIII y los primeros 40 años del siglo XIX se difunde el neoclasicismo académico promovido por una nueva burguesía que lo asume como estilo propio. Se trataría de la primera encarnación artística de la Ilustración y utilizaría como materiales predominantes el ladrillo, la piedra o la madera. Así se construirán los primeros mercados de abastos de este siglo hasta que poco a poco, entre los años 40-60, se fuera introduciendo el hierro como material predominante -aunque lejos del desarrollo industrial europeo debido entre otras cosas, a la fuerte dependencia que tenía España con el extranjero para abastecerse de este material-. Con esta comunicación se pretende dar a conocer parte de una profunda investigación sobre la evolución de los sistemas constructivos de los mercados de abastos en Andalucía durante el siglo XIX. Se ha realizado un importante trabajo de campo y se han estudiado las fuentes orales y escritas -si bien es cierto que muy escasas en la provincia de Jaén, lugar donde se realizó este trabajo originalmente, lo que implicó que esta investigación fuera inédita-.
Resumo:
En este trabajo se da noticia de las primeras gramáticas que, redactadas por nativos de las Azores, fueron impresas en este archipiélago. Además de dar a conocer las primeras obras producidas en Azores, se tratará de enmarcarlas en la gramaticografia portuguesa.
Resumo:
En la baja edad media, los monasterios, al igual que todas las instituciones, se vieron obligados por la legislación vigente a recurrir a notarios públicos, en algunas ocasiones nombrados por autoridades laicas y en otras de nombramiento eclesiástico. No existen estudios en los que se analice con detenimiento cual es el comportamiento de la relación entre las instituciones monásticas y el notariado. Por consiguiente, considero interesante estudiar la figura de Suero Peláez, notario apostólico que trabajó para los diversos monasterios ovetenses pero que mantuvo una relación especial con San Pelayo para quienes expidió unos 51 documentos entre 1429 y 1461, y para quienes sirvió también como procurador. Unos servicios que le hicieron ascender en la jerarquía eclesiástica, entrando en el cabildo como clérigo del coro y posteriormente fue promocionado como compañero, por lo que también trabajará en la escribanía capitular como escusador; y que le dieron el capital suficiente para tener una frenética actividad de compra-venta de rentas, alejándose progresivamente de la escrituración de los documentos que signa