4 resultados para flexibilidad interna
em Repositorio Académico de la Universidad Nacional de Costa Rica
Resumo:
La globalización y el cambio tecnológico en curso están reestructurando el orden económico internacional, a través de un exacerbado y frágil dinamismo de los mercados financieros internacionales, de la creciente ampliación y diversificación de la inversión extranjera directa y de las nuevas exportaciones de servicios. Con ello, la dinámica económica ha pasado a ser marcadamente mundial y la distinción tradicional entre mercado interno y mercado externo, o entre la política económica interna y la externa ha perdido parte de su sentido, pues los agentes económicos tienden a operar (¡y deben operar!), privilegiando en sus decisiones el entorno internacional.A su vez, la llamada “tercera revolución científico tecnológica” está acrecentando la globalización de los mercados, la internacionalización de la producción y la competencia internacional. Factores decisivos en esta competencia son hoy la investigación científica y tecnológica ligada sistemáticamente a la producción; la formación y actualización sistemática de los recursos humanos; las técnicas de gestión compatibles con la economía global, y las formas públicas y privadas de organización que estimulan la innovación, la flexibilidad y la creatividad. Y en este proceso, es natural que pierdan importancia las ventajas comparativas de antaño, vinculadas a la simple extracción de recursos naturales abundantes, los bajos salarios o el empleo de mano de obra de baja calificación; a pesar de que, para muchos países en vías de desarrollo esta siga siendo una “opción” viable, más bien impuesta por sus escasos logros pasados en materia de ciencia, tecnología y educación. Quizás Costa Rica pueda escapar de esta “opción”, pero los esfuerzos en este sentido deberán ser deliberados y estratégicamente conducidos.
Resumo:
En los últimos años se ha venido resaltado, por parte del Gobierno y economistas, que la deuda interna de Costa Rica ha crecido a tasas muy elevadas y que el saldo de la misma está llegando a niveles inmanejables, pues el pago de intereses representa una proporción muy significativa del gasto total del Gobierno. De ahí se sigue que se deben tomar medidas “heroicas”para reducir el monto de la deuda y así evitar que ésta afecte negativamente el desempeño económico del país. El objetivo de este artículo es evidenciar que el tamaño de la deuda interna de Costa Rica no es un problema insalvable y que lo que conviene no es su reducción inmediata sino la implementación de una adecuada estrategia para su administración. La experiencia de los países desarrollados evidencian que un alto nivel de endeudamiento público no necesariamente riñe con el buen funcionamiento del sistema económico.
Resumo:
El déficit fiscal es una de las variables macroeconómicas que ha adquirido mayor importancia desde la década de los años ochenta y particularmente en los años noventa, en la economía costarricense. Una consecuencia directa de la existencia de déficits fiscales sostenidos es la acumulación de una deuda pública creciente.Antes de los años ochenta el déficit fiscal en Costa Rica se cubrió fundamentalmente con deduda externa; la cual era de fácil acceso en los mercados financieros internacionales, ante la existencia de una sobre oferta de fondos prestables, generado por los petrodólares. Sin embargo, con la crisis económica que experimentó Costa Rica en los primeros años de la década pasada y con el endurecimiento del acceso al financiamiento externo, el país empezó a recurrir cada vez con más frecuencia al endeudamiento interno.
Resumo:
En el debate nacional sobre temas públicos de actualidad, destaca en los últimos meses la gran controversia que se ha generado en torno a los orígenes, causas, magnitud y consecuencias de la deuda pública interna. Y como este tema se vincula estrechamente con nuestras concepciones sobre el Estado y el papel de éste en la economía y en la sociedad, es sumamente difícil que nuestras opiniones al respecto se puedan liberar enteramente de prejuicios y estereotipos ideológicos, lo mismo que de determinados intereses materiales concretos. Todos tendemos a acercarnos a los problemas que analizamos con ciertas ideas preconcebidas, limitando nuestro entendimiento a lo que nos es familiar y habitual, condicionados por nuestro ambiente, por los intereses que nos afectan, por la experiencia previa sobre el tema, y por todo tipo de circunstancias en que nos desenvolvemos. Por este motivo, es de crucial importancia que los grandes problemas nacionales se filtren a través de un amplio y democrático debate público, que además debe ser adecuadamente conducido.