4 resultados para Reforma fiscal
em Repositorio Académico de la Universidad Nacional de Costa Rica
Resumo:
Un Tratado de Libre Comercio es un instrumento que puede favorecer o no una estrategia autónoma de desarrollo. Bajo este prisma es importante acercarse a la valoración de los resultados de las negociaciones de Costa Rica y Centroamérica con los Estados Unidos, a efectos de poner en perspectiva sus alcances e implicaciones.Una dificultad para hacer esta valoración es que no existe una imagen de país compartida por la sociedad costarricense. Las diferencias están a la orden del país tanto en lo global (rumbo de la nación) como ante problemas específicos (telecomunicaciones, seguros, la reforma fiscal, la lucha contra la pobreza, etc.).
Resumo:
Desde una perspectiva multidimensional, que tome en cuenta la competencia, la cooperación y el diálogo abierto para perfilar el potencial nacional hacia el desarrollo de productos y capacidades reconocidas por el mercado mundial, es crucial un adecuado funcionamiento de los mercados de trabajo, de bienes y de capital, a fin de asegurar una asignación eficiente de los recursos productivos. La experiencia latinoamericana de los años 70 y 80 mostró que un marco macroeconómico altamente inestable reduce considerablemente la capacidad de estos mercados para funcionar apropiadamente, lo que además tiene un efecto negativo sobre el crecimiento económico (cf. Stiglitz, 1998: 25).En países de moderada pero persistente inflación, como Costa Rica, la estabilización del marco macroeconómico difícilmente puede consolidarse sin previamente llevar a cabo la urgente reforma fiscal (en los campos presupuestario y, especialmente, tributario), lo mismo que sin la revisión de las políticas monetaria y cambiaria. Pero la transición hacia un marco macroeconómico estable no es fácil de lograr.
Resumo:
Introducción Durante los últimos veinte años, Costa Rica experimenta una serie de cambios socioeconómicos y tecnológicos, impulsados principalmente por el seguimiento de continuos paradigmas económicos. Así, el modelo de sustitución de importaciones y economía centralizada de fuerte intervención estatal terminó con la crisis de principios de los 80, iniciándose un inacabado proceso de reforma y ajuste que todavía continúa. Así, se han visto pasar “temas de moda” en la discusión económica, tales como el ajuste estructural; la irrupción de dogmas económicos de corte neoliberal; el surgimiento de corrientes económicas alternativas que contrapesan dichos dogmas, tales como la economía ambiental, la economía ecológica, la economía institucional; la reforma fiscal y, finalmente, una creciente presión para integrar más la economía al exterior y abrir más las fronteras al comercio internacional.
Resumo:
Aunque en Costa Rica no se ha seguido en los últimos quince años una política económica neoliberal a ultranza, sino una “a la tica”; todo el debate económico y el accionar del sector público durante este período ha sido permeable a la lógica del ajuste estructural. Pero la actual encrucijada obliga a “tirios y troyanos”, a críticos y defensores del ajuste, a superar este enfoque aún predominante. Independientemente de los logros y fracasos acumulados desde 1983 hasta la fecha, en el campo económico y social, el país debe, urgentemente, realizar un “viraje estratégico”, pues la sensación de estancamiento o lento crecimiento de los últimos años se ha convertido en cruda realidad, con el agravante de que ya no podemos seguir viviendo del pasado. En el texto se aborda la problemática nacional en las siguientes cinco áreas:Estabilidad macroeconómica: sin ser artificial, continúa siendo frágil, dependiente en alto grado de la entrada de capitales externos y arrastrando una crisis fiscal latente que recurrentemente estalla. Esto en gran parte se explica por los rasgos de inestabilidad estructural que aun persisten.Gobernabilidad y Reforma del Estado: el estilo de gobernabilidad moldeada durante el período 1950-1975 ya no es viable, y la vacilante reforma del Estado está contribuyendo solo de manera precaria a construir nuevas formas de gobernabilidad acordes con las exigencias de las modernas sociedades democráticas. La gran tarea por delante es reconstruir un Estado estratégico y solidario; que facilite la irrupción de la sociedad civil en la vida pública nacional.Transformación productiva y competitividad: avanza, pero sin un rumbo claro y seguro, pues se adolece de una estrategia nacional de desarrollo de la competitividad internacional, que supere prácticas anticuadas de intervención estatal y viejos pero maquillados dogmas antiestatales que conducen a visiones parciales sobre el papel de las empresas y del Estado en este tipo de estrategias.El modelo exportador y el papel de la inversión extranjera: su impresionante dinamismo de los últimos años “suma” pero no “multiplica” la creación de riqueza nacional. Faltan criterios estratégicos que permitan potenciar los efectos positivos de la IED sobre el aparato productivo nacional y la creación de empleos de alta calidad, evitando que la misma promueva modelos de exportación tipo enclaves.Los recursos humanos y el sistema educativo: a pesar de que existe un alto consenso de que el conocimiento será el principal “factor de producción” del futuro y la fuente más importante de la competitividad de empresas y países; el sistema educativo costarricense enfrenta serias amenazas y debilidades que impiden convertirlo en el valuarte de la transformación productiva y social que el país requiere, en pos de lograr un mayor desarrollo humano.A partir de este diagnóstico surgen una serie de tareas y desafíos que como país podemos enfrentar exitosamente, si dejamos atrás dogmas económicos obsoletos y si superamos la incapacidad de construir grandes acuerdos nacionales. No hacerlo sería condenarnos a un eterno subdesarrollo. El documento termina con un pedido para dejar atrás definitivamente la era del ajuste estructural y relanzar una nueva era de desarrollo productivo, social y humano.