2 resultados para Behaviorismo radical
em Repositorio Académico de la Universidad Nacional de Costa Rica
Resumo:
La economía se presenta a menudo como la ciencia social más madura y exacta, capaz de orientar acciones, realizar pronósticos, explicar el pasado. Todo ello de una manera, si no impecable, sí satisfactoria a grandes rasgos. Ya lo dijo Popper de manera poco cautelosa: "El éxito de la Economía Matemática muestra que por lo menos una ciencia social ha pasado por su revolución newtoniana" (Popper, 1957, 74). También goza la economía de buenas referencias en lo que atañe a su genealogía y tradición intelectual: algunas de sus máximas tienen un respetable pedigrí de más de dos siglos. Por otra parte, sus argumentaciones más preciadas suelen presentarse en la alta sociedad académica vestidas con formalismos matemáticos aparatosos, cuando no espectaculares. A primera vista parece, pues, hallarse en un estado muy saludable, bien orientada en cuanto a bases y perspectivas. Luego no es de extrañar que sea motivo de envidia y de imitación por parte de investigadores de campos vecinos que también aspiran a entender cómo funcionan los seres humanos en sociedad.El resultado final es un texto un tanto híbrido, a medio camino entre el ensayo de divulgación y las notas de clase. De todos modos, aunque sus objetivos sean modestos en lo que se refiere a rigor y originalidad, confío en que cumpla en alguna medida el cometido asignado, a saber, sugerir e incluso provocar. Deseo puntualizar, por último, que algunas de las ideas aquí expuestas se hallan argumentadas de forma más sistemática y cuidada en el artículo "Teoría económica y enfoque de la reproducción" (in Febrero, ed., Qué es la economía, Madrid, Pirámide, 1997, págs. 241-269), así como en mis libros Filosofía de la economía (Barcelona, Icaria, 1992) y Economía política radical (Madrid, Síntesis, 1998).
Resumo:
Imaginar una cultura radical de paz y de derechos humanos pasa por el descubrimiento de las fisuras, de las quiebras y de las ambigüedades del proyecto conservador hegemónico. Ello permite, primero, denunciar su naturaleza contradictoria; y segundo, irrumpir en lo real refundando una política de transformación y de emancipación. En la actualidad, se vive y se produce bajo un proceso de subsunción “global” del hacer humano en el modelo de relaciones impuesto por la globalización neoliberal. Todo puede ser explotado. Las fronteras de la cumulación se extienden hasta tragarse el lenguaje, los afectos, los cerebros, la capacidad de cooperación, la actividad de cuidado, el uso y el conocimiento de nuevas (y viejas) tecnologías e incluso, el propio saber tradicional de pueblos históricamente marginados y explotados. La producción se confunde hoy con la actividad social. Pero, aunque la forma salarial siga dominado como forma arbitraria de dominación, la actividad social en su plenitud excede con mucho lo que se paga por su puesta en práctica.