5 resultados para oscuridad
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
Rafael Alberti, miembro de la Generación del 27, es autor de una dilatada obra en la que la luz y su opuesto, la sombra, juegan un papel determinante. La oscuridad es, precisamente, el eje que sostiene toda su poética, junto a una esperanza constante de escapar hacia la luz. Dicha oscuridad se combina con un sempiterno sentimiento de desarraigo hacia el presente que el propio autor definió como “la nostalgia inseparable”. Alberti fue uno de los muchos intelectuales españoles que sufrieron el exilio tras la derrota de la II República en la Guerra Civil. Desde que salió de España, la patria abandonada se convirtió en el Paraíso perdido que evocaba constantemente. Pero el sentimiento de exilio ya existía antes de abandonar España, cuando ese Paraíso se identificaba con su pueblo natal, que dejó en la adolescencia para trasladarse a Madrid. Y cuando regresó a España al morir Franco, serían las tierras de su exilio las que adquirirían tintes paradisíacos. Porque, en realidad, los sucesivos paraísos perdidos y añorados no son espaciales, sino temporales. Alberti es incapaz de arraigarse a su presente, en el cual no encuentra su identidad. Esta tesis constituye una revisión de su obra poética y teatral desde el enfoque de la oscuridad y del sentimiento de exilio interior, llegando a demostrarse que los momentos álgidos de ésta coinciden con las crisis personales que experimentó a lo largo de su vida. Es decir, que la obra parte de la oscuridad y se sostiene en la nostalgia. Es la respuesta a la imposibilidad de regresar a un pasado definitivamente perdido.
Resumo:
Hay figuras que se escapan de sus contemporáneos como el agua entre los dedos. Autores difícilmente clasificables, cuya magnitud es apenas intuida hasta pasados muchos años del nacimiento de su obra. Hay autores que trabajan para siempre. Es el caso de artistas como Federico García Lorca, Antonio Gaudí, Franz Kafka, Víctor Erice, Andrei Tarkowski o tantos otros. Autores que avanzan en la oscuridad. Autores que caminan sin red por la cuerda floja, sin conocer hacia dónde van. Autores que exploran nuevos territorios en nombre de la humanidad. Autores que rozan lo inefable, que nos asoman al abismo insondable. Y a esta clase pertenece también el cineasta granadino José Val del Omar. Y se dice cineasta porque ni él mismo logró encontrar una palabra que definiera lo que hacía. Cinemista, cinegrafía, mecamística… son términos que necesitó forjar porque en la oscuridad los objetos se vuelven ininteligibles, pero necesitamos poner nombre a las cosas para que existan. Val del Omar está mucho más cerca de Rimbaud que de Willy Wilder a pesar de que las categorías convencionales digan lo contrario. La naturaleza de su obra se resiste por definición a cualquier análisis o método de razonamiento lógicodeductivo, y sin embargo sentimos la necesidad de abordarlo en el intento de adentrarnos un poco más en esas imágenes oníricas que sin saber porqué nos fascinan misteriosamente como mariposas atraídas por la luz, que diría el propio protagonista de este trabajo. Val del Omar dedicó su vida a producir apenas 61 minutos de celuloide, de los cuales 21 son objeto de este estudio, y sin embargo escribió literalmente miles de páginas sobre ello. Para escribir durante toda una vida basta observar lo que sucede en un vaso de agua, decía Valéry, y José Val del Omar descubrió, y nos descubrió a nosotros que el misterio se encierra en las cosas pequeñas, o como diría el maestro, “en los pliegues de lo chiquito”. Quien se dedica a profundizar en su entorno sabe bien que ése vislumbre se produce en contadas ocasiones y es sólo el premio de muchas horas, días, meses incluso años de trabajo. El genio de Granada filmó una y otra vez las pequeñas cosas de su entorno hasta prácticamente el día de su muerte, buscando desvelar este misterio de las cosas. José Val del Omar ha sido comparado en numerosas ocasiones con San Juan de la Cruz y Santa Teresa, ha sido definido como un inventor adelantado a su tiempo, ha sido calificado de visionario, de ingeniero, de artista, poeta…, y lo cierto es que todos y ninguno tienen razón, pues Val del Omar se transformó en su propia obra hasta el punto de confundirse con ella. Su figura resulta pues tan impenetrable como sus propias cintas y tan enigmática y fascinante como ellas...
Resumo:
Una doctrina fundamental de la biología, la medicina, la fisiología o la farmacología es la relativa constancia del medio biológico interno (Homeostasis). Las variables homeostáticas no se mantienen a un nivel constante, sino dentro de un cierto intervalo de valores repetidos a intervalos regulares (Ritmos Biológicos); cuando dicho ciclo se cumple en un periodo de 24 h se denomina Ritmo Circadiano. Los sincronizadores que definen este ritmo son, entre otros, la alternancia luz-oscuridad o la rutina de sueño (descanso-actividad). La Cronobiología estudia los ritmos biológicos y sus mecanismos de cronometraje, determinando la influencia que los mismos pueden ejercer en los seres vivos. La Cronofarmacología, a su vez, estudia los efectos de los fármacos en función del ritmo circadiano (bien por alteraciones en su cinética: cronofarmacocinética; o en su dinamia: cronofarmacodinamia), determinando el período decisivo de su administración, para conseguir un aumento de su eficacia y/o disminución de sus efectos adversos. Estas alteraciones son, particularmente, importantes en aquellos grupos farmacológicos más críticos como los anestésicos, ya que existen diferencias en la capacidad anestesia dependientes de la hora del día en que se administran estos fármacos. El etomidato es un agente anestésico no barbitúrico de acción rápida, recomendado para la inducción anestésica en animales que presentan patologías que comprometen su estabilidad hemodinámica, ya que no provoca alteraciones severas en el sistema cardiovascular o en la presión intracraneal. Actúa facilitando la transmisión mediada por GABA, al interactuar con una zona alostérica del complejo receptor GABA – ionóforo Cl-...
Resumo:
Esta memoria doctoral versa sobre los estudios que se realizaron para evaluar los efectos de reestructurados cárnicos (RP) enriquecidos con glucomanano y espirulina sobre crecimiento, tamaño y estructura de órganos, glucemia, insulinemia, resistencia a la insulina, metabolismo lipoproteico y estrés oxidativo en un modelo de síndrome metabólico como es la rata Zucker fa/fa. Para ello se diseñaron diferentes dietas hipersaturadas, añadidas o no con agente hipercolesterolemiante, conteniendo 15% de RP control, 15% de RP enriquecido con glucomanano o 15% de RP con glucomanano más 3 g de espirulina/kg. Los animales, de cinco semanas de edad y aproximadamente 120 g de peso, se mantuvieron en jaulas metabólicas individuales a una temperatura de 22,3 ± 1,8 2C, en ciclos de 12 horas de luz/oscuridad. Las ratas recibieron pienso estándar de crecimiento durante un periodo de adaptación de una semana a las condiciones ambientales. Posteriormente se distribuyeron en seis grupos experimentales homogéneos y se sometieron durante 7 semanas a las dietas experimentales. Al finalizar dicho periodo se procedió a su sacrificio y extracción de sangre y órganos seleccionados para su estudio...
Resumo:
El amplio mapa del Simbolismo europeo vivió un momento sobresaliente a finales del siglo XIX y con el cambio de siglo. Los simbolistas no convivieron como un grupo compacto. Fueron decadentes y estetas a los que unió una búsqueda y un espíritu común. Les interesó lo esotérico, lo secreto y crearon un nuevo mundo hermético con aquello que no está a simple vista en la realidad. Presentaron una irrealidad de ensueño aludiendo a contenidos en profundidad. La atención a lo subjetivo, a la apariencia no objetiva y la oscuridad romántica fueron antecedentes que anunciaron los contenidos cultivados por los simbolistas. La naturaleza difusa del Simbolismo se sirvió de justificaciones poéticas, literarias y filosóficas. Las referencias formales y poéticas atienden a sus dilatados contenidos. La emoción espiritual se adentra en lo intangible e indefinible de la magia simbolista. La influencia del Simbolismo en España se hace notar con cierto retraso y la cronología difiere de los ejemplos del resto de Europa. En el caso español nos movemos entre los años 1890 y 1930. Se ha distinguido un primer núcleo aventajado en Barcelona, con nombres propios como el de Rusiñol y el círculo de los Llimona. Posteriormente los artistas del entorno de Valle-Inclán y su tertulia en el madrileño Nuevo Café de Levante se convertirán en otro exponente que aglutine a artistas diversos. Las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y la repercusión crítica, también añaden información del impacto simbolista en el arte español. Además del núcleo madrileño existe un conjunto de referentes periféricos y artistas “olvidados” igualmente relevantes. Observando las obras simbolistas, se subraya una actitud común en estos artistas. Este talante es clave para trazar un hilo conductor entre los autores. Las formas varían, los significados se solapan y las señas visuales se alteran al no responder a unos cánones siempre fijos. Por ello, es la actitud lo que une a los pintores, escultores y literatos. Decadentismo, Dandysmo, Ocultismo o Esoterismo, son piezas añadidas a esta amalgama artística. Ser simbolista significa trascender más allá de la vida cotidiana. El simbolista accede y cultiva un universo enigmático, turbador y lírico. Es la vía para abandonar lo rutinario. El artista prefiere ensimismarse y regodearse en la creación. Una complicación añadida a su definición, es la falta de unidad estilística o unas características visuales siempre repetidas. Es importante prestar atención a los contenidos de fondo para distinguir puntos de encuentro comunes. Eso sí, los artistas españoles recibieron estas ideas e influencias de manera muy personal. También se añaden otros aspectos como los Regionalismos o la confrontación España Blanca - España Negra. Las fuentes de inspiración miran al Renacimiento, los Primitivos italianos o los Prerrafaelitas ingleses. Existen problemáticas, convivencias y diferentes ingredientes que se suman al discurso del Simbolismo español. El Modernismo, la Generación del 98, los Nacionalismos históricos, Orientalismo, Flamenquismo, Esteticismo, Wagnerianismo o el paisaje, revelan señas simbolistas. Extensión y posición del Simbolismo español en las afueras del Modernismo catalán es el título de esta Tesis Doctoral, en busca de una definición de un momento artístico complejo, rico y desbordante.