2 resultados para Waterloo, Batalla de, 1815
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
The present dissertation explores the concept of masculinity as power, paying special attention to the production and resistance of the rigid narratives of masculinity. Such configuration has prescribed the role of men in society—both at an individual and collective level—placing man at the centre of the patriarchal system and thus conferring upon men superiority over women. Such ideological construction is based on an essentialist view of the world, where biology determines destiny. As Men’s Studies have been advocating since their emergence, the victims of such an inegalitarian system are mainly women, but there are others, such as marginalized groups of men and hegemonic men themselves. Our focus is centered on the so-called crisis of masculinity that North American men went through in the last two decades of the twentieth century, the consequences of which have not yet been completely overcome. While from an essentialist point of view such a crisis is questionable, the political, economic and sociological reality of the Reagan’s Age made visible the downsides and pitfalls of toxic masculinity. In order to face the problems derived from the damaging nature of a construction that constrains men, three broad responses to the problem were taken: pro-feminist, anti-feminist and spiritual. Except for pro-feminists, the main reaction of these groupings consisted of victimizing themselves and of defending their essentialist supremacy—lulled by the fantasy world fostered by the “politics of symbolism” (Dallek, 1999 [1984]) of Reagan’s escapist policies. Opposing this reassuring image of the United States, the Blank Generation addressed the crisis of masculinity from a nihilist perspective. Through the analysis of American Psycho, this dissertation will illustrate the darkest side of the hegemonic model of masculinity...
Resumo:
El nombre de Eugenio de Ochoa siempre aparece en los libros sobre la cultura española del siglo XIX, aunque pocas veces con un papel protagonista. Su lugar en la historia de la literatura se halla asociado a otros personajes o a empresas periodísticas de importancia que son recordadas por los nombres de esos otros: El Artista, Federico Madrazo, Pedro Madrazo, Juan Eugenio Hartzenbusch, Victor Hugo, Balzac… Y así Ochoa es siempre el co-creador de una revista, el cuñado de, el amigo de, el traductor de, el editor de… Esta posición secundaria ha restado atractivo al estudio de un hombre que desempeñó un papel fundamental en la conexión de la cultura española con Europa, tanto por ser el vehículo por el que llegaron a España muchos autores contemporáneos como por llevar a cabo el recorrido contrario, mostrando al continente el patrimonio cultural nacional. Sin embargo, esa faceta de intermediario, y no la de literato, contemplada desde una perspectiva más centrada en el contexto y menos en el canon literario tradicional, ofrece unas posibilidades de análisis extremadamente interesantes. Además, la gran pluralidad de sus actividades le convirtió en su tiempo en un observador privilegiado de la realidad cultural y política del país. Ahí se halla el objetivo que ha guiado la realización de este trabajo. Por medio del estudio de su figura se ha pretendido llevar a cabo un análisis de la cultura española del siglo XIX, partiendo de un enfoque sociológico de la misma y prestando más atención a las prácticas en el campo literario que al contenido de la creación. Esa es la razón que explica que, metodológicamente, el trabajo se apoye en dos pilares, cada uno de los cuales sirve de soporte a las dos partes centrales del mismo: la reflexión acerca del “hombre de letras” en el reinado de Isabel II y el papel desempeñado por el mediador cultural en el proceso de transferencia de conocimientos e imágenes nacionales en la Europa del siglo XIX. Al comienzo de cada uno de estos bloques se realiza una reflexión más detallada sobre ambas líneas de análisis que, por supuesto, no son las únicas y no agotan el tema...