3 resultados para Vocabularios estandarizados
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
En los últimos veinte años se ha generado un interés especial por la investigación relacionada con el envejecimiento. Esto se debe en gran medida al aumento de la expectativa de vida de la población, especialmente en los países más desarrollados. Sugiriendo así la necesidad de obtener conocimientos sobre la calidad de vida de las personas mayores. Este trabajo de investigación de diseño no experimental descriptivo analítico intenta contribuir al campo de la investigación aportando datos empíricos asociados al fenómeno del envejecimiento y ofrecer información que pueda servir de instrumento de debate en el contexto de las intervenciones y atenciones socio-sanitarias en el campo de la gerontología. El objetivo principal de este trabajo es analizar el bienestar subjetivo de las personas mayores y determinar si la presencia de sentido del humor y el sentimiento de culpa influyen en el mismo. Para ello se recogieron de forma sistemática y por medio de cuestionarios estandarizados los criterios considerados en seis centros de día para personas mayores del centro de Madrid. En un principio participaron, anónima y voluntariamente, un total de 420 personas, 99 hombres (23.6%) y 321 mujeres (76.4%) con edades comprendidas entre 60 y 92 años. Sin embargo, después de aplicar los criterios de exclusión la muestra quedó en 378 personas, 92 hombres (24.3%) y 286 mujeres (75.7%)...
Resumo:
Objetivos: evaluar las características de la práctica basada en la evidencia (PBE) en contexto asistencial; su efectividad sobre la sintomatología depresiva; las variables asociadas a la misma; y su eficiencia. Método: estudio retrospectivo sobre una muestra propositiva compuesta por 89 casos diagnosticados de trastorno depresivo mayor (80,9%) o de distimia (19,1%) en la Clínica Universitaria de Psicología de la UCM. Un 78,7% de los casos eran mujeres, y un 48,3% de los casos seguía un tratamiento farmacológico; la duración promedio del problema fue 30,9 meses y la puntuación promedio en el BDI-‐II en el pretratamiento fue 33 puntos. Diversas variables fueron evaluadas para responder a los objetivos. Resultados: los pacientes recibieron un tratamiento individualizado y autocorrectivo basado sobre todo en psicoeducación, reestructuración cognitiva, activación conductual, técnicas de relajación, entrenamiento en solución de problemas y en habilidades sociales, durante unas 18 sesiones semanales. Un 35,96% de los pacientes terminó prematuramente la intervención, estando la adherencia a las técnicas y a las sesiones y el índice de severidad global del SCL-‐90-‐R asociados de modo significativo al abandono. En total, un 80,3% de los pacientes alcanzó un cambio clínicamente significativo de la sintomatología depresiva según el BDI-‐II, y un 86,2% según el BAI. La reducción en las puntuaciones del BDI-‐II se asoció con el entrenamiento en habilidades sociales; además, los pacientes más graves y los diagnosticados a partir del BDI-‐II y el juicio clínico mejoraron más. El tratamiento fue coste – efectivo en relación a la intervención aplicada en Atención Primaria (AP): el coste directo promedio de incrementar un 1% el porcentaje de la muestra que experimentó recuperación en AP fue mayor que el tratamiento psicológico basado en la evidencia en un 34,9% (sólo tratamiento) o en un 11,0% (tratamiento más evaluación) Discusión: se constata para este estudio que los tratamientos aplicados desde la perspectiva de la PBE para la depresión son similares a los tratamientos empíricamente apoyados, especialmente a la terapia cognitiva de Beck, aunque adicionan elementos a partir del juicio del clínico, que en el caso de las técnicas de relajación y la solución de problemas no parecen contribuir a la mejoría. La efectividad de la intervención fue comparable a la hallada en contextos asistenciales o investigadores, con un porcentaje de abandonos elevado, pero consistente con lo hallado en otros centros universitarios. La ausencia de un efecto significativo de la duración de las intervenciones, y la evidencia de que los pacientes que terminan prematuramente el tratamiento se beneficiaron del mismo es consistente con un modelo de “nivel suficiente de funcionamiento” (GEL), según el cual los pacientes continúan en la intervención hasta que han mejorado lo bastante según su criterio. La generalizabilidad de los resultados del estudio es elevada de acuerdo a criterios estandarizados. Entre las limitaciones del estudio están la ausencia de seguimiento a largo plazo; el elevado número de valores perdidos; y la naturaleza archivística del estudio. Conclusiones: este estudio viene a reforzar la evidencia sobre la efectividad de la PBE para los trastornos depresivos. Adicionalmente, la PBE resultó más cara pero más eficiente en cuanto a costes directos que la intervención desarrollada en AP, sin que su efectividad se viera reducida en pacientes más graves o más crónicos. Además, existe aún margen para incrementar su eficiencia y competitividad. A partir de estos resultados, se recomienda prolongar la intervención psicológica hasta la obtención de mejoría; emplear la formulación de casos como un medio para reducir la duración del tratamiento y prescindir de elementos superfluos, enfatizando en cambio el abordaje de la temática interpersonal en la depresión.
Resumo:
Gran parte de la historia de Enfermería se escribe y se describe como la búsqueda de formas de evidenciar su identidad profesional. Actualmente, en un marco académico, jurídico y deontológico, se sitúa a la disciplina como profesión de referencia en el cuidado de la salud. De forma paralela, ha sido una constante el estudio de las denominaciones de los fenómenos, situaciones y/o problemas, competencia de Enfermería, en la búsqueda de formas de expresión oral y escrita que representen el saber y el quehacer profesional y constituyan un lenguaje profesional. Hoy en día Enfermería dispone de distintos lenguajes estandarizados. En lo que se refiere a diagnósticos enfermeros, el más utilizado en nuestro país es NANDA I y en el ámbito internacional, además de éste, CIPE. A pesar de ello, aunar la utilización de un lenguaje profesional normalizado e interoperable es todavía, en la mayoría de las ocasiones, difícil de conseguir. Sin embargo, la posibilidad que proporcionan los sistemas informáticos de salud, de combinar la utilización de distintos lenguajes semánticamente equivalentes, puede facilitar la armonización que nos conduzca a un lenguaje profesional preciso, con el que no haya duda en nombrar los cuidados propios de la competencia enfermera...