2 resultados para Terapêutica farmacológica da HTA

em Universidade Complutense de Madrid


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Una doctrina fundamental de la biología, la medicina, la fisiología o la farmacología es la relativa constancia del medio biológico interno (Homeostasis). Las variables homeostáticas no se mantienen a un nivel constante, sino dentro de un cierto intervalo de valores repetidos a intervalos regulares (Ritmos Biológicos); cuando dicho ciclo se cumple en un periodo de 24 h se denomina Ritmo Circadiano. Los sincronizadores que definen este ritmo son, entre otros, la alternancia luz-oscuridad o la rutina de sueño (descanso-actividad). La Cronobiología estudia los ritmos biológicos y sus mecanismos de cronometraje, determinando la influencia que los mismos pueden ejercer en los seres vivos. La Cronofarmacología, a su vez, estudia los efectos de los fármacos en función del ritmo circadiano (bien por alteraciones en su cinética: cronofarmacocinética; o en su dinamia: cronofarmacodinamia), determinando el período decisivo de su administración, para conseguir un aumento de su eficacia y/o disminución de sus efectos adversos. Estas alteraciones son, particularmente, importantes en aquellos grupos farmacológicos más críticos como los anestésicos, ya que existen diferencias en la capacidad anestesia dependientes de la hora del día en que se administran estos fármacos. El etomidato es un agente anestésico no barbitúrico de acción rápida, recomendado para la inducción anestésica en animales que presentan patologías que comprometen su estabilidad hemodinámica, ya que no provoca alteraciones severas en el sistema cardiovascular o en la presión intracraneal. Actúa facilitando la transmisión mediada por GABA, al interactuar con una zona alostérica del complejo receptor GABA – ionóforo Cl-...

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El cáncer colorrectal es el tercer tumor más frecuente en Occidente (1,2). Dentro de esta entidad el cáncer de recto representa un tercio del total de los pacientes afectos por esta neoplasia (3,4). Los síntomas iniciales de este tumor son anodinos lo que explica porque en casi la mitad de los casos los pacientes presentan una enfermedad localmente avanzada o metastásica al diagnóstico (1). La supervivencia de los pacientes con cáncer de recto localmente avanzado (CRLA) ha experimentado una gran mejoría desde finales del siglo pasado, especialmente por la disminución de las recidivas locales. Sin embargo, la diseminación sistémica es el mayor reto en el tratamiento de esta enfermedad. El CRLA se define como aquel con una extensa afectación de la pared del recto o que presenta adenopatías locorregionales metastásicas, englobándose dentro de los estadios II y III de la AJCC (5). Para su tratamiento es imprescindible un enfoque multimodal, en el que se combinan distintos componentes terapéuticos y especialidades asistenciales (6). El esquema de referencia avalado científicamente por las principales guías clínicas y documentos de consenso disponibles en la actualidad (NCCN (7), ESMO (4), NICE (2) y EURECCA (8), se basa en la administración inicial de quimioradioterapia (QRT) neoadyuvante seguida de la cirugía y posteriormente considerar la opción de un tratamiento quimioterápico adyuvante...