2 resultados para Sensibilização alérgica
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
La anafilaxia fue descrita en 1902, sin embargo, sigue sin existir una definición de anafilaxia universalmente aceptada. La más utilizada, en la actualidad, es la publicada en el documento de consenso del simposio sobre la definición y el manejo de la anafilaxia del año 2005, que la describe como “una reacción alérgica de inicio rápido que puede producir la muerte”. Actualmente, la anafilaxia se clasifica en inmunológica (IgE dependiente o independiente) y no inmunológica (por ejemplo, la originada por algunos contrastes iodados). Sus síntomas están causados por una liberación masiva de mediadores, principalmente de mastocitos y basófilos, que pueden tener como diana cualquier órgano. Los datos epidemiológicos acerca de la anafilaxia son escasos. La prevalencia se estima entre el 0,05% y el 2%, aunque su incidencia parece estar aumentando. En los últimos años, se han publicado varios estudios que han intentado establecer la incidencia de anafilaxia en los servicios de urgencias de diversos hospitales. Los datos publicados en estos estudios oscilan entre el 0,07% y el 0,4%. Esta variabilidad puede deberse a características de la población y zona geográfica, y también a limitaciones metodológicas, condicionadas principalmente por la falta de consenso en cuanto a su definición, las dificultades para la codificación de la anafilaxia mediante códigos CIE y el funcionamiento de los servicios de urgencias. Además, la mayor parte de estos estudios se centran en pacientes adultos, y en menos ocasiones analizan las características de los pacientes en edad pediátrica...
Resumo:
La esofagitis eosinofílica (EEo) es una enfermedad esofágica alérgica de creciente incidencia. Afecta a niños y adultos jóvenes, principalmente hombres (razón 3:1), encontrándose enfermedades atópicas subyacentes (asma y/o rinoconjuntivitis estacional, dermatitis atópica, alergia alimentaria) en el 80%-90% de los casos. Los primeros criterios diagnósticos para la EEo, publicados en el año 2007, se basaban en la conjunción de tres criterios mayores: datos clínicos (síntomas de disfunción esofágica), datos histológicos (infiltración epitelial esofágica por eosinófilos > 15 eos/cga) y ausencia de respuesta a inhibidores de la bomba de protones (IBP) o pHmetría esofágica normal. Sin embargo, la gran mayoría de los pacientes con síntomas de disfunción esofágica e inflamación esofágica eosinofílica eran diagnosticados de EEo sin confirmación de la respuesta a IBP o realización de pHmetría. Por tanto, existía un riesgo evidente de infraestimación de la respuesta a IBP en estos pacientes. Este incumplimiento de las premisas diagnósticas de consenso no sólo impedía cuantificar el porcentaje de pacientes que eran respondedores a IBP, sino que hacía que pacientes potencialmente respondedores a IBP recibieran otros tratamientos específicos para la EEo (corticoides tópicos, dietas de eliminación), los cuales, comparados con los IBP, provocan mayor cantidad de efectos adversos o podían limitar notablemente la calidad de vida de los pacientes. Inmediatamente después de la publicación de las primeras recomendaciones diagnósticas en el año 2007, se comunicaron pequeñas series retrospectivas de pacientes pediátricos con eosinofilia esofágica sintomática que alcanzaron remisión completa con IBP, tanto con pHmetría normal como patológica. Por tanto, estas series iniciales comenzaron cuestionar el papel diagnóstico de la pHmetría y su capacidad para predecir la respuesta a IBP...