10 resultados para SALIDA A LA BOLSA

em Universidade Complutense de Madrid


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El presente trabajo pretende estimar el valor de la empresa portuguesa Jernimo Martins, S.A., que cotiza en la Bolsa de Lisboa perteneciendo al ndice PSI20. Primeramente se usar el Mtodo de descuento de flujos de caja o de flujos descontados (Discounted Cash Flow), donde a travs de una determinada tasa de descuento se actualizarn los flujos futuros esperados para un determinado horizonte temporal en el momento de la valoracin. La tasa de descuento a aplicar ser la ms usada a nivel profesional, el Coste Medio Ponderado de Capital (WACC), que tiene en cuenta la estructura de capital de la empresa, y por consecuente sus posibilidades de endeudamiento, para su valoracin. Luego, como no se liquidar la empresa al final del periodo estipulado y suponiendo que seguir su crecimiento en el tiempo, existe la necesidad de estimar su valor residual.

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Esta investigacin surge de tres cuestiones fundamentales: En primer lugar, de la situacin tan dramtica a la que ha llegado actualmente la violencia domstica en nuestra sociedad. Con cifras de mujeres fallecidas a manos de sus parejas o ex parejas verdaderamente alarmantes: treinta y ocho mujeres en nuestro pas en lo que va de ao, y 1018 mujeres desde 1999, ao en el que se comienza a llevar un registro de las vctimas por este tipo de delito; en segundo lugar, de la gravedad del dao psicolgico que sufren las vctimas y de sus secuelas. La Organizacin Mundial de la Salud (2013) seala que las mujeres que sufren maltrato por parte de su pareja tienen casi el doble de probabilidades de sufrir depresin en comparacin con las que no padecieron ningn tipo de violencia y son dos veces ms propensas a tener problemas con el uso/abuso del alcohol. Y en tercer lugar, de la necesidad de paliar el desequilibrio an existente en la literatura cientfica en cuanto a volumen de investigacin a favor del maltrato fsico sobre el psicolgico. Aunque la situacin tiende a reequilibrarse en los ltimos aos, debido a que los datos sealan al maltrato psicolgico como la cara ms corrosiva del maltrato en la pareja y antesala del maltrato fsico, aunque los estudios sobre el maltrato fsico siguen abarcando an el grueso de las investigaciones sobre violencia de gnero. (Blzquez, Moreno y Garca-Baamonde, 2010)...

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En los aos noventa del siglo XX, un conjunto de circunstancias en el panorama internacional abrieron paso a un nuevo perfil intervencionista de la ONU en la resolucin de conflictos armados materializado en marcos de actuacin significativamente ms amplios y en la extensin a nuevos escenarios de intervencin. Estas circunstancias estaban vinculadas fundamentalmente a un nuevo orden internacional salido de la guerra fra que, por una nueva primaca de la democracia y de los derechos humanos frente al principio absoluto de la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, favoreci los mecanismos multilaterales de seguridad y de promocin de la paz. Sin embargo, la proliferacin de nuevas intervenciones en este mbito, lideradas por las Naciones Unidas y centradas ya no estrictamente en la contencin de la violencia, sino en la transformacin y resolucin de sus causas, no se mostr siempre eficaz conduciendo frecuentemente a la reemergencia de situaciones de violencia. El presente trabajo de investigacin tiene como finalidad comprobar que estas nuevas intervenciones para la resolucin de conflictos armados intraestatales estuvieron inspiradas en un concepto muy propio de los estudios para la paz ofrecido por uno de sus padres fundadores (Johan Galtung) la paz positiva y que su impacto y grado de eficacia fueron tan ms elevados cuanto el acercamiento a esta nueva propuesta de paz afect no solamente su narrativa legitimadora, sino tambin a sus prcticas en el terreno. Quiere igualmente confirmar que dificultades encontradas en el terreno en la puesta en prctica de una paz positiva tienen que ver tambin con caractersticas endmicas de la ONU que, con frecuencia, obstaculizan proyectos de construccin de paz de trazos ms locales y sostenibles. Como metodologa, optamos por realizar un anlisis comparativo de dos intervenciones para la paz lideradas por las Naciones Unidas en dos pases Guatemala y Hait en donde la ONU asumi, en un primer momento, el rol de mediadora entre las partes respectivas para, posteriormente, implementar la paz salida de cada uno de los procesos de negociacin por va de la instauracin de misiones de paz. Para llevar a cabo dicha investigacin, aparte del uso de fuentes secundarias disponibles, fueron realizadas entrevistas en el terreno a actores locales e internacionales en los pases en cuestin. Adems, fue usado un conjunto de ndices e indicadores que intentaron aadir un componente de carcter ms cualitativo al anlisis. Ms all de observar los procesos de paz en Guatemala y Hait a travs de lentes internacionales, se buscaron referentes locales para evaluar el impacto de la intervencin de la ONU en cada escenario. Verificamos que en Guatemala la propuesta de una paz sostenible facilitada por la mediacin de la ONU y la consecuente instauracin de la MINUGUA, aunque con sus debilidades propias, fue extensiblemente ms eficaz que la alcanzada en Hait, sostenida por un proceso de mediacin frgil y por una sucesin de misiones de paz no exitosas, fracaso evidenciado por el regreso a la violencia diez aos despus. Los resultados de esta investigacin plantean que, por haber cumplido ms fielmente con los principios de la propuesta de la paz positiva en la resolucin de la guerra civil en Guatemala, facilitando un amplio dilogo nacional, integrador y local sobre las causas del conflicto, la ONU permiti generar semillas de paz ms sostenibles. Por el contrario, en Hait, las Naciones Unidas, con su estructura rgida y extremamente dependiente de sus Estados miembros, encontraron serias dificultades en atraer a las partes a una solucin pacfica sostenible en el tiempo. Ms que un interviniente secundario en los procesos en los que acta, la ONU tiene a su disposicin mecanismos y recursos que condicionan con significativa influencia los resultados de paz alcanzados, fenmeno que sugiere la necesidad de una reflexin crtica sobre su intervencin en pro de la paz, sus fortalezas y debilidades, de forma que se potencie un desempeo ms eficaz de la Organizacin en la bsqueda de modelos de paz ms fecundos y duraderos a largo plazo.

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La interrelacin entre el municipio y la participacin ciudadana en Nicaragua cobr especial relevancia con la restauracin de la autonoma municipal en la Constitucin de 1987 y con la promulgacin de la Ley de Municipios en 1988. La dictadura somocista haba suspendido la autonoma municipal durante 50 aos, un perodo que incluy la cancelacin de la eleccin libre y directa de las autoridades locales, y aunque se reconoci de forma declarativa la autonoma financiera y administrativa, las competencias y funciones de las municipalidades fueron subordinadas a la aprobacin final del Gobierno Central. Con las elecciones de 1990 el rgimen autonmico municipal entr en vigor de manera expresa por primera vez en la historia de Nicaragua. Adems, a partir de entonces se vio ampliado y reforzado con una larga lista de leyes como parte del proceso de descentralizacin del Estado y de reforma de la administracin pblica, coincidiendo con la salida del conflicto armado. Al mismo tiempo se generalizaron experiencias participativas en los tres niveles de la administracin pblica, municipal, autonmica y nacional, que a su vez dieron origen a un marco normativo innovador en Nicaragua y Centroamrica, que conoci su punto ms importante con la Ley de Participacin Ciudadana en 2003, claramente inspirada en el mbito municipal. Sin embargo, tras el regreso del FSLN al poder, el presidente Ortega dentro de sus planes de refundar el Estado tom un conjunto de medidas para limitar la autonoma municipal. Estudios de la poca mostraron que la esfera poltica la autonoma municipal era unos de los obstculos para implantar el modelo del Poder Ciudadano, que se asentaba en los Consejos del Poder Ciudadano (CPC), organizados de manera jerrquica desde el nivel nacional hasta las comunidades rurales y barrios...

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El objetivo de este trabajo ha sido honrar al gran protagonismo del que ha gozado el concepto de conflicto en la tradicin de la sociologa y an ms si cabe en los debates tericos que ms han recientemente han tenido lugar en su seno. La perspectiva que hemos adoptado, sin embargo, ha sido la de un anlisis crtico que nos permitiera afrontar el enmaraado juego de lenguaje que se ha constituido en derredor suyo, producto de la multitud de paradigmas tericos y campos de estudio emprico en los que se ha desarrollado. No ha sido nuestra finalidad tanto el conseguir la definicin ms depurada del mismo como la articulacin de una larga serie de trminos inscritos en su campo semntico, con la intencin de elaborar una cartografa, lo ms inclusiva posible, de los distintos significados, esto es, usos, que en un plano terico ha recibido el conflicto, pues pensamos que esa diversidad da cuenta de aplicaciones fructuosas y necesidades reales de la investigacin. No obstante, hemos tratado de conjugar esa diversidad en un esquema con sentido que pudiera eliminar paradojas y abrir vas alternativas en algunos callejones sin salida. Nuestra apuesta a la hora de afrontar esta crtica conceptual del conflicto ha sido una reconstruccin terica a partir de las dimensiones metatericas que consideramos fundamentales, siendo nuestra principal baza la continuidad con los trabajos que han hecho de la inclusin de la dicotoma conflicto-integracin uno de sus rasgos definitorios, frente a los intentos de diversos tericos de reducirla a algunas de las otras ms frecuentemente utilizadas. Hemos defendido, por tanto, la autonoma analtica de lo que hemos preferido llamar relaciones opositivas y no-opositivas en la distincin de tipos tericos de relaciones, implicando con ello la imposibilidad de limitarlas a uno solo de ellos y potenciando su dispersin en, lo que creemos que es, un reflejo de esa diversidad de usos productivos que hemos podido contemplar en la historia de la sociologa...

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La pintura tiene mucho que aportar a la filosofa y ms an a la enseanza de sta, sobre todo si somos profesores de un grupo de educacin secundaria que lo nico que hace en nuestra asignatura es pintar y nosotros no queremos que la clase se convierta en una catstrofe. Hay estudiantes que desde muy pronto tienen clara cul es su vocacin y centran todo su esfuerzo nicamente en las asignaturas que consideran que tienen un vnculo ms directo con ella. En este caso, nos encontramos con unos alumnos cuya nica pasin es pintar y que consideran que asignaturas como filosofa nada tiene que ver con la que ser su ocupacin futura y, por ello, se pasan la clase muy concentrados en su lmina y sus rotuladores. En esta situacin, la nica salida es discutir acerca de qu relacin existe entre pintura y filosofa y adaptar a un nivel de secundaria las ideas que nacen de esa reflexin para conseguir nuestro objetivo: que los alumnos estn motivados de tal forma que as aumenten su esfuerzo e implicacin en el aula y que todo ello les ayude en su proceso de aprendizaje de manera efectiva y positiva. Y, lo ms importante, que el cambio que efecten no sea slo momentneo, sino que tenga una continuidad a largo plazo.

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Cuando nos acercamos al primer aniversario del referndum espaol sobre la Constitucin Europea del pasado 20 de febrero de 2005, tras las grandes expectativas levantadas, cabe preguntarse qu es lo que ha pasado con los resultados del mismo, cmo se ha gestionado el s y en qu circunstancias concretas se encuentra el proceso poltico y cules son las perspectivas futuras. En un ao ha cambiado completamente la percepcin de la opinin pblica en torno al futuro de Europa. Se ha pasado de la percepcin de un claro apoyo al proyecto constitucional europeo a decir que la Constitucin estaba muerta y, ahora, a sostener que empieza a resucitar. El problema de la ratificacin, a nuestro juicio, no est en el Tratado Constitucional sino en el proceso poltico en el cual est teniendo lugar la ratificacin, o dicho de otra manera, los noes no han sido causados tanto por el texto como por el contexto. Para explicar esta proposicin central, que el problema de la ratificacin no est en el Tratado Constitucional sino en el proceso poltico, partimos de analizar la relevancia del proceso poltico desde la aprobacin de Niza en 2001, en el que por primera vez se explicita la necesidad de revisar el procedimiento de reforma de los Tratados, surgiendo de la sociedad, a travs del debate sobre el futuro de Europa. Ser tambin la primera vez que la misma se deja de abordar nicamente a travs de los Gobiernos y en secreto y se lleva a cabo a travs de una Convencin como recoge la Declaracin de Laeken de diciembre de 2001. En esa Convencin Europea participa en la reforma de los Tratados por primera vez una doble legitimidad, europea y estatal, y dentro de esta los representantes de los Parlamentos Nacionales. De este mtodo innovador surge la Constitucin Europea como respuesta a las demandas de los ciudadanos de explicitacin del modelo poltico, de hacerlo ms democrtico y transparente, ms eficaz, ms simple en los procedimientos y en las normas jurdicas, que desarrolle el modelo social europeo, y con ms instrumentos para una mayor presencia en el mundo y la gestin de la globalizacin. Tendremos en cuenta como el Parlamento Europeo reconoce precisamente esta realidad por una amplia mayora y por primera vez entiende que se han resuelto problemas estructurales bsicos y que, en definitiva, responde a las demandas de los ciudadanos y a las necesidades objetivas de Europa. Considera adems la relevancia del simbolismo de la Constitucin y el significado poltico que el Parlamento Europeo vena reivindicando como representante de la soberana europea. Siguiendo el anlisis del proceso poltico estudiaremos las catorce ratificaciones positivas, bien a travs de los Parlamentos Nacionales, con votaciones mayoritarias, a travs de referendos en los Estados miembros. Nos detendremos en los noes francs y neerlands como problemas nacionales y no europeos, no de texto sino de contexto, que especialmente es un no a lo que haba y no a lo que viene, pero que va a incidir negativamente en la percepcin del desarrollo de la vida poltica europea en su conjunto. Tras explicar la decisin del Consejo Europeo por la que se paraliza la ratificacin, presentaremos la percepcin de la crisis y los efectos polticos del no francs y neerlands, analizando a continuacin qu es lo que ha fallado en el proceso de ratificacin, teniendo en cuenta que se ha democratizado y europeizado la fase de propuesta y redaccin de la Constitucin pero que se deja todava en manos de los Estados nacionales su aprobacin definitiva. Abordaremos la inviabilidad institucional del Tratado de Niza, en vigor desde el 1 de febrero de 2003, especialmente desde la ampliacin a veinticinco un ao despus, y con los ojos puestos en una Unin de unos treinta Estados miembros en no ms de cinco aos. A continuacin explicaremos el coste de la no Constitucin, es decir, lo que nos est costando a los europeos el que la Constitucin no est en vigor en los plazos previstos, y lo que nos estamos perdiendo con el retraso presumiblemente de al menos un ao en el mejor de los casos. Despus de tener en cuenta la atona institucional, especialmente durante el semestre de Presidencia britnica, se estudiar la salida material a la crisis, que no es otra que la reactivacin del proceso poltico a travs de la adopcin de polticas concretas y de soluciones en los mbitos en los que la Unin tiene competencias con objeto de hacer funcionar las instituciones y de cambiar la percepcin de los europeos sobre las mismas con la finalidad de visualizar la necesidad de ms Europa y su expresin al da de hoy que no es otra que la Constitucin Europea. Una vez tenidas en cuenta las vigencias anticipadas de la propia Constitucin as como la irreversibilidad de las conquistas democrticas de este proceso poltico, estudiaremos la salida formal a la crisis a travs de reanudar el proyecto constitucional y la forma de superar el laberinto de la ratificacin, sus calendarios y sus decisiones, posiblemente en poco ms de un ao en el Consejo Europeo alemn de marzo o junio de 2007. En las ltimas semanas se han producido una serie de seales polticas nuevas, por lo que puede vislumbrarse a lo lejos la salida del laberinto. As, el Consejo Europeo de diciembre de 2005 ha logrado finalmente aprobar las perspectivas financieras. A la vez, se constata la necesidad de ms Europa y el propio Consejo Europeo ha acordado la necesidad de crear una poltica comn de migraciones y una poltica comn de energa. En ese mismo Consejo Europeo se ha clarificado el liderazgo del nuevo Gobierno alemn y se han clarificado las incgnitas sobre cules son sus preferencias en relacin a Europa. Adems, el 19 de enero de 2006 el Parlamento Europeo aprobaba una nueva Resolucin sobre el perodo de reflexin en la que ratifica su apoyo a que la Constitucin entre en vigor antes de 2009. Igualmente se avanzan en cierta manera los posibles calendarios de la vigencia, al anunciar ya los Gobiernos alemn y portugus que ocuparn la Presidencia en 2007 que su objetivo compartido ser la entrada en vigor de la Constitucin Europea.

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La hiptesis de trabajo se centra en determinar si el concepto de campo vaco aplicado a la imagen en movimiento es un mero recurso de transicin expresiva, motivada por la entrada y salida de personajes, o si a lo largo de la historia del cine-y tambin de la televisin y del vdeo- este tipo de plano es consolida y constituye un elemento significante y expresivo. Para analizar el campo vaco en la imagen en movimiento hemos partido de su primera aparicin en el soporte cinematogrfico, hemos constatado que autores como Sternberg, Lang, Renoir o Hitchcock, utilizan abiamente el campo vaco. Posteriormente hemos estudiado la inclusin del campo vaco en el soporte videogrfico y televisivo. Tambin hemos considerado conveniente establecer relaciones con otras disciplinas artsticas en las que existen equivalencias del campo vaco: pintura, msica teatro .... Numerosos tericos dese Arnheim, Eisenstein, Burch, Bazin, Aumont y Ometz, se han interesado en estudiar y analizar el campo vaco, pero no se ha encontrado ningn estudio sistematizado sobre el tema. Con esta investigacin, a travs del estudio de diferentes teoras y el anlisis de campo realizado con pelculas, programas de televisin, auncios publicitarios .., hacemos un amplio inventario del uso del campo vaco en la imagen en movimiento, a sabiendas de que nunca ser completo ni definitivo. Gracias a esta tesis hemos averiguado de que manera los campos vacos alteran la transmisin directa del proceso de narracin. El campo vaco representa un eslabn que une lo visto con lo no visto, lo visible con lo invisible de la imagen. Finalmente esta tesis ha sido fruto de una apasionada bsqueda en la que an ahora en las salas oscuras de cine, las nuevas pelculas de estreno siguen escribiendo su historia.Se trata de una investigacin abierta tanto a nuevas prcticas y usos artsticos, como a nuevas reflexiones tericas.

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Esta tesis doctoral es un viaje por la cultura, la filosofa, la espiritualidad y sobre todo por la cosmogona de los indios de Canad. En el Ministerio de Asuntos Indios en (Ottawa) Canad, tuve la ocasin de entrevistarme con el jefe de la tribu de los Micmac, Evan Pritchard, y hacerle preguntas sobre la cosmogona y otros aspectos de la vida y las costumbres de los indios durante ms de dos horas. Adems me invit a participar en la ceremonia de la salida del sol, donde una vez purificados por medio del humo que se desprenda del cedro quemado, entonamos unos cnticos a los cuatro puntos cardinales dando las gracias al sol por darnos la vida, ayudar a crecer las plantas, los frutosEn el captulo V reproduzco la entrevista que mantuve con l tal y como fue y despus la traduzco al espaol. Los indios de Amrica nos sirven de ejemplo para comprender el sentido de la naturaleza, para descubrir nuestro ser natural y luchar para conservarlo, tanto para nosotros como para nuestros hijos. Nuestra filosofa, a diferencia del concepto de los indios, no alcanza a soar la plenitud del universo que ellos poseen. Para entender su sistema de vida es imprescindible identificar la posicin de los objetos y la localizacin de su campamento en relacin con un ro, lago o montaa. Los indios acostumbran a observar la topografa en detalle, pues los cazadores narran sus relatos o aventuras sin omitir ningn dato geogrfico o topogrfico. El indio, acostumbrado desde pequeo a escuchar historias, identifica con facilidad lugares donde nunca haba estado. Los nativos americanos, siguiendo el paso del tiempo de los indios, siguen todava conectados con el mundo que se nutre de mitologa. Un poder misterioso pero real que se encuentra en la naturaleza; en las montaas, en los ros, en las rocas e incluso en los guijarros. Los blancos pueden considerarlos objetos inanimados, pero para los indios ellos se encuentran inmersos en la red del universo, llenos de vida y potentes en medicina. El mundo mtico se encuentra en una etapa ms fluida y fluctuante que nuestro propio mundo terico. El mundo de los mitos es un mundo dramtico, un mundo de acciones, de fuerzas y de poderes conflictivos. Ms que unidades completas, son a menudo episodios incompletos en una progresin que se remonta a las tradiciones de una tribu...