2 resultados para Pla Valencià de Foment de la Lectura
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
Es un tópico generalizado afirmar que asistimos a una crisis del mundo de la lectura y que el libro está en clara decadencia frente a otros objetos culturales dentro del ámbito juvenil. No obstante, los estudios empíricos (mayormente cuantitativos) no lo corroboran así, y los jóvenes siguen leyendo más que los adultos. La lectura sigue inscrita en los códigos educativos actuales como una fuente de legitimación y de ganancia de capital cultural imprescindible. Más bien a lo que se asiste es a una dislocación del orden cultural derivado, entre otras cosas, de la irrupción de las nuevas tecnologías y ofertas mediáticas. El lector joven está habituado a la hipertextualidad y a la lectura en pantalla, acumulando prácticas de lectura nuevas y singulares. Las tecnologías han roto el “orden de la lectura”, el canon clásico de consumo de libros, que acaba compitiendo con otras prácticas mediáticas y produciendo lectores de contornos múltiples y caóticos. Una especie de zapping cultural ha deformado la lectura como método de culturización y ocio desinteresado alimentando posturas apocalípticas que alertan de lo patológico del fenómeno. Es en ese momento de fragmentación y complejidad de las prácticas de lectura tradicionales en el que nos situamos.
Resumo:
Como enfoque global, se ha considerado que en la realización del lenguaje cooperan simultáneamente distintos órganos del cuerpo con sus correspondientes funciones; por tanto, el lenguaje es objeto de análisis desde diversas áreas científicas. Lo que nos ha inducido a abordar en nuestro trabajo algunos detalles significativos de distintos ámbitos de estudio. El objetivo principal ha sido analizar por qué la lectura de las noticias, en los medios audiovisuales, difieren ostensiblemente del lenguaje natural. Esa diferencia es percibida no sólo por la extraña entonación y segmentación errada de unidades fonológicas o sintácticas o por la acentuación impropia de palabras átonas, sino también por las diferentes características en los parámetros de la fonación. Para ello era preciso conocer los más importantes mecanismos del lenguaje espontáneo y, a partir de ese conocimiento, examinar qué elementos sufren alteración o desaparecen en el acto de la lectura con respecto al habla natural. La lectura es un acto en el que no intervienen los mecanismos biológicos innatos del ser humano, habitualmente presentes en el habla. En el habla, el pensamiento genera la palabra. Sin embargo, en la lectura, la palabra está ya escrita y por tanto no hay un proceso simultaneo con el pensamiento. Además, el mensaje que recibe el lector a través del grafismo y de los formatos en que se inscriben, constituye un elemento diferenciador del proceso natural. Los indicadores que recibe el lector son: elemento plano del papel y elemento lineal sin curvas de la escritura; formas que se transmiten instintivamente en la fonación. Y aunque en la lectura intervienen los órganos de fonación, no así otros muchos componentes de la movilidad corporal del habla como los brazos, las manos y los músculos del rostro, que son los que dirigen el sentido de la entonación y del ritmo...