3 resultados para Personal sanitario
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
El personal sanitario se enfrenta frecuentemente a situaciones estresante en su entorno laboral. El estrés está determinado por: 1) las situaciones potencialmente estresantes de los entornos sanitarios (Spence Laschinger & Finegan, 2008) tanto de atención especializada (hospitales) como de atención primaria (centros de salud) donde nos encontramos con el sufrimiento y la muerte, la falta de recursos materiales, las largas jornadas con horarios irregulares, la falta de promoción profesional, etc. (Mingote Adan, Moreno Jiménez & Gálvez Herrer, 2004); y 2) por las características del individuo que valora la situación y los recursos con que cuenta para afrontarla. Cuando las estrategias de afrontamiento no son las adecuadas, el estrés tendrá consecuencias desfavorables, tanto para el individuo como para la organización. Esta investigación surge del escaso desarrollo del estudio de la personalidad en personal sanitario. En este caso, se elige el modelo de personalidad de Millon (Millon, 2000) porque permite un análisis depurado de la personalidad y proporciona un marco teórico sobre el que interpretarla. Además, son escasos los estudios que han analizado las interacciones del contexto laboral (atención especializada y atención primaria) y las características individuales (sexo, edad, estilos de personalidad y estilos de afrontamiento) en personal sanitario. La personalidad juega un papel modulador en la autopercepción del bienestar psicológico en las diferentes áreas vitales (laboral y familiar)...
Resumo:
El concepto de seguridad en el uso de los medicamentos ha experimentado importantes cambios en los últimos años. La complejidad en el sistema de utilización de los mismos es cada vez mayor, lo que supone un incremento de posibles errores. Un elevado porcentaje de estos errores son prevenibles y la concienciación del personal sanitario desempeña un papel fundamental en la promoción de prácticas de seguridad efectivas que contribuyan a disminuir su incidencia. Se denominan “medicamentos de alto riesgo” aquellos que cuando se utilizan incorrectamente presentan un gran riesgo de causar daños graves o incluso mortales a los pacientes. Por ello, los medicamentos de alto riesgo son objetivo prioritario de las recomendaciones de mejora de la seguridad clínica desarrolladas por organismos expertos en seguridad del paciente. Los sedantes moderados, los opiáceos y los agonistas adrenérgicos para administración intravenosa, todos ellos utilizados en el manejo de pacientes ingresados en Unidades de Medicina Intensiva, están incluidos en la relación de medicamentos de alto riesgo del Institute for Safe Medication Practices (ISMP). La estandarización de los medicamentos de alto riesgo se encuentra entre las prácticas seguras que se recomienda implantar en los hospitales de forma prioritaria. Se aconseja implantar prácticas específicas dirigidas a mejorar la seguridad que consisten fundamentalmente en simplificar y estandarizar procedimientos. La utilización de protocolos y la centralización de la preparación de mezclas intravenosas de este tipo de medicamentos en el Servicio de Farmacia (SF), se encuentran entre estas medidas. Por otro lado, las Unidades de Vigilancia Intensiva son un entorno de trabajo complejo donde el riesgo de que se produzca un error de medicación es cercano al 10% por día, siendo los pacientes críticos particularmente sensibles a sus consecuencias. Considerando este contexto, está justificado el desarrollo de un proyecto orientado a fomentar la elaboración y uso de protocolos de medicamentos de alto riesgo que ayuden a disminuir la variabilidad de la práctica clínica en el manejo del paciente crítico, aumentando así la seguridad en su utilización...
Resumo:
La satisfacción de las necesidades y expectativas de los pacientes se considera un indicador fundamental de la calidad de la asistencia proporcionada, entendida como una medida de eficacia, confort, pertinencia y control del funcionamiento del sistema sanitario (Donabedian, 1966; Monteagudo et al., 2003; Feldman et al., 2007). Los hospitales españoles están enfocados en la mejora de los cuidados y atención al paciente ingresado; por ello, la alimentación que el hospital presta está reconocida como un indicador importante de la satisfacción de los pacientes. La Alimentación Hospitalaria tiene como objetivo ayudar al personal sanitario a que el paciente se encuentre bien lo antes posible. Para lograr esto, es necesario proporcionar alimentos de buena calidad que hayan sido preparados y cocinados cuidadosamente para retener al máximo el valor nutritivo y presentados al paciente de forma apetitosa (Herrera et al., 2004). Es problemático definir la calidad de los alimentos porque depende de la evaluación del consumidor. A pesar de ello, se ha demostrado que las percepciones de un alimento están afectadas por muchos factores individuales que incluyen el sabor, olor, información del etiquetado, actitudes y recuerdos de experiencias anteriores (Imran, 1999). Las características sensoriales como aspecto, flavor, textura y temperatura se ha visto que son también importantes para los pacientes hospitalarios cuando juzgan la calidad de la comida (Clark, 1998). Textura y flavor tienen un efecto profundo sobre la percepción y la aceptabilidad; sin embargo, el papel de la textura es muy dependiente del producto de que se trate. Adjetivos sobre sus atributos como empapado, acuoso, grumoso, pegajoso, baboso, desmoronado y duro que proporcionan una pérdida de control en la boca no suelen normalmente gustar (Cardello, 1996b). La importancia relativa de un atributo es dependiente de un alimento particular. Las comidas de los pacientes son una parte integral del tratamiento hospitalario y el consumo de una dieta equilibrada es crucial para ayudar a su recuperación (Stratton et al., 2006). En los servicios de alimentación de los hospitales se sirven millones de comidas a diario (solamente en España, donde ese estima que existen unos 1000 hospitales, podemos esperar que el número de pensiones completas cada día ronde las 300.000) y el número atendido en un establecimiento puede variar de 20 a 2.000 personas...