2 resultados para Nunes, Lygia Bojunga, 1932- Fazendo Ana Paz - Crítica e interpretação
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
En los años noventa del siglo XX, un conjunto de circunstancias en el panorama internacional abrieron paso a un nuevo perfil intervencionista de la ONU en la resolución de conflictos armados materializado en marcos de actuación significativamente más amplios y en la extensión a nuevos escenarios de intervención. Estas circunstancias estaban vinculadas fundamentalmente a un nuevo orden internacional salido de la guerra fría que, por una nueva primacía de la democracia y de los derechos humanos frente al principio absoluto de la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, favoreció los mecanismos multilaterales de seguridad y de promoción de la paz. Sin embargo, la proliferación de nuevas intervenciones en este ámbito, lideradas por las Naciones Unidas y centradas ya no estrictamente en la contención de la violencia, sino en la transformación y resolución de sus causas, no se mostró siempre eficaz conduciendo frecuentemente a la reemergencia de situaciones de violencia. El presente trabajo de investigación tiene como finalidad comprobar que estas nuevas intervenciones para la resolución de conflictos armados intraestatales estuvieron inspiradas en un concepto muy propio de los estudios para la paz ofrecido por uno de sus padres fundadores (Johan Galtung) – la paz positiva – y que su impacto y grado de eficacia fueron tan más elevados cuanto el acercamiento a esta nueva propuesta de paz afectó no solamente su narrativa legitimadora, sino también a sus prácticas en el terreno. Quiere igualmente confirmar que dificultades encontradas en el terreno en la puesta en práctica de una paz positiva tienen que ver también con características endémicas de la ONU que, con frecuencia, obstaculizan proyectos de construcción de paz de trazos más locales y sostenibles. Como metodología, optamos por realizar un análisis comparativo de dos intervenciones para la paz lideradas por las Naciones Unidas en dos países – Guatemala y Haití – en donde la ONU asumió, en un primer momento, el rol de mediadora entre las partes respectivas para, posteriormente, implementar la paz salida de cada uno de los procesos de negociación por vía de la instauración de misiones de paz. Para llevar a cabo dicha investigación, aparte del uso de fuentes secundarias disponibles, fueron realizadas entrevistas en el terreno a actores locales e internacionales en los países en cuestión. Además, fue usado un conjunto de índices e indicadores que intentaron añadir un componente de carácter más cualitativo al análisis. Más allá de observar los procesos de paz en Guatemala y Haití a través de lentes internacionales, se buscaron referentes locales para evaluar el impacto de la intervención de la ONU en cada escenario. Verificamos que en Guatemala la propuesta de una paz sostenible facilitada por la mediación de la ONU y la consecuente instauración de la MINUGUA, aunque con sus debilidades propias, fue extensiblemente más eficaz que la alcanzada en Haití, sostenida por un proceso de mediación frágil y por una sucesión de misiones de paz no exitosas, fracaso evidenciado por el regreso a la violencia diez años después. Los resultados de esta investigación plantean que, por haber cumplido más fielmente con los principios de la propuesta de la paz positiva en la resolución de la guerra civil en Guatemala, facilitando un amplio diálogo nacional, integrador y local sobre las causas del conflicto, la ONU permitió generar semillas de paz más sostenibles. Por el contrario, en Haití, las Naciones Unidas, con su estructura rígida y extremamente dependiente de sus Estados miembros, encontraron serias dificultades en atraer a las partes a una solución pacífica sostenible en el tiempo. Más que un interviniente secundario en los procesos en los que actúa, la ONU tiene a su disposición mecanismos y recursos que condicionan con significativa influencia los resultados de paz alcanzados, fenómeno que sugiere la necesidad de una reflexión crítica sobre su intervención en pro de la paz, sus fortalezas y debilidades, de forma que se potencie un desempeño más eficaz de la Organización en la búsqueda de modelos de paz más fecundos y duraderos a largo plazo.
Resumo:
El objetivo del presente trabajo es ofrecer por primera vez en cualquier lengua una edición crítica acompañada de traducción y comentario del diálogo aristotélico Sobre la filosofía. Por supuesto, ha habido ediciones con aparato crítico, como la de Rose (18863), ediciones con traducción y comentario, como la de Untersteiner (1963), edición con traducción, como la de Heitz (1869), Teuzabá (1962-63), Báez (2002) o Zanatta (2008), traducción con comentario, como la de Flashar (2006), y unas cuantas ediciones de los fragmentos en griego, como la de Walzer (1934), Ross (1955) y Gigon (1987), por no hablar de las simples traducciones, como la de Barnes (1985), la de Gigon (1961), la de Álvaro Vallejo (2005) o la reciente de Pellegrin (2014). Pero hasta ahora, ninguna que aúne edición crítica, traducción y comentario. Un segundo objetivo era el de realizar una edición que, por un lado, supusiera una puesta al día en la investigación sobre el diálogo y, por otro, que ofreciera al investigador un instrumento de trabajo lo más completo posible para el estudio de la obra, siendo fundamental en ese sentido el aparato de loci similes adjunto al aparato crítico. Y ambos aspectos también han sido cumplidamente abordados. Podemos decir, por tanto, que la principal novedad y la mayor aportación de este trabajo es el cumplimiento de ambos objetivos. Metodología Esta es la primera edición crítica de la obra desde la edición revisada de Rose en 1886. Es, además, como ya dijimos, la única edición existente que aúna una edición crítica del texto griego, una traducción y un comentario. Ahora bien, al ser una edición de fragmentos, está limitada por su propia índole, es decir, tiene que renunciar a características propias de la edición de textos completos como el estudio previo de la tradición manuscrita, el análisis codicológico, el conocimiento de la historia del texto, la determinación de la relaciones entre diversos manuscritos y la consiguiente elaboración de un stemma codicum. Como afirma Bernabé (20102) 125, “el editor de fragmentos ha de buscar los textos del autor que edita dentro de los de otros autores, que son múltiples y diversos”...