2 resultados para NOVELA GUATEMALTECA
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
La investigación aborda, en primer término, la cuestión de si la "novela urbana", tal y como ha sido considerada hasta ahora por la crítica literaria, constituye en sí misma una categoría diferenciada dentro de la narrativa hispanoamericana contemporánea y, por tanto, si es válido asignarle el valor de corriente narrativa. Con el fin de elaborar el marco conceptual básico de la denominada "novela urbana", en la primera parte del trabajo se pasa revista a diferentes planteamientos críticos al respecto y, con el fin de detectar la presencia de novelas que se sirven del entorno urbano, se hace un análisis de los autores y textos más significativos dentro de la narrativa de cada país. La segunda parte, trata en profundidad el caso de la narrativa mexicana contemporánea, se describen las tendencias más significativas y, entre ellas, el papel que desempeña la "novela urbana". Igualmente, se analiza un corpus de novelas para comprobar si cumplen las condiciones minimas para ser catalogadas dentro de la tendencia literaria que nos ocupa.
Resumo:
La novela criminal experimenta en la actualidad un momento de esplendor en las distintas literaturas que se desarrollan en el Estado español, debido al aumento en el número de autores, lectores y obras publicadas. No ha sido un camino fácil, pues este género se ha adaptado tardíamente a la realidad española. De hecho, hasta la década de 1970, cuando la Dictadura franquista llegaba a su fin, no hubo una verdadera tradición de novela criminal urbana en España. En 1974, Manuel Vázquez Montalbán publicó la obra Tatuaje, primera en la que el personaje de Pepe Carvalho aparecía como detective e inicio de la saga más relevante en España. El desarrollo del género fue dispar en las diferentes literaturas del Estado, y mientras Cataluña ya contaba con un respetable bagaje –autores como Manuel de Pedrolo, Rafael Tasis, Jaume Fuster…–, en el País Vasco comenzaba a emplearse el género, y en Galicia y Canarias habría que esperar hasta las décadas de 1980 y de 1990, respectivamente. Esta desigual adaptación de la novela criminal propicia la aparición de diferentes modelos urbanos en las distintas obras y literaturas a las que se adscriben. La ciudad es un elemento característico del género, pues su nacimiento está directamente relacionado con la Revolución Industrial: es cuando surgen las urbes y las sociedades modernas y una burguesía con gran poder adquisitivo y aumenta la población alfabetizada. Es en las ciudades donde se desarrollan las tramas criminales y violentas, pues estas fomentan el anonimato de los asesinos, la creación de cuerpos policiales y la presencia de detectives privados...