1 resultado para Mascardi, Agostino, 1591-1640.
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
La Tragicomedia de Polidoro y Casandrina nos era completamente desconocida hasta que el manuscrito único en el que se nos ha conservado fue descubierto por Stefano Arata en la Real Biblioteca de Madrid en 1988. Arata [1988] dio entonces noticia de su hallazgo en un breve pero sustancioso artículo publicado en la revista Celestinesca, donde adscribió la obra al ciclo literario que conforman las continuaciones directas de la Celestina y, dado que el códice nos la presenta anónima y sin título, la bautizó con el que todavía mantiene.1 Hizo además un primer análisis codicológico y paleográfico, y, a partir de la alusión a la conquista del peñón de Vélez de la Gomera por don García de Toledo (V, f. 32r), situó su redacción en los años siguientes a 1564.2 En fin, aprovechó para anunciar que estaba preparando una edición del texto. Como «proyecto actual» (PA), aparece explícitamente mencionada en la ficha correspondiente al estudioso sici-liano del Anuario áureo II (Gorsse, Jammes y Vitse, 1990: 13-14), mientras que en el Anuario áureo III parece esconderse bajo un marbete más genérico: «La Celestina y el teatro del siglo XVI» (Jammes, Mir y Vitse, 1993: 16). No sabemos si acabó abandonan-do el proyecto o si los otros muchos trabajos que se le fueron cruzando le impidieron concluir este, pero, cuando la muerte le sobrevino infaustamente en 2001 (cf. Pedrosa, 2001), su Polidoro aún no se había publicado. En 2009, le pedí a mi directora de tesis, Ana Vian Herrero, que intercediese por mí ante Laura Arata para que me permitiera consultar los documentos que conservase de las investigaciones de su hermano sobre la Tragicomedia; Laura nos respondió rápida y amabilísimamente, pero su búsqueda en los archivos de Stefano había sido infructuosa: no quedaba nada. Tras la nota de Arata, el siguiente acercamiento a nuestra obra se debe a Vian Herrero [1997: 228-238], quien la incluyó en un estudio sobre el funcionamiento del conjuro amatorio en la Celestina y sus continuaciones trágicas, es decir, aquellas que tienen un final desgraciado.