4 resultados para Músicos mendocinos
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
La Banda de Alabarderos tiene su origen en 1746 dentro del cuerpo homónimo que fue creado por el cronista Gonzalo de Ayora en 1504 para la seguridad del católico rey Fernando. Con el transcurso del tiempo la agrupación musical presenta varios cambios de denominación, así pues, a mediados del XVIII se convierte en la Banda de música del Cuerpo de Guardias de la Reina. Algunos años después se reinstaura nuevamente el cuerpo de Alabarderos hasta llegar a 1868 en el que es disuelto durante el inicio del Sexenio Revolucionario y con él, su banda de música. Con la Restauración Alfonsina en 1875 se reconstruye la Banda de Alabarderos con muchos de los profesores que tenía anteriormente, hasta llegar al siguiente cambio de régimen político durante la primavera de 1931, en el que, tras unos días de incertidumbre por su desintegración como agrupación musical, se decide su continuidad con la nueva denominación de Banda Republicana. Tras la finalización de la Guerra Civil, resurge compuesta por nuevo profesorado, con el nombre de Banda de música del Regimiento del Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos, la cual, hereda de la anterior Banda Republicana, su archivo musical, parte de su instrumental y la mayoría de las funciones oficiales. Con el inicio del periodo democrático a partir de 1975, esta misma formación musical, con los mismos músicos y la misma plantilla instrumental, pasa a formar parte de la nueva Guardia Real, llegando hasta la actualidad con la nueva designación de Unidad de Música de la Guardia Real. Podemos afirmar que las bandas de Alabarderos, del Cuerpo de Guardias de la Reina, Nacional Republicana, del Regimiento de la Jefatura del Estado o de la Guardia Real, son una única banda de música con diferentes denominaciones, siempre ligada a la Jefatura del Estado, que desde su creación y a excepción del Sexenio Revolucionario, ha perdurado en el tiempo hasta la actualidad...
Resumo:
Los músicos constituyen un colectivo profesional en los que la demanda constante del perfeccionamiento de la técnica instrumental, la elevada competitividad y los altos niveles de angustia, son condicionantes, que pueden originar una situación de riesgo para su salud. En los últimos años la comunidad científica se ha interesado por los efectos de la música derivados tanto de su uso como de su praxis. Es muy limitada la evidencia disponible sobre la adaptación fisiológica durante los conciertos, momento culminante de la práctica profesional, resultando interesante ahondar en este sentido, para llegar a una excelencia en los cuidados. OBJETIVOS Conocer determinados parámetros relacionados con el estado nutricional y la actividad física, con el fin de establecer recomendaciones específicas que puedan contribuir a mejorar el estado de salud de los profesionales de la música. POBLACIÓN Y METODOLOGÍA Estudio descriptivo transversal, realizado entre 2010-2014 y cuya la población diana son músicos profesionales miembros de orquestas y grupos de cámara. Las muestras son de conveniencia. Consta de dos partes: una donde se analizan ciertos parámetros antropométricos, (talla, peso, así como otros relacionados con el riesgo de sufrir alteraciones cardiometabólicas) y de la actividad física; la otra parte relativa a los hábitos alimentarios. Para valorar la actividad física y la carga de trabajo, se utilizan métodos combinados así como la frecuencia cardiaca, medida durante los ensayos generales/conciertos. Por su parte, la tasa de sudoración se obtuvo por la diferencia de peso antes y después de la actuación. Para obtener información sobre los hábitos alimentarios, se utiliza el llamado “recuerdo de 24-horas” aplicado a cada participante...
Resumo:
El cúmulo de experiencias musicales vividas a lo largo de más de diez años de convivencia con la cultura bereber es el que ha despertado mi interés por abordar una investigación sobre la música de la población de la región de Guelaya en el Rif (Marruecos). He percibido la música de este grupo étnico desde diferentes perspectivas: inicialmente como invitado a sus diferentes festividades y después como etnomusicólogo, lo que me ha posibilitado adentrarme a lo largo de todo este tiempo en el conocimiento de su corpus musical. No existen antecedentes que aborden el estudio de la música rifeña en la región de Guelaya. Esta tesis doctoral, es el primer acercamiento desde el punto de vista científico a la música del Rif a partir del estudio del corpus musical de una de sus regiones. Sigue siendo un aspecto de difícil definición por los diferentes enfoques que lo abordan, la conceptualización de “Amazige (bereber), como grupo étnico-cultural, para ello, son utilizadas como fuentes documentales, los estudios sobre la prehistoria e historia antigua del norte África desde las dos perspectivas reconocidas en la actualidad, la árabe y la occidental. Con tal información es posible construir el marco histórico-geográfico y cultural del mundo bereber e insertar en él las particularidades de nuestro objeto de estudio. Como objeto de estudio para esta tesis doctoral: la música de los iqeroayen es aquella que se canta en lengua tamazight (bereber) dialecto tarifit y es ejecutada por la comunidad o por los músicos semiprofesionales tradicionales...
Resumo:
El presente trabajo se ocupa de los principales espacios públicos de ocio en Madrid entre 1561, momento en que Felipe II estableció la Corte en la Villa, y el final del reinado de Felipe III. Primeramente se hace una aproximación al significado y evolución de los paseos públicos en general, ocupándonos de algunos ejemplos españoles, de la América española y de Europa. Una interesante conclusión planteada es que el Prado de San Jerónimo responde a un tipo nuevo de espacio público para el paseo, surgido en los años inmediatamente posteriores al establecimiento de la Corte en Madrid en 1561, por voluntad de Felipe II, en tanto la mayoría de los paseos públicos cortesanos tanto españoles como americanos y europeos surgieron con posterioridad, la mayoría de ellos en los siglos XVIII yXIX, o bien fueron inicialmente espacios privados (jardines y parques de la nobleza y la realeza) y terminarían convirtiéndose en espacios públicos en esas mismas épocas. Salir al exterior de las poblaciones a pasear, a tomar el aire, fue una actividad considerada por los teóricos muy recomendable e incluso necesaria como medida profiláctica, por motivos higiénico-sanitarios. Pero nomenos importantes son las connotaciones sociales de la actividad del paseo, que en la época estudiada era propia, muy en especial, de las clases sociales más altas; estos paseos, como actividad y como espacios, tuvieron habitualmente un carácter predominantemente cortesano. Por su carácter público no había limitaciones para el acceso a los paseos cortesanos de miembros de grupos sociales menos favorecidos, como en cambio las había en los jardines y parques privados, pero el paseo de los caballeros en determinadas horas y épocas del año era de especial importancia en un sistema basado en redes familiares y clientelares. Por ello, el Prado de San Jerónimo tuvo un especial significado en unos años en que Madrid, no sin vacilaciones, terminó convirtiéndose en sede estable y definitiva de la Corte. Por otra parte, existían a la vez en Madrid espacios públicos para el ocio de carácter más popular, como fueron las Vistillas o las riberas del Manzanares, Leganitos y su entorno, la Cuesta de la Vega, aunque tampoco fuesen desdeñados por los caballeros de más elevada posición social. Uno de los elementos esenciales de los paseos cortesanos como fue el Prado de San Jerónimo, junto al agua (las fuentes y estanques) y la vegetación, y al que se dedica especial atención en este trabajo, fue la música; en la primera parte del estudio hacemos también una aproximación a la figura de los músicos, generalmente municipales, que amenizaban el paseo de los caballeros: ministriles, waits, Stadtpfeiferei, trompetas, a menudo desde lo alto de torres o balcones. Volvemos a ocuparnos de ellos, centrándonos en el caso de Madrid, al estudiar la torrecilla de música del Prado. La temprana aparición y el desarrollo del Prado de San Jerónimo son situados históricamente en el contexto del proceso de asentamiento de la Corte en Madrid y de consolidación de la Villa como su sede estable y definitiva tras el traslado a Valladolid entre 1601 y 1606. Por ello, se hace una aproximación al desarrollo de la villa y a las circunstancias históricas en los límites cronológicos señalados. Para realizar este estudio se ha recurrido a diversos fondos documentales, pero especialmente los del Archivo de Villa, y dentro de él los libros de acuerdos municipales.