3 resultados para Internamento compulsivo
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
El estudio de la emoción y la cognición constituyen dos de las grandes áreas de interés en la psicología desde su origen. Fue necesaria la llegada del paradigma cognitivo-conductual para que el análisis de ambas áreas de estudio alcanzaran su mayor interés y desarrollo empírico, a través del estudio de su interrelación, implicaciones, evaluación y tratamiento, permitiendo dar validez científica a los supuestos teóricos y así alcanzar el nivel de ciencia en el que depositar todo ello. Centrándonos en el desarrollo de los modelos cognitivos, revisaremos en primer lugar los conceptos fundamentales para el estudio del Trastorno Obsesivo Compulsivo (en adelante TOC), continuaremos con un acercamiento a los principales modelos explicativos, haciendo hincapié en el análisis de los sesgos cognitivos, especialmente aquellos que afectan a la tendencia obsesiva, es decir, los sesgos atencionales y los sesgos de interpretación, así como los más novedosos modelos metacognitivos de estudio e investigación. Así en el análisis de la actividad cognitiva, especialmente aquella que subyace al procesamiento de los pacientes con tendencias obsesivas o con un diagnóstico de TOC, partimos tanto de los enfoques que la explican a través de la perspectiva de que el pensamiento obsesivo es debido a un fallo en el procesamiento de la información, como aquellos modelos explicativos que postulan que la importancia para entender la actividad cognitiva TOC radica en la tendencia a desarrollar creencias disfuncionales que determinan el pensamiento y por tanto, las obsesiones y las consecuentes compulsiones que dificultan la vida de nuestros pacientes. Junto a ambas perspectivas, que nos sitúan en el marco de lo cognitivo, nos acercaremos, ya de forma experimental al TOC y al pensamiento con tendencias obsesivas, para ahondar en su vinculación con los aspectos emocionales a través del papel que tienen el sentido de culpa y la empatía...
Resumo:
Los trastornos relacionados con la alimentación se han convertido, en los úl- timos años, en un grave problema de salud pública, tanto por la gravedad que estas patologías adquieren con el tiempo, como por la alarma social que se ha despertado frente a la, cada vez más frecuente, aparición de estos trastornos. A este respecto baste señalar que, según los últimos datos, de la población de jóvenes escolarizados en la Comunidad de Madrid, con edades comprendidas entre los quince y dieciocho años, un 3.4% padecen un TCA y un 7,6% presen- tan riesgo de padecerlo, lo que, unido a la prevalencia actual, supone que este problema de salud afecta a un 11% de los adolescentes escolarizados en Madrid. Junto a los jóvenes que padecen un trastorno relacionado con la alimentación hay una cantidad considerable de menores que presentan conductas de riesgo relacionadas con la aparición de estos trastornos. Así, según los últimos estudios con adolescentes, un 7,1% de los chicos y un 34,1% de las chicas han iniciado una dieta para adelgazar en el último año, mientras que un 1,1% de los chicos y un 9,1% de las chicas se han provocado el vómito con la intención de adelgazar. Un joven que está empezando a desarrollar una anorexia o una bulimia puede pasar desapercibido para su entorno, la diferencia entre la salud y la enfer- medad es, en sus orígenes, muy sutil. Así, es difícil diferenciar al adolescente que se pone a dieta porque es la moda y acaba dejando la dieta pasadas unas semanas, del joven que, con idéntico inicio, acaba desarrollando un trastorno. El INUTCAM, consciente de la compleja situación a la que se enfrentan los docentes en cuanto a los TCA, publica este manual con la intención de brindar una ayuda más de cara a la prevención, detección y atención a los jóvenes con estas patologías.
Resumo:
La promoción de una buena salud psicológica infanto-juevenil constituye un objetivo prioritario según lo señalado la Unión Europea en el Informe sobre Salud Mental (2009) y el Pacto Europeo para la Salud Mental y el Bienestar (2008). Al realizar una revisión bibliográfica acerca de los distintos estudios realizados en torno a los trastornos interiorizados en la infancia (ansiedad y depresión), se puede señalar que las investigaciones sobre el comportamiento infantil distan mucho de alcanzar el nivel que se ha obtenido con adultos. A su vez, gran parte de los estudios llevados a cabo con población infantil se han realizado con muestras clínicas. Se ha demostrado que estos trastornos ejercen un impacto negativo importante a lo largo de la vida de las personas,en cuanto a su calidad de vida, sus relaciones tanto interpersonales como académicas o laborales, dando cuenta de problemas conyugales y financieros en pacientes con trastorno de pánico, limitaciones de diversa índole en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo y las altas tasas de divorcio y discapacidad en pacientes con trastorno de ansiedad generalizada (Olantunji, Cisler y Tolin, 2010). Esto no deja de llamar la atención considerando aquellos estudios que refieren que los trastornos de ansiedad desarrollados en la infancia constituyen factores de riesgo para desarrollar trastornos psiquiátricos en la edad adulta. Así por ejemplo, Lewinsohn et al. (2008) realizaron un estudio retrospectivo con una muestra de 816 sujetos menores de 30 años, en el que encontraron que el trastorno de ansiedad por separación (TAS) aumenta la probabilidad de desarrollar trastornos mentales en la adultez temprana en un 78,6%, señalando como conclusión que la detección y prestación de una intervención preventiva en la infancia y en la adolescencia podría reducir el riesgo de presentar una psicopatología en el futuro.