4 resultados para Felipe Próspero, Príncipe de Asturias, 1657-1661
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
El nacimiento de la Arqueología tiene una estrecha relación con el auge de los nacionalismos en toda Europa. En el estado español, tanto el nacionalismo centralista como los nacionalismos o regionalismos periféricos han utilizado referentes del pasado –a veces coincidentes– como sustento simbólico de sus narrativas. Es el caso de los celtas, pueblo mítico que ha servido tanto para afianzar la idea unitaria de España, como para refrendar la singularidad nacional/regional de territorios como Asturias y León. El papel de los arqueólogos en estos dos casos es analizado en este trabajo, pues supone una vía crucial para la reflexión historiográfica. Así, las narrativas académicas generadas en este ámbito adolecían habitualmente de una falta de crítica, que subordinaba el pasado prerromano a determinadas agendas políticas contemporáneas. La predominancia de la Historia Antigua o de visiones esencialistas, androcéntricas y socialmente conservadoras en los discursos arqueológicos caracterizan los estudios tradicionales sobre los grupos prerromanos de Asturias y León. Tras la consolidación del Estado de las Autonomías, el nacionalismo y el regionalismo se extendieron a amplias capas de la sociedad acompañados de discursos históricos que prescindieron de la legitimación de la Academia. Paradójicamente, estas narrativas reproducen discursos conservadores que tradicionalmente dominaban el discurso arqueológico. Ante esta situación, ¿nos corresponde a los arqueólogos asumir una posición multivocal liberal o deberíamos, en cambio, emprender acciones sociopolíticas críticas que inicien una autocrítica disciplinar y persigan transformar los marcos teórico-interpretativos dominantes?.
Resumo:
La tesis tiene por objeto el estudio de los usos y funciones que tuvo el palacio del Buen Retiro durante los siglos XVII y XVIII, y cuál fue el proceso de formación, disposición y dispersión de las colecciones de obras de arte que alhajaban sus estancias, y en especial de las pinturas. Para llevarlo a cabo, hemos revisado la amplia bibliografía disponible, y consultado numerosas fuentes relativas al real sitio, a los artistas que trabajaron en él o realizaron obras que formaron parte de su decoración, y a la visión que tuvieron del Retiro los representantes diplomáticos y los viajeros a lo largo de los siglos XVII y XVIII. De este modo, hemos creado un sólido corpus documental que nos ha permitido reconstruir la serie de inventarios que se realizaron de las obras de arte que decoraban el Retiro, y también fechar las distintas marcas que fueron recibiendo las pinturas. La combinación de ambos datos ha resultado ser de enorme importancia para poder individualizar los principales espacios del palacio, los programas decorativos que albergó, y localizar con ciertas garantías buena parte de las obras de arte pertenecientes al Retiro. El amplio capítulo dedicado al siglo XVII, indispensable para poder comprender qué usos tenía el real sitio y verificar cuáles fueron los cambios que experimentó la colección a lo largo del siglo XVIII, ha permitido comprobar y documentar cómo, con la decisión de ampliar el cuarto real de San Jerónimo en 1632, se puso en marcha uno de los proyectos más interesantes de la historia del coleccionismo europeo del siglo XVII. Gracias a distintos documentos inéditos hemos podido precisar cómo y cuándo se produjeron los encargos destinados a alhajar el palacio, entre los que destacan las series de pinturas de paisajes con eremitas, la de escenas de la Antigua Roma, y la de san Juan Bautista...
Resumo:
Fueron las actuaciones que van de 1500 a 1516 las que hicieron destacar a la diplomacia y el ejército de la Monarquía Hispánica que en estos 16 años consiguieron la total incorporación de Nápoles a la Corona y una muy buena red diplomática y militar en Italia tan efectiva que logran derrotar dos veces a Luis XII de Francia. Baste con leer las palabras que Maquiavelo dedicó a Fernando el Católico en Il Principe en el capítulo XII dedicado a los príncipes que han sabido hacerse estimados. A Maquiavelo no se le ocurre un mejor ejemplo de una mezcla entre príncipe hereditario y príncipe nuevo, dado que hereda el reino de Aragón, pero él se convirtió en rey de España y por su gloria el primer rey de la Cristiandad. Bajo la lupa del embajador florentino, Fernando siempre ha hecho hazañas raras como la conquista de Granada, las guerras de África e Italia o ataques a Francia, y además Fernando el Católico las ha ido encdenando una tras otra de manera que ha conseguido poner los esfuerzos de sus súbditos en estas hazañas, sin dejarles tiempo para la conspiración.Además, la red diplomática y militar de Fernando, en manos de Carlos V y Felipe II, conseguirá, no el equilibrio italiano con el que Fernando soñaba, sino una verdadera hegemonía de la Monarquía Hispánica en la Península Italiana. La Biblioteca Histórica de Marques de Valdecilla es el lugar idóneo en el que desarrollar la exposición dado el fondo bibliográfico que tiene. Uno de los puntos fuertes son las distintas obras que tiene del propio fundador de la Universidad Complutense, el Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, coetáneo a los hechos que queremos exponer. De hecho, es impresionante el ingente número de biografías del propio Cisneros que guarda la biblioteca. Además, fruto del apoyo de la monarquía y de la importancia misma de la Universidad Complutense, tenemos un alto número de historias de varios lugares y personajes. Además, los fondos provenientes del Colegio de los Jesuitas combinan bien con los fondos propios, con lo que se enriquece el resultado final de 60 obras estudiadas.Además, se demuestra el carácter internacional de los fondos, dado que se pueden encontrar obras en francés, italiano y catalán que ayudan a comprender la circulación de textos en diferentes idiomas desde el siglo XVI.
Resumo:
La educación del príncipe en la Edad Moderna era de una importancia capital, ya que a través de la educación del futuro gobernante se intentaba lograr que este se convirtiera en un gobernante ideal, en un príncipe perfecto. Estas ideas provenían desde la Baja Edad Media, cuando se difundieron en enorme cantidad los Espejos de Príncipes o Nortes de Príncipes o similares, que propugnaban la educación del futuro gobernante desde diferentes aspectos, el primero y fundamental era el aspecto religioso, que se debía complementar o ampliar con el cultural y con el caballeresco, pero siempre primándose la educación religiosa. A parte de estos estudios humanísticos, junto con la historia se empiezan a desarrollar o a acercar al príncipe las historias de guerras y estrategias de batallas. Estas historias tienen un claro carácter militarizante, que aprenda y sepa como es la guerra. Además,durante su infancia también tenía lugar otro tipo de aprendizaje, el de las armas y la preparación militar, en el que se le enseñaba a batirse y a manejar diferentes tipos de armas, lo que dotaba al príncipe de agilidad, vigor, fuerza y destreza física. Esta preparación física, junto a la instrucción militar, se le enseñaba a montar a caballo, a cazar, a justar, etc.