2 resultados para FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN

em Universidade Complutense de Madrid


Relevância:

100.00% 100.00%

Publicador:

Resumo:

Este artículo explora los orígenes institucionales de la Filosofía de la Educación en España a través de la figura de Juan Zaragüeta, primer profesor de esta disciplina en los años treinta en la universidad española. Formado, en parte, en el Instituto Superior de Filosofía de Lovaina, éste vino a representar un vínculo de continuidad, tempranamente truncado, entre los dos mundos en que se desarrolló la institucionalización de la pedagogía antes y después del corte que supuso la guerra civil española. El artículo analiza la presencia de los cursos de Filosofía de la Educación de Zaragüeta en la Sección de Pedagogía de la Universidad de Madrid y la conversión de su contenido en Pedagogía Fundamental. Argumenta que en la base de esta identificación está la renovación de la filosofía tomista y la visión sintética del conocimiento, auspiciada por el cardenal Mercier, que Zaragüeta había vivido en Lovaina, y que, a la larga, le llevará a caracterizar la pedagogía como ciencia social.

Relevância:

100.00% 100.00%

Publicador:

Resumo:

La pintura tiene mucho que aportar a la filosofía y más aún a la enseñanza de ésta, sobre todo si somos profesores de un grupo de educación secundaria que lo único que hace en nuestra asignatura es pintar y nosotros no queremos que la clase se convierta en una catástrofe. Hay estudiantes que desde muy pronto tienen clara cuál es su vocación y centran todo su esfuerzo únicamente en las asignaturas que consideran que tienen un vínculo más directo con ella. En este caso, nos encontramos con unos alumnos cuya única pasión es pintar y que consideran que asignaturas como filosofía nada tiene que ver con la que será su ocupación futura y, por ello, se pasan la clase muy concentrados en su lámina y sus rotuladores. En esta situación, la única salida es discutir acerca de qué relación existe entre pintura y filosofía y adaptar a un nivel de secundaria las ideas que nacen de esa reflexión para conseguir nuestro objetivo: que los alumnos estén motivados de tal forma que así aumenten su esfuerzo e implicación en el aula y que todo ello les ayude en su proceso de aprendizaje de manera efectiva y positiva. Y, lo más importante, que el cambio que efectúen no sea sólo momentáneo, sino que tenga una continuidad a largo plazo.