2 resultados para Enrique IV, Rey de Castilla
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
The knowledge about the figure of royal confessor has been, until recent times, very limited for the period of medieval Castile. A lot of studies have been done for Modern Age, when the institution of the kinǵs confessor played an important role in the Court of the Hispanic Crown. It is evident that this figure didńt appear ex nihilo in the Sixteenth Century and there existed some origins. Many historians mentioned some medieval confessors in their studies about any other subjects. Actually, it was not clear if those clerics could be properly considered as confessors. Our first aim has been to find all the references which exist in the sources and bibliography about kinǵs confessors in the Middle Ages and verify their nature as confessors. We fixed the beginning of the period of study with the reign of Enrique II, and its end with the death of Isabel I in 1504. The main reason is the fact that both sovereigns are the first and last monarchs of Trastamara dinasty, a very significant period in the origin of Modern State in Castile. The Church was an essential element in this process, on account of the service which many clerics enlisted to the Crown in different tasks (diplomacy, bureaucracy, Counsel and Counselling, etc.) and their ideological support to this endeavour. In this context, the royal confessor could perform an important work as personal advisor and a loyal subject to the person of the king in so many activities. This is well-known for Modern Age and also fort the reign of transition between this period and the precedent: the period of Catholic Kings. But it isńt for the times backwards...
Resumo:
Esta investigación pretende someter a análisis los intercambios arquitectónicos y artísticos que se establecieron entre el Reino de Castilla e Italia en el siglo XIII, centrando la atención en la denostada figura del infante Fadrique de Castilla. Don Fadrique de Castilla fue el segundogénito de Fernando III y Beatriz de Suabia, para quien sus progenitores habían previsto la herencia materna del ducado de Suabia. Con el fin de reclamar el legado de su madre Fadrique emprendió su viaje hacia la corte imperial de Federico II, llegando a la ciudad de Foggia en el mes de abril de 1240. Su permanencia junto al emperador se prolongó hasta el mes de junio de 1245, momento en el cual, el infante decidió abandonar la corte del emperador sin previo aviso para pasar a Milán, principal enemigo del bando gibelino y, después, regresar a Castilla. Una vez en Castilla, Fadrique participó junto a su padre y sus hermanos, Alfonso y Enrique, en la conquista de Sevilla. En el repartimiento recibió amplios territorios en el norte de la ciudad, decidiendo establecer su residencia en el área del actual Convento de Santa Clara. En el interior de este recinto erigió una torre exenta conocida como Torre de don Fadrique que, según la inscripción ubicada sobre la puerta, se construyó en el año 1252. El modelo arquitectónico al que se ajusta es ajeno a la arquitectura civil castellana del siglo XIII, sin embargo podemos hallar correspondencias con una estructura muy difundida en Italia: la torre nobiliaria. Esta analogía fue el punto de partida para el estudio de las relaciones artísticas entre ambos países configurándose en nuestra investigación un corpus heterogéneo y complejo de obras de arte que engloban la mencionada torre, la Capilla Real hispalense y las tallas marianas vinculadas a ella, el ajuar funerario de Beatriz de Suabia o las Cantigas de Santa María...