2 resultados para Consultório sentimental
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
"A través del peronismo llegué a comprender a Gramsci". Con esta frase, pronunciada por Ernesto Laclau en una entrevista concedida a una revista izquierdista estadounidense en 1983, se puede resumir lo que este politólogo argentino entendía como la vía más adecuada para alcanzar el poder político en un Estado, al menos a nivel de la capa conjuntiva (ejecutivo, legislativo y judicial) (Bueno, 1991). Junto a Laclau, en dicha entrevista, estaba su mujer, la también politóloga belga Chantal Mouffé. Ambos se encontraban en aquel año en París celebrando el centenario de la muerte de Carlos Marx. Estas palabras de Laclau fueron reproducidas en un artículo publicado en el diario El País del por Ludolfo Paramio (1983), sociólogo, periodista y físico español, militante del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) desde 1982, adscrito durante una época a la corriente guerrista (de Alfonso Guerra), profesor de sociología en la Universidad Complutense de Madrid, entre otras, y Director del Departamento de Análisis y Estudios del Gabinete de la Presidencia del Gobierno de España en la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, de 2004 a 2008. Además ha sido miembro de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política y dirige actualmente un postgrado sobre política en Iberoamérica en el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset. ¿Qué más tienen en común Laclau, Mouffé y Paramio además de esta interrelación ideológica, sentimental y periodística? Que no se puede entender Podemos sin estos tres nombres, como tampoco puede entenderse sin las conexiones ideológicas entre estos ideólogos y la propia familia de Pablo Manuel Iglesias Turrión (Pablo Iglesias II) y sus quehaceres político-vitales.
Resumo:
Los libros de caballerías castellanos suponen uno de los géneros más destacados y transcendentales del siglo XVI, por encima de otros que, aparentemente, tuvieron una enorme relevancia para sentar las bases de la narrativa moderna; nos referimos a la ficción pastoril, la picaresca, la sentimental o la bizantina. Señalamos como principio y origen del mismo la publicación de la primera edición del Amadís de Gaula de Garci Rodríguez de Montalvo, a partir de la versión primitiva medieval, en 1508. Tuvieron un éxito sin precedentes en la época, como lo corroboran los más de ochenta títulos que forman parte del corpus caballeresco y una difusión de casi dos siglos, desde finales del siglo XV hasta comienzos del siglo XVII, tanto de manera impresa como de forma manuscrita. Sin duda, podemos asegurar que eran los best-seller de la época, convirtiéndose en todo un fenómeno literario, con una notoriedad que traspasó nuestras fronteras peninsulares, tanto en Europa como en América. Prueba de ello son las numerosas traducciones que se hicieron en Italia, Francia, Alemania, Holanda, Inglaterra, Portugal e incluso hasta una versión hebrea del primer libro del Amadís de Gaula. En cuanto a su influencia en el Nuevo Mundo no podemos dejar de mencionar, a modo de curiosidad, cómo estos libros dejaron su huella a través de los conquistadores. Así, Magallanes llamó patagones a los aborígenes de la región austral de Sudamérica por influencia del Primaleón, del que deriva el topónimo Patagonia y Las Sergas de Esplandián, de Montalvo, fue fuente de inspiración para otros dos topónimos: California y Amazonas...