6 resultados para Comedias
em Universidade Complutense de Madrid
Resumo:
Esta tesis comienza en el punto donde concluía el trabajo pionero sobre comedia de magia del XVIII emprendido por Joaquín Álvarez Barrientos. Planteaba él entonces la necesidad de saber más sobre los hombres y mujeres de la época para comprender mejor la comedia de magia como género escénico, con el objetivo de responder la pregunta que tantos dieciochistas nos hemos hecho: ¿por qué la comedia de magia tuvo tanto éxito? Mi investigación partió también de sus respuestas: se debió, sobre todo, a motivos ideológicos y espectaculares. Comprender la comedia de magia como género escénico quiere decir comprender todos los mecanismos de la materialidad de su puesta en escena y de la relación establecida entre espectáculo y espectadores. Implica comprender la teatralidad a un nivel que no es solo textual, sino físico y relacional. Las relaciones y reacciones que desataba la comedia de magia eran tremendamente pasionales y opuestas, como demuestran los datos de que disponemos: las espectaculares recaudaciones, de un lado, y las múltiples diatribas y prohibiciones, de otro. Así que, la siguiente pregunta que era necesario plantear era: ¿por qué molestaban tanto las comedias de magia? En el siglo XVIII ocurrió un acontecimiento especialmente traumático, el denominado «Motín contra Esquilache», que tuvo numerosas consecuencias para la sociedad en general pero, sobre todo, para el teatro. De hecho, una de las primeras medidas que el gobierno del conde de Aranda emprende nada más acabar con las revueltas es la Reforma del teatro. Haciendo un razonamiento inverso, surgía la hipótesis de que el teatro, en un sentido amplio, y en concreto la comedia de magia, hubiera tenido más intervención en el motín de lo que se piensa, tanto por sus temáticas, como por las posibilidades de encuentro y organización social que la asistencia al teatro propiciaba. Surgía pues, la necesidad de profundizar en la reconstrucción de una teoría estética de la comedia de magia, así como de estudiar el hecho teatral durante los años centrales del siglo, en concreto, desde la construcción de los nuevos coliseos, pues parecía probable que el cambio de espacio hubiera propiciado algún cambio de mentalidad…
Resumo:
Cómo se comunican ha sido atribuida recientemente, por primera vez en más de tres siglos, a don Pedro Calderón de la Barca. La comparación entre esta comedia y La selva confusa, del mismo autor, avala esta atribución, ya que los paralelismos en la estructuración dramática de ambas comedias son numerosos y llamativos. Se aducen motivos para suponer que Cómo se comunican es anterior a La selva confusa, lo cual significaría una fecha tempranísima de composición dentro de la producción dramática de Calderón.
Resumo:
A finales de la década de los años veinte el cine mudo estaba llegando a su fin y comenzaron a producirse masivamente películas habladas. Los grandes estudios de Hollywood temen perder público fuera de Estados Unidos y antes de decidirse por el doblaje, ya que este sistema presentaba en aquella época problemas de sincronización, comienzan filmar versiones múltiples de un mismo guion en diferentes idiomas para exportar a los países de habla no inglesa. Dentro de todas las películas en español producidas por Hollywood, esta tesis doctoral está centrada únicamente en las de género fantástico. Es cierto que en las versiones en español encontramos pocas de dicho género, pero dentro de las existentes hay películas muy variadas, desde películas totalmente de género como las dos versiones de Drácula hasta otras que contienen elementos fantásticos lo suficientemente interesantes como para ser incluidas en esta investigación. La mayoría de las versiones en español que se produjeron en la década de los años treinta eran comedias o melodramas, los dos géneros más populares de la época. Pero de las más de cien películas en español que se filmaron en Hollywood durante la década de los años treinta algunas pueden catalogarse dentro del género fantástico. Estas películas son: ¡Pobre infeliz! (Charles Rogers, 1930), versión en español de The Shrimp (Ídem, Charles Rogers ,1930); Noche de duendes (James Parrott, 1930), versión en español de The Laurel-Hardy Murder Case (Ídem, James Parrot, 1930); La voluntad del muerto (George Melford, 1930), versión en español de The Cat Creeps (Rupert Julian, John Willard, 1930); Wu Li Chang (Nick Grinde, 1930), versión en español de Mr. Wu (William Night, 1927); Drácula (George Melford, 1931), versión en español de Drácula (Dracula, Tod Browning, 1931); Cheri-Bibi (Carlos F. Borcosque, 1931), versión en español de The Phantom of Paris (Ídem, John S. Robertson, 1931) y El último varón sobre la tierra (James Tinling, 1933), versión en español de It's Great to Be Alive (Alfred L. Werker, 1933)...
Resumo:
Si la literatura española conoció en el siglo XVII lo que hoy llamaríamos un boom editorial, ese fue el que vivió el teatro. Innegable es la existencia de algunos precedentes concretos a lo largo del siglo XVI, pero no será hasta la siguiente centuria cuando se afiance la apuesta de los editores de literatura por el género teatral. Gracias a ellos se popularizaron en todos los estratos sociales las partes de comedias (a menudo vendidas también como desglosadas para llegar a todos los bolsillos) y, más tarde, las sueltas. En consecuencia, en el contexto del éxito literario de la comedia nueva, no basta con tener en cuenta las representaciones para entender en toda su magnitud la repercusión del teatro áureo. Es necesario prestar atención, además, a la otra vía principal de transmisión de los textos: la difusión impresa. Ambos aspectos son determinantes en la evolución de la comedia y, aunque en menor medida, de los otros géneros del siglo XVII. Por ello, para alcanzar una visión completa de lo que supuso el fenómeno teatral en el Barroco, es necesario un acercamiento que no olvide ninguno de los dos fenómenos. Para nuestra tesis doctoral, en consecuencia, hemos llevado a cabo precisamente un amplio estudio del menos conocido de esos dos ámbitos. Nuestra intención ha sido, pues, la de capturar en una imagen de conjunto los principales hitos de esa segunda vida de los textos teatrales. Para tal fin, hemos centrado nuestro trabajo en la difusión y el comercio del libro teatral del siglo XVII, entendiéndolo como uno de los objetos de consumo más característicos de su época. Para alcanzar nuestro objetivo, además, hemos partido de otros estudios filológicos, históricos, sociológicos, críticos o bibliográficos desde los que caminamos hacia una Historia del Libro y una Historia de la Lectura que puedan dar cuenta razonadamente del papel del teatro en las prensas de los talleres del Siglo de Oro...
Resumo:
A lo largo del siglo XVIII Cádiz fue configurándose como una ciudad de características únicas en la España de la época. Su privilegiada situación geográfica en las rutas marítimas comerciales y el traslado de la Casa de Contratación desde Sevilla (1717), vinieron a hacer de esta ciudad el centro comercial más importante entre Europa y el Nuevo Mundo. Este esplendor se dejó sentir en casi todos los aspectos sociales de la misma. A medida que avanzaba el siglo, fue emergiendo una nueva clase social: la burguesía que adquiriría un peso específico en la vida cultural de la ciudad. Otro importante colectivo dinamizador fue la población extranjera que se asentó en la ciudad atraída por su intensa vida comercial. La confluencia de tantas nacionalidades en el recinto de la ciudad, dotó a Cádiz de un carácter abierto, liberal y acogedor y de un ambiente próspero y tolerante que propició la proliferación de lugares destinados a la diversión y el ocio. Durante algunos años del siglo XVIII Cádiz contó con tres teatros que funcionaron de manera simultánea: la Casa de Comedias (creada en el siglo XVII), el Coliseo de Ópera (1761-1779) y el Teatro Francés (1769-1779). Las características de la sociedad gaditana unidas a la amplia infraestructura teatral de la ciudad convirtieron a Cádiz en un centro de gran predisposición para albergar uno de los espectáculos que mayor importancia estaba adquiriendo en aquellos años: la ópera. Durante los años de vida del Coliseo de Ópera llegaron a Cádiz un gran número de compañías italianas portando el repertorio más en boga del momento, pudiendo disfrutar así los gaditanos de las tendencias musicales imperantes en el resto de Europa. Con la clausura de este teatro y el regreso de las compañías italianas a su país, la actividad operística en España entró en crisis; no sería hasta el año 1787 que comenzaría el movimiento de restauración de la ópera, en el que Cádiz participaría de manera muy activa. Los primeros años del siglo XIX (1802-1808), se caracterizaron por la incorporación de repertorios de autores franceses (Dalayrac, Boieldieu, Della-Maria, Isouard), y por el intento de creación de un modelo de ópera propiamente español. En estos años Cádiz se mantuvo como ciudad de referencia del mundo operístico; la presencia de Manuel García y Esteban Cristiani fue decisiva para que en la ciudad se conocieran las primeras obras de estos emblemáticos compositores...
Resumo:
Francisco Javier de Burgos y Olmo fue un hombre de notable fama durante la convulsa España de la primera mitad del siglo XIX. En su labor política, sin duda hoy la más conocida, fue el artífice de la famosa división en provincias de 1833, reforma fundamental para nuestra administración que perdura hasta hoy vigente en lo sustancial. En el ámbito literario, mucho menos divulgado, realizó la primera edición moderna de las obras completas de Horacio en nuestras letras, con traducción en verso, edición del texto latino y amplio cuerpo de comentarios, obra de cierta repercusión durante el siglo XIX, pero olvidada en gran parte con el paso de los años. Siendo éste su legado más importante, no debemos olvidar los restantes frutos de su muy azarosa vida: extensa fue su trayectoria, por ejemplo, a lo largo de diferentes cargos y gobiernos trabajando para modernizar la vetusta organización de nuestro país, en una faceta política y administrativa dominada por un claro afán reformador, el cual, no en vano, buscaba facilitar la salida definitiva del Antiguo Régimen para nuestro país. Como escritor se aventuró por caminos muy diversos abrazando un enorme abanico de formas literarias: ya en prosa, en los campos de la historiografía contemporánea y de la crítica literaria; ya en verso, como poeta lírico; ya en el género dramático, entregando a las tablas varias comedias que llegaron a estrenarse en su tiempo. Mención aparte merece su trabajo periodístico, que lo llevó a fundar su propia publicación, la Miscelánea de Comercio, Artes y Literatura, y a dirigir posteriormente el conocido Imparcial. Claro partidario del enciclopedismo, bajo cuya advocación se encontraron siempre sus estudios, se propuso también publicar a autores españoles inéditos hasta entonces y se interesó por la biografía universal y el diccionario histórico, obras con las que seguía la estela de los grandes pensadores de la Ilustración francesa, tan admirada por él como signo de progreso y modernidad, y modelo ideal para nuestra España...